CAPITULO 7

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Las noches son profundas en Gotham y comienzan a diferentes horas para los diferentes pobladores, podrías notar que para algunos comenzaba cuando se ocultaba el sol, Alfred decía que se podía dividir a Gotam con una línea recta que separaba a ricos de pobres y que trazada de otra forma podías ir de bueno a malo y peor con solo caminar por la misma avenida.

— Solo se lo recuerdo Joven Bruce...— Alfred se lo comentaba mientras le acercaba el saco que usaría es noche en su importante cita.

—Lo se Alfred lo se... tú me enseñaste a conducir ¿recuerdas? —Alfred no pudo evitar sonreír ante el comentario de Bruce—no me vayas a esperar despierto Al..

—Lo se joven Bruce nunca lo hago cuando sale a tan importantes citas...

—Es solo una cena de amigos, pero la plática siempre se prolonga demasiado.

—Entendible señor... —Alfred se dirigió a la salida de la habitación— por si gusta aprovechar al máximo la noche le recuerdo que su departamento en la torre de departamentos Star está disponible y limpio— Bruce sonrió su mayordomo le conocía demasiado bien.

¡Pizza! Dijeron grandemente sincronizados ambos ojiazules, después de que Arthur se disculpó por el desastre causado en la habitación donde los paquetes de frituras y restos de galletas abundaban por el suelo—eso fue lo último pequeño Barry...— dijo Arthur mientras le indicaba que arrojara el ultimo montón de migajas en la bolsa que sostenía

—Tengo hambre...— se quejó Wally con algo de congoja

—Si bueno, yo también— Arthur cerró la bolsa y miró su reloj— tu padre ha tardado demasiado...

—¿Le habrá pasado algo? —Wally puso un semblante algo preocupado

—No creo...

—Pero tú has dicho que la ciudad es peligrosa— y para Wally lo era es decir desde que llegó a Gotham había tenido malos momentos casi a diario

—Wally no estés paranoico ¿sí? Seguro que se perdió de camino a la pizzería...

—O se detuvo a acariciar un perrito—dijo Wally en tono de broma—Arthur ¿puedo tener un perrito?

—Si eso suena a Barry, él es demasiado amable—dijo Arthur—Y por mi si puedes tener un perro, pero tendrías que preguntarle a tu padre— Arthur dijo esto mientras colocaba la bolsa de basura en su sitio

—¡Ya estoy de vuelta! —Barry apareció sosteniendo un par de cajas de pizza entre sus manos—¿todo bien? —Barry colocó las cajas sobre la mesa—¿me perdí de algo?

—Arthur dijo que puedo tener un perrito—dijo alegremente Wally

—¿Qué el que? —Barry miró no muy contento a su compañero de cuarto

—No, no, no... yo dije que por mí no había problema pero que tenías que preguntar a tu tío —explico Arthur mientras se paraba tras de Wally—anda peque no andes diciendo esas cosas... que me subirán la renta—dijo a modo de broma

—Que graciosos los dos... —el rubio y nuevo asistente administrativo volvió a tomar las cajas—mejor vayamos a comer, el que llegue de primero a la habitación escoge la película

—¡Papi no! —Wally salió corriendo tras de su tío—¡Siempre eliges de Disney! —Arthur solo se encogió de hombros y fue tras de esos simpáticos sujetos que habían venido de ciudad central para alegrar sus noches en Gotham.

"Pasando el bonito barrio donde seguramente vive, más adelante comienza uno no muy bonito..." la frase la repasó Barry mientras recorría las calles en busca de una Pizzeria, pudo ver a lo lejos que las calles siguientes se veían más oscuras y con edificios más abandonados.

Chicos de GothamWhere stories live. Discover now