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Isaac se hallaba confundido, consumido por la amnesia y suprimido en la baja nitidez de los recuerdos. Ahí yacía toda su memoria, pero no lo recordaba. No recordaba nada de lo que había sucedido en aquella fiesta de Halloween.
Con rabia, maldijo el alcohol.

Hora de salida.
Él se dirigía a la parada del autobús, aún extrañado por lo que se había enterado. Entonces, tal vez por el destino, se encontró con Mimi, sentada en un restaurante de comida china que se ubicaba a tan solo unos pocos metros de distancia de él. No lo pensó 2 veces y se dispuso a entrar en aquel lugar.
Mimi se percató de su presencia y mostró una adorable sonrisa al ver a Isaac cruzando la entrada del restaurante.
-ISAAAC!! – exclamó con intensidad, mientras toda la clientela dirigían sus miradas hacia Isaac, el cual se sentía algo sonrojado.
Se dirigió con nervios al asiento de Mimi y se sentó al frente de ella.
-Tenías que gritarme tan fuerte?! – le susurró a la otaku.
-Por supuesto! Así actúo cuando me pongo feliz  de ver a un amigo! – respondió mostrando una sonrisa.
-Qué se supone que haces aquí? No deberías ir a tu casa? Tus padres podrían preocuparse por ti.
Mimi comenzó a bajar la mirada, y aquella sonrisa empezaba a perder sus curvas, generando una expresión neutral ante la vista de Isaac.
Rápidamente alzó el rostro y mostró nuevamente una sonrisa… aunque esta vez, aquella sonrisa carecía de felicidad. Parecía falsa.
-Descuida… ellos no se preocuparán.

El ABC de la vida 2 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora