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-Cuál es el problema? - preguntó el psicólogo.
-... Hace mucho, yo le hablé de una chica que me gustaba, pero que tuvo que irse a Estados Unidos. Usted me ayudó bastante con el tema y se lo agradezco. De hecho, ahora tengo otra novia llamada Maika... Pero Alice ha vuelto de Estados Unidos y no sé qué hacer.
El profesor Achi lo observó y se frotó el mentón con suma delicadeza mientras pensaba.
-Ya veo... Y eso cómo te hace sentir?
-Dudoso, confundido... Estresado y hasta con miedo.
-Sabes, Isaac? Cuando yo era niño pasé por tus problemas. Conocí a dos chicas que amé muchísimo: Karina y Sara. Pero sabía que amar a ambas estaba mal, entonces dejé de pensar y escuché a mi corazón como nunca antes lo había hecho, "...Ve con ella..." Me susurró claramente y supe lo que debía hacer.
Isaac yacía totalmente atento a la historia.
-Y que hizo?
Achi se rió.
-Sea cual sea la decisión que tomé... Al final termine casado con una de ellas.
-Pero con cuál?!
-Eso ya es desde tu perspectiva, pero estar con dos mujeres a la vez... eso no esta bien, lo entiendes?
Isaac asintió con la cabeza.

Salió del lugar, sintiéndose como un niño después de haber sido aconsejado por su padre.
Ojalá hubiera sido así...

Hora de salida. Maika lo esperaba mientras se percataba de la expresión deprimida que Isaac llevaba en su rostro.
-Amor? Te pasa algo?
Isaac alzó la cabeza, lloró y le robó un beso. Juntaron frentes mientras Maika miraba asombrada su comportamiento.
-Perdón, pero esta vez necesito irme solo.
Dicho eso, se dispuso a marcharse mientras que Maika solo se quedó parada observándolo con impacto.

Era de noche.
Tal vez cenar en la misma mesa con su padre no era algo que lo tranquilizara más. Terminó de comer y se fue a su cuarto.
No quería hablar con nadie, mucho menos con sus padres y mucho menos con su padre.
Y hablando del rey de Roma...
Se escuchó una ligera tocada de puerta.
-Isaac... Pasa algo?
-Lárgate.
Una respuesta cortante que no impidió el tomar asiento del padre a la cama de Isaac, quien increíblemente lo dejó.
-Escucha, Isaac. Sé que no he sido el mejor padre y no estoy muy lejos de ser el peor, pero si no pude darle consejos a mi hijo en su niñez... Al menos quiero hacerlo ahora.
Isaac lo pensó con cuidado, no sabía si contarle... Pero aceptó.
-Una amiga mía se fue a Estados Unidos cuando yo descubrí que sentía algo por ella y que el sentimiento era mutuo. Después de varios meses, logré cambiar de página y ahora tengo novia, pero ahora ella ha vuelto! Y no sé qué hacer! Estoy confuso y cada ves que pienso en ellas me duele el maldito corazón! Me duele!!
Isaac comenzó a llorar y su padre sólo observaba la escena.
-... Te duele el corazón?
-Sí! Eso dije! - replicó Isaac entre sollozos.
-Y sabes por que te duele el corazón?
-... Por qué?
-... Porque estás amando demasiado. Elije a la chica que te haga más feliz y la que se quede sin ti, con el tiempo tomará el mismo consejo que te estoy dando... Amar mucho hace daño, hijo. - dicho eso, se levantó y salió del cuarto.

El ABC de la vida 2 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora