CAPITULO 12

729 100 23
                                    

Los llantos rompían la noche, en medio de la lluvia trataban de mantenerlo seco, usando sus cuerpos y sus escasas ropas inclusive un par de cartones que habían encontrado—hay que buscar un mejor lugar para resguardarnos— intervino Dick

—Acepto sugerencias—continuo Jason —¿Por qué este enano pulgoso no deja de llorar?

—Tiene hambre...— dijo Tim de modo lastimero

—Yo también y no me estoy quejando de esa forma...— continúo Jason

—No seas idiota, es porque tú no eres un bebé—le reprendió Dick— aunque te quejas como uno, solo que sin tantas lagrimas

—Vete al diablo Dicktonto— después de la frase de Jason los lloriqueos del pequeño Damián arreciaron—¡Esta bien!

—¿Dónde crees que vas?

—Por comida, espérenme por aquí...— Jason corrió para salir del callejón Dick tomó a Tim y a Damian y se pegó un poco más a una pequeña saliente

—¡No tardes mucho! — Dick sintió como Tim se pegaba más a sus piernas cuando un rayo ilumino la noche para ser seguido del sonido de un trueno—ten cuidado...

—Tengo miedo...—se quejó Tim

—Tranquilo, estaremos bien... — Dick abrazo con fuerza a los pequeños—estaremos bien...

Se despertó con esa escena y esa frase en la cabeza, habían pasado varios días luego de que Tim desapareciera y lo encontraran, a veces Dick se ponía a pensar en cómo cuidaba de sus hermanos y hacía donde los estaba llevando realmente, miró a sus hermanos que dormían plácidamente uno muy cerca de otro, con Jason rodeando a los más pequeños, la verdad es que aunque lo negase Jason era más protector que él.

—Ñam...—Jason abrió los ojos con pereza y vio que su hermano le estaba mirando bastante serio—¿Qué?

—Nada—contestó Dick, notó que Jason se ponía de pie con cuidado de no despertar a sus hermanos pequeños—¿y ahora que hice? —Dick no respondió solo se dirigió a la tapiada ventana—vamos ya te pedí disculpas por el pleito de la otra vez y por haberme gastado más del dinero en aquellas galletas que no compartí con ustedes... ¿vas a seguir enojado?

—No Jason no es eso...

—¿Te duele algo? ¿Son cólicos? Leí digo escuche que cuando se llega a la pubertad te dan cólicos y no sé qué... —decía Jason insistente

—¡No! —Dick se tapó la boca al ver que había subido el volumen — solo pensaba, recordaba más bien y me preguntaba si es cierto que les estamos dando una buena vida a las pulgas... es decir...

—Dime que no estás pensando lo que creo que estás pensando—Jason se mostró un poco ofendido

—No, ni soñarlo, es solo que los enanos están pasando por muchas ¿cómo se dice?

—... carencias...—intervino Jason ganándose una mirada suspicaz de Dick—Están mejor de lo que estuvimos nosotros Dick— Jason se acercó a su hermano y le puso una mano en el hombro—yo creo que haces un buen trabajo, eres medio cascarrabias a veces pero no estás tan mal

—¿Cascarrabias?¿Carencias? ¿De dónde sacas esas palabras? —Jason se cohibió ante lo que decía Dick—¿Jay?

—Emm... yo bueno...—Jason empezó a tartamudear al recordar que esa palabra se la había enseñado su príncipe rojito, Dick no dijo nada mas solo abrazó a su hermano y le besó la frente—¡NO me estés llenando de baba!

—¡Dick! — el grito de Jason acabó por despertar a Damian, Dick negó con la cabeza, ya era hora de desayunar o al menos de comer algo considerado medianamente como desayuno

Chicos de GothamWhere stories live. Discover now