Segundo Dia

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Se sostenía el estómago y burlona risa dejaba escapar, Yui le miraba furiosa por tales burlas que la rubia dirigía hacia ella. Aguantando las ganas de golpearla siguió tratando de ignorarla y seguir camino hacia la escuela, donde, seguramente, las cosas raras le seguirán ocurriendo.

— jajaja hay que divertida mañana — decía sobando su rostro y moviendo la cabeza tratando que contener su risa — ijifufu solo hiji estas cosas te pasan a ti

Yui paró en seco asombrando a Kyōko que el efecto le ayudo para tranquilizarse un poco. Yui pensó en su momento la cuestión que le llevo hacia ello, su "desafortunado" destino, por así decirlo, no siempre había sido así.

— Así no era mi vida — le dijo a Kyōko y volvió a la marcha manteniendo la delantera

Era cierto lo que Yui imaginaba pues aunque parezca mentira en ese momento, las cosas estaban patas arriba. Primero era Akari; quien se le había confesado de una forma bastante agradable si Yui lo imagina, no le molestaba en lo absoluto, incluso llegó a creerlo en su momento. Pero luego fue cuando todo se volvió raro. Segundo era la atención que recientemente había desatado en la escuela; claro que Yui era una belleza y podría compararse con aquellas chicas guapas que aparecen en los doujin que son irresistibles para sus compañeras por el simple hecho de ser mejor ya sea en deportes u otra actividad, cosa que Yui concuerda con dicho perfil; Sin embargo nada de eso le habría molestado tanto como en los últimos días, sintiendo todas esas miradas sobre ella lo que único que hacía era ponerla nerviosa más que hacerla sentir bien. Y por último esta Ayano, aunque contaría también a Chinatsu pero esa ya era historia antigua; continuando con la vicepresidenta, el error que destacaba y que le dio el punto error a Yui fue el hecho de estar "enamorada" de ella, cuando Yui sabía de sobra que Ayano guardaba sentimientos por su buena amiga Kyōko. Raro de verdad

— estoy olvidando a Chitose

Ciertamente, Chitose fue el caso más reciente, la cual, sin pensarlo dos veces se lanzó al ataque besando a Yui de una forma bastante erótica. Algo que Yui se preguntó en aquel momento fue donde había adquirido una chica linda y reservada como Chitose, tales conocimientos para besar, pues no estaba enterada si la chica blanca había ya tenido una novia o algo parecido.

— ¿ahora que tienes? — pregunto la rubia a una Yui que se había quedado parada y que no daba señales que querer continuar caminando hacia la escuela

— ¿de qué hablas? — claro que Yui no estaba prestando atención

— oye, ayer estabas disque enferma y ahora te ha dado parálisis — dijo Kyōko — por eso te pregunto

— Nada — Yui no intento hacer caso y mejor caminó otra vez al lado de Kyōko

Pero aún estaba pensando en los acontecimientos que ha vivido, y justo en ese instante se dio cuenta de algo importante gracias a la rubia. Era cierto que Yui se sentía algo débil casi al punto de considerarse enferma, pues no había realizado ninguna actividad que le provocaran tal estado; mas sin embargo el otro detalle era que en ese mismo instante se sentía poderosa, reanimada, llena de energías, todo eso después de su encuentro lengua a lengua con Chitose. ¿Qué significaba?

— Estaba pensando que para el siguiente viaje del club, podríamos tomar un crucero — Yui salió otra vez de sus deliberaciones regresando sus sentidos al camino

— Eso sería imposible — dijo Yui matando cualquier idea tonta de Kyōko — no tienes el presupuesto para hacer eso

— podríamos hacer un préstamo — dijo la rubia presentando ideas sobre la mesa, ideas descabelladas — o podríamos vender órganos. Apuesto a que Akari estaría encantada de darnos uno de sus riñones

— Déjate de tonterías — dijo Yui golpeando a la cabeza hueca — porque no simplemente vamos de campamento. Ya lo hicimos una vez y resulto bastante agradable

— ooooOOOoooo jijiji — rio la rubia — ya veo heheh así que quieres hacer cositas con Chitose en la profundidad de un bosque

— ¡maldición! — Yui se adelantó dejando a la rubia con sus tonterías, aunque no estaba más de cien metros de la escuela

Al llegar Yui no perdió tiempo y fue por sus zapatillas, ya que no quería estar cerca de Kyōko porque aun necesitaba pensar y la rubia no le ayudaba mucho. Abrió el casillero de sus zapatillas rápidamente que no tuvo el tiempo de reaccionar cuando una pila de sobres de colores vistosos cayeron sobre ella.

— ¡oye espérame! — Grito Kyōko entrando al edificio para darle alcance a Yui — aha que es... uf eso

— ... —

Yui miro los sobres esparcidos por sus pies, luego miro su casillero encontrando unos cuantos que habían quedado atorados dentro. Escucho unos murmullos que le avergonzaron pues esos cuchicheos se estaban yendo por el camino equivocado.

— wow Yui-nyan que popular te has vuelto — Kyōko se agacho y recogió un sobre — al parecer muchas quieren contigo

Yui le arrebato el sobre antes que lo abriera y leyera pues no se necesitaba ser demasiado inteligente como para saber que todos esos sobres coloridos y perfumados contienen en su interior cartas de amor. Con rapidez recogió los sobres sin dejar ninguno y los metió en su bolso, tomo sus zapatillas y dejo sus zapatos y así sin decirle nada a Kyōko fue hacia las escaleras con la cara toda roja y muerta de la vergüenza.

— fufufu — Kyōko sacó de atrás un sobre que discretamente había ocultado de Yui — vamos por el buen camino, ahora veamos que cositas le escriben a Yui

Dulce PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora