El día en el que se congelaron.

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Había un poco de calma en todo lo que Seung Hyun hacía. No durante el primer año, que fue cuando tuvo dificultades para ajustarse a lo repetitivo de sus nuevos deberes, nuevos rostros y el nuevo yo que le exigían ser. Dios, como odiaba los patrones de la mañana, los desayunos en grupo y compartir habitaciones. Le recordaba a sus días en el colegio, especialmente a las clases de educación física, cuando era gordo y absolutamente todo era vergonzoso. Siempre odió desvestirse frente a otros, pero en el servicio militar la privacidad es un exótico lujo, uno que no se les puede dar. No tenía tiempo ni espacio para estar solo, mucho menos para pensar. 

Y ésto era precisamente lo que había planeado. Sus pensamientos no volvían constantemente a Ji Yong, y cuando lo hacían, todos los conflictos de Seung Hyun junto a él parecían abstractos a un lado de su vida en la armada. Sin embargo, estuvo casi un año preguntándose a sí mismo, "¿Por qué mierda me ofrecí para estar aquí antes y no después? ¿Por qué no pedí un trato especial?" antes de cambiar de escenario y apreciar lo brillante de su idea inicial. Llegó a gustar de la rutina, las ropas simples y los rostros masculinos sin maquillaje a su alrededor. Lo ordinario era bueno, el orden era bueno. Tenía complejos sin sentido. Bromas masculinas con los demás, las noches de regaños con el instructor, los intentos de infiltrar un poco de alcohol cuando era el cumpleaños de uno de los chicos - eso era la vida real que pasaba fuera del mundo de T.O.P, eso era lo que Choi Seung Hyun debía estar haciendo para mantenerse sano y feliz.

Pasar por todo eso le hizo darse cuenta lo jodida que su relación con Ji Yong había sido, cuan destructiva era y la influencia que tenía en ambos. Podía recordar como ellos podían hacer un infierno del trabajo de una bailarina cuando pensaban que el otro estaba coqueteando con ella. Además de los problemas de drogas, y Seung Hyun estaba seguro de que haber acabado su relación había sido la mejor opción. La vida con Ji Yong era difícil de sobrevivir y él quería una vida armoniosa, sin demasiadas complicaciones. Dejó la armada con la determinación de que podría lograrlo.

Podía continuamente trabajar con su felicidad sin Ji Yong sin interrupciones por más de un año. Las actividades de BIGBANG se limitaban al solo de Seung Ri mientras Ji Yong y Young Bae seguían a la mitad de su servicio militar.

Seung Hyun no estaba sorprendido de que esos dos hubiesen terminado en la misma unidad. Podía ser que no existiese un equipo de idols, pero una compañía como YG tenía el suficiente dinero e influencias para asegurar un trato especial de sus estrellas, un trato que él mismo había negado. Cuando pensaba en Ji Yong aún antes de conocer sus retorcidas formas de ser, no podía imaginarlo ajustándose a otro estilo de vida que no fuese el entretenimiento. Aparentemente, tampoco el presidente Yang, porque le ordenó a Young Bae que se mantuviese cerca para echarle un ojo a su problemático líder y cubrirlo si era necesario. Todos en la compañía lo sabían, incluso si no lo decían en voz alta. Seung Hyun lo escuchó justo antes de que el enlistamiento de Ji Yong saltase entre apático e hiperactivo.

—Está enloqueciendo— Young Bae le dijo al teléfono. —Y yo también, pero él no sabe aparentar fuera del escenario. ¿Sabes lo que hizo ayer? Durante una entrevista dijo que no veía qué uso podía dar en el ejército coreano, que a pesar de todo el entrenamiento que tuviese, él sería el primero en morir durante una batalla. Afortunadamente era para una revista, así que la agencia va a editarlo, pero YG se enojó. Tiene miedo de que Ji Yong haga algo peligroso, así que el mánager está con él veinticuatro por siete.

—¿Algo peligroso? ¿cómo qué?

Nada como auto lesionarse para evadir el servicio, no parece así. Pero todos saben lo bueno que es Ji Yong en mayores

Eso fue hace meses y Seung Hyun casi sentía la necesidad de llamar a Ji Yong y asegurarle que no sería tan malo. Pero cada conversación con Ji Yong terminaba con preguntas de si podían volver o intentarlo una vez más, así que Seung Hyun nunca lo llamó. Cuando Ji Yong se enlistó, no parecía estar pasándola tan mal como se había predicho, y Seung Hyun sintió que finalmente podría soltarlo. Tal vez Ji Yong había encontrado la misma paz que él tenía. Él era del tipo ganador, ¿verdad?

Men Of Passion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora