Hubo manos que ajustaron sus sábanas mientras dormía, y un par de ojos que lo observaban mientras despertaba. Manos cálidas que le brindaban comodidad, ojos amables que le hacían sentir seguro. Ji Yong no terminaba de entender cómo pasó, pero Seung Hyun no se marchó al día siguiente, ni el día siguiente a ese, en cambio pasaba su tiempo obligándole a comer y limpiando su apartamento. Ji Yong lo seguía a todos lados. La presencia de Seung Hyun era demasiado preciada como para perderse siquiera un momento de ella. Pero entonces Ji Yong lo perdió, perdió la cuenta de los días, de los platos de sopa sin terminar, de las pilas de ropa sucia y bolsas de basura que dejaban su hogar; y a penas era capaz de contar sus propios dedos. Estaba siendo sumergido en un hoyo negro lleno de esas cosas de ocho patas que hormigueaban por todo su cuerpo. No estaba siquiera consciente cuando comenzó a romper y tirar objetos en su habitación, gritándole a Seung Hyun y reclamando que si no conseguía lo que necesitaba moriría ahí mismo. Seung Hyun le hizo algo a la puerta para que no pudiese simplemente salir y comprarlo.
Entonces un doctor vino a verlo, mantuvo sus párpados abiertos y alumbró su mirada oscurecida y nublada con una luz cruel (la bruma llenaba los cuartos y la oscuridad hundía su cuerpo, ambas lograban aparecer sombras donde fuese). —Es el síndrome de abstinencia. Sus síntomas deberían pasar en un lapso de cuarenta y ocho horas— dijo y le dio a Ji Yong algo que no le hizo sentir nada mejor, pero parecía succionar todas sus fuerzas y evitaba que se comportase agresivo. Sus ataques de ira acabaron, pero ahora Ji Yong a penas se levantaba de la cama, incluso le costaba controlar lo básico de su cuerpo: despertaba temblando, su rostro colorado y sudoroso. —Lo siento, lo siento tanto— murmuraba, pero Seung Hyun sólo respondía: —No es nada, a cualquiera le podría pasar— y le ayudaba a lavarse.
Agua mezclada con lágrimas. —Lo siento, lo siento tanto.
Era a penas capaz de visualizar la sombra de Seung Hyun paseándose al fondo del tapiz de la sala gracias a la luz proveniente de la cocina, y de repente aparecieron demasiados rostros, observándolo fijamente con la mirada vacía. Trataba de localizar a Seung Hyun entre ellos, entonces las mariposas comenzaron a esparcir polvo blanco alrededor de él. Con desesperación trató de tomar un poco y lamerlo de la punta de sus dedos, pero a los rostros les crecieron brazos y manos, atrapándolo entre ellos. Mordían y lamían sus dedos, él trataba de resistirse y alejarlos, pero no podía. Cuando de repente lo soltaron cayó al piso y el dolor lo envolvió. Trató de arrastrarse lo más rápido posible pero el suelo estaba resbaloso. Entonces alguien lo sujetó y lo cargó para colocarlo de nuevo sobre la cama. De nuevo se resistió, y un sudor helado cubría su cara. Temblaba mientras el calor lo envolvía.
—Cálmate— Seung Hyun dijo, y Ji Yong lo hizo como si su voz fuese un mismo tranquilizante. Pestañeó repetidas veces. El rostro de Seung Hyun estaba demasiado cerca y Ji Yong notó que el calor provenía de su cuerpo. Por primera vez desde lo que parecía haber sido una eternidad, su mente había encontrado tranquilidad.
—Estamos en la cama— dijo. Era verdad. Era realidad. Estaba siendo asertivo.
—Te caíste del sofá, has estado delirando. Por eso te traje aquí, tengo miedo de que te lastimes, tuve que sostenerte— Seung Hyun explicó. No era importante.
—Estamos en la misma cama— la sola idea era como un latido del corazón, ahora sabía que ya no estaba muerto.
—Lo estamos— los dedos de Seung Hyun acariciaron su espalda. Paz. Estabilidad.
—Yo... yo me perdí de algo, ¿verdad? Algo entre nosotros dos. Tú llegaste y, y, yo sólo era un problema, creo— la vergüenza hundía su mente y se instaló en su estómago mientras recordaba algunas escenas de los últimos días. ¿Cuánto tiempo había pasado desde eso? No sabría decirlo.
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Men Of Passion.
Fanfiction"Cuando algo me gusta, me adelanto a su final, y es por eso que me enfermo de ello tan fácilmente." [Cita de la entrevista de T.O.P para la revista W: Running on Empty (Noviembre 2013)] Jugar con fuego es divertido. Quemarse los dedos es doloroso...