Me centro en mirar a la chica de la mesa 3, la observo detalladamente admirando cada facción de su rostro.
-Deja de mirarla, pareces un maldito acosador.- dice mi amigo George haciendo que quite rápidamente la mirada de la chica.
-No puedo evitarlo, es malditamente hermosa. -digo colocando en mi hombro el trapo que estaba utilizando hace unos segundos para limpiar.
-Bueno ¿Por qué no le tomas la orden?-toma una libreta y un bolígrafo del mostrador, y me lo tiende.
-¿Estas loco?, haz visto lo nervioso que me pone.- susurro avergonzado haciendo que mi amigo suelte una carcajada.
- Oh vamos, ¿qué es lo peor que pueda pasar?- dice con cierto tono de diversión.
-La semana pasada cuando cruzamos miradas termine con un bote en la cabeza.- digo riendo al recordar ese incidente.
-Solo ve a tomarle la orden.- me toma de los hombros y me da un empujón.- ¡corre por tu Julieta Romeo!-
Rio al escuchar eso último y me acerco lentamente, al estar casi cerca de ella respiro hondo y me aclaro la garganta haciendo que esta volteé.
-H-hola, bienvenida a la cafetería shine, ¿estás lista para ordenar?- volteo rápidamente mi rostro para evitar que vea lo sonrojado que me he puesto.
-Hola, sí, un capuchino y un pie de limón, por favor.- sonríe haciendo que me sonroje a un más, asiento y me alejo rápidamente para ir por su pedido.
-Amigo, dejame decirte que la cagaste bien cagadamente.- George ríe y da palmaditas en mi hombro.
-Ya lo sé.- bufo y tapo mi rostro frustrado.
-Venga preparemos la orden de tu amada.- ríe negando mientras yo me quedo observándola pensando en lo idiota que soy.
