El ABC de la vida 2 (Terminada)

P

Isaac mantuvo una extensa conversación con Maika, mientras Mimi observaba con una mueca que expresaba un oculto disgusto y aburrimiento.
-Amm... Oye Maika! Por qué no le cuentas a Isaac sobre nuestra banda?
-Iban a hacer una banda?! - preguntó Isaac asombrado.
-De hecho, lo estamos haciendo... - respondió Maika mientras le sonreía. -...se llamará "Two M"!!
-SI, TIU EM!! - siguió Mimi.
-Two M? Qué buen nombre!
-Jeje lo sé! - dijo Mimi - yo fui quien lo nombró de esa...
-Ajá si, Mimi. Y Maika, en dónde estudias? - interrumpió Isaac, mientras ignoraba a Mimi, la cual yacía algo... Desconcertada.
Y así, la conversación que inició a las 3:00pm concluyó a las 6:00pm.
Isaac se despidió de Maika y viceversa, luego se despidió de Mimi, quien aún manifestaba su expresión de disgusto de manera oculta.

Al ver a Maika irse, Isaac estuvo dispuesto a despedirse de Mimi, pero entonces ella lo detuvo.
-Isaac... Necesito pedirte un favor. - susurró con la mirada baja.
-Claro,  qué ocurre?
En ese momento, Mimi levantó la mirada y clavándola en Isaac, mostrando así un rostro de ira pura que, por más increíble que suene... A Isaac le asustó.
-...Aléjate de Maika.

Isaac llegó a su casa con un mal sabor de boca. Tal vez por la mirada de Mimi que él sintió como un ligero roce de una daga en la mejilla.

Al entrar en su casa, vio a su madre hablando con un extraño hombre, el cual estaba sentado al frente de ella en el sofá.
El hombre parecia tener una estatura un poco más alta que Isaac, llevaba el pelo marrón con un poco de canas, ojos del mismo color y vestía un terno completo que se hallaba en un estado algo lamentable, al igual que el hombre...
Este... Este es el hombre que vino a mi cada aquella vez, ahora qué es lo que quiere? Por qué mi madre lo dejó entrar si a mí me prohibió hacerlo?
-Isaac, toma asiento... - dijo la madre, con un tono autoritario pero tranquilo.
Isaac quiso decir algo, pero decidió acceder a su orden.
Se sentó en el tercer sofá libre y escuchó.
-Este hombre se llama Arturo y tiene algo importante que decirte... - prosiguió.
Y cuando el hombre habló, Isaac sintió aquel roce de daga cada vez más profunda... Y más profunda...

-Isaac... Yo... Soy tu padre.