— ¡¿Qué esperas?! ¡Rápido dame el dinero! — insistió Yui a la cajera que había entrado en pánico sin saber que hacer
— Yui-chan ¿Qué estás haciendo? — intervino Akari pero Yui siseo en su dirección
— ¡no te muevas Akari! — Dijo parando por completo cualquier acción de la pelirroja — ¡date prisa perra¡ — volvió a insistir a la cajera
— ss si — dijo la chica
La cajera como pudo evadió el inmenso miedo y abrió la caja, cogió una bolsa de papel y metió todo el dinero allí, mientras que en una acción logró presionar un botón bajo el mostrador algo que Yui notó con claridad pero que no le dio importancia incluso ya se lo esperaba. Yui agarró la bolsa y retrocedió sin despegar los ojos de la cajera hasta que llegó donde Akari y fue ahí donde soltó la botella para tomar el brazo de Akari y guiarla afuera lo antes posible
— Yui-chan... — lloro Akari sintiendo temor por el repentino cambio de su amada
— tranquilízate Akari — dijo Yui tirando de la pelirroja a paso apresurado — te lo explicare todo en un momento pero ahora necesitamos un auto
Yui miró alrededor buscando un objetivo pero ninguno a la vista hasta que visualizo una intersección y un pare, pero en esos momentos empezó a oír las sirenas que seguramente eran de la policía acercarse a su localización. Akari también lo notó y su miedo creció aún más, pero queriendo hacerse fuerte para Yui, no opuso la resistencia necesaria mientras que pensaba en algo para hacer entrar en razón a Yui si es que había algo, y necesitaba lograrlo antes de que la policía las arrestara.
— Tememos poco tiempo — llegando al cruce de calles Yui bajó de la acera arrastrando a la pelirroja y abrió la puerta trasera de un auto para meter ahí a la chica — tomaremos este
Yui aprisa se metió en el auto por el lado del copiloto pues el auto estaba siendo ocupado por una señora mayor de unos 40 que seguramente era oficinista por la forma como vestía. La mujer iba a protestar cuando para sorpresa de todos Yui abrió el lado del conductor y empujó a la señora a la calle para después cerrar la puerta y acomodarse tras el volante.
— sujétate Akari, ahora daremos un paseo
Yui vio como frente a ella aparecían luces rojas que se le acercaban, eran las patrullas intentando acorralarla, pero Yui no perdió más tiempo así que pisando a fondo arranco el auto girando a la derecha. Akari del empujón se hundió en el asiento trasero del auto mientras tanto Yui forzaba al máximo el motor.
— solo necesitamos perder a la policía y estaremos bien
— Yui-chan... — Akari miro hacia atrás por el vidrio trasero y observó a tres patrullas que le pisaban los talones — ¿Cuándo aprendiste a conducir?
— Nunca lo he hecho, esta es mi primera vez
Yui giro a la izquierda haciendo un derrape limpio tomando la curva en perfecta maniobra, algo que los polis no lograron pues una de las patrullas se fue a estrellar con un edificio. Yui aprovecho la confusión y volvió a derrapar, esta vez para agarrar la entrada a la autopista donde tendría mejor ancho de carril para maniobrar.
— solo un poco más — dijo mirando por el retrovisor para ver si aún la seguían
— Aun nos siguen Yui-chan — dijo Akari quien seguía mirando hacia atrás de vez en cuando
— tal vez no funcione, pienso que a estas alturas ya deberían haberme puesto un bloqueo más adelante — dijo en eso se le ocurrió algo — debemos salir del camino
Piso el freno de mano y torció el volante todo lo que daba luego soltó el freno y acelero para hacer una vuelta en "U". El rechinar de las llantas le informó que la maniobra fue estupenda y observó que en efecto logró quedar en contra vía justo como quería. Piso a fondo siempre cuidando de esquivar los autos que venían de frente, hasta que vio a los polis pasar a prisa a su lado. Los polis la detectaron y frenaron pero su acto logró que el transito se atascara quedando ellos en medio.
— ahora debemos salir del camino — dijo ya bastante agitada por toda la adrenalina que eso le provocaba incluso podía escuchar a su corazón ir tan rápido como el motor del coche — sujétate Akari, esto seguramente será aparatoso
Yui condujo aun en contravía un poco más hasta que empezó a notar que la ciudad empezaba a ralearse, esa fue la señal que le dio para girar hacia las vallas de seguridad y destrozarlas. El auto salió del camino y rodo por una pequeña pendiente hasta que cayó en lo que parecía ser una zanja, Yui aun así se mantuvo al volante y condujo un poco más lejos por la tierra y un poco de barro.
— Aquí estará bien — detuvo el coche y apago el motor, suspiro y echo su cuerpo hacia atrás — ahora toca esperar la señal
— ¿Cuál señal? — pregunto Akari, Yui le hiso una señal para que pasara al asiento delantero y le acompañara
— Algo que me indique que estoy en lo correcto y que todo lo que acabo de hacer no tenga repercusiones — dijo mientras subía su mano al pecho notando que su corazón aún seguía a ritmo acelerado
— Yui-chan pase lo que pase Akari no te abandonará — dijo la pelirroja acomodándose en el asiento de copiloto
Yui le mostro una sonrisa sincera y alcanzó su mano para sentirla entre la suya, no podía negar que estaba asustada de que hubiera cometido un error y Akari saliera perjudicada por su culpa. Jamás se perdonaría que por su necedad Akari sufriera los horrores de una vida en prisión o algún reformatorio que era lo más seguro, pero confiaba y deseaba que su plan le de la pista final que necesitaba para descubrir cuál era el problema con ese mundo.
Y hablando de ello Yui se dedicó un momento a estudiar el coche que había robado pues con lo sucedido no tuvo tiempo de mirarlo, y no tuvo que hacer demasiado pues el coche le dio detalles vagos del mismo. Entonces prefirió mirar a su alrededor y otra rareza salto a la vista cuando miró por el retrovisor, Yui estaba inconforme con lo que veía así que salió del auto para verlo mejor
— ¿Qué ocurre? — notando que volvía el extraño comportamiento en Yui, entonces salió del coche para ver que le pasaba — Yui-chan...
Yui miraba la tierra detrás del coche y más allá — ¿Dónde están nuestras huellas? — dijo pues en efecto no había huellas en la tierra por donde no hace mucho habían pasado — justo como pensé — dijo y sonrió
Akari también se preguntó lo mismo pero los detalles tendrían que esperar pues a sus oídos llegó el inconfundible sonido de las sirenas de la poli que venían de la autopista — Yui-chan creo que debemos irnos