CAPITULO 9

781 108 23
                                    


Los billetes que tenía Tim en la mano eran de buena denominación, eran un buen botín para todos, sin embargo Dick no lucía muy contento—¿Qué pasa Dick? ¿No hice buen trabajo? —Tim lucía algo inseguro—¿Por qué estás enojado?

—Porque nunca haces lo que se te dice, solo tenías que vender dulces...

—¡Pero los vendí todos!

—¿A quién? —Dick lucía más que nada preocupado —¿A ese extraño sujeto?

—No es extraño, es muy amable...

—¡Tu no lo conoces para nada!

Tim se avergonzó de lo que le decía su hermano, la verdad es que tenía razón, el no conocía a ese señor, pero le había dado mucho dinero entonces no podía ser tan malo ¿verdad? —pero no parece mala persona...

—Pedazo de enano irresponsable...—Dick se detuvo al ver que su hermano menor ponía cara de tristeza—Tim entiende... me preocupo por ti, ¿Cuántas personas que se suponía que eran "buenas" hemos conocido? —Tim tuvo que admitir que Dick tenía razón

—La calle es mala—dijo Tim como si fuera un mantra

—Mala...—repitió el pequeño Damian— Mala, Mala... ¡Maldición! —Dick frunció el ceño con desdén por lo mencionado por el menor

—¡Deja de insultar Damian! — le reprendió Dick, pero el menor hizo una trompetilla y se hecho a reir— mira que buen día tuvimos, tu insultando y este descuidado hablando con un extraño que le da dinero

—¡que no es malo! —Se quejó Tim —además te conoce...

—Te he dicho que no le creas a los desconocidos, ese señor solo es un paseante habitual de por aquí... es normal que me haya visto alguna vez

—Pero me preguntó por ti—contestó Tim

—¿Qué? —el mayor meditó un poco lo que Tim le comentaba—enano ¿que tanto le dijiste?

—Yo... no dije nada... solo dije que tú y Jason son mis hermanos y que el semáforo es nuestro...

—En serio Tim, ¿no querías llevarlo a casa?

—No creo que le hubiera gustado ir con nosotros, se ve que le gustan, las cosas caras—explicó Tim tratando de defenderse, Dick aun le miraba enojado, el menor tuvo que admitir que había roto las reglas impuestas por sus hermanos.

Los regaños se llovían esa tarde por toda Gotham según parecía, mientras Dick reprendía a Tim, Barry hacía lo propio con su sobrino—No quiero que vuelvas a irte por ahí así nada mas ¿entendido? —era como la cuarta vez que Barry le decía la misma frase a su pelirrojo hijo una y otra vez

—No me fui lejos, solo estaba buscando mi balón...Vamos Tío ya perdóname...— respondía bastante apenado Barry— además ni siquiera regresaste con las paletas heladas que habías dicho

—Bueno el señor no estaba en el lugar que pensé— comentó el rubio para aminorar un poco el reclamo del menor

—¿Te perdiste verdad? — Barry miró hacía otra dirección para que Wally no notara lo avergonzado que estaba—siempre te pasa lo mismo Papi...—dijo divertido el menor

—Bueno la ciudad es nueva, ya te lo había dicho, además el parque es muy grande...

—Yo quería mi paleta helada—explicó Wally con un ligero tono de decepción que a Barry le dio demasiada ternura

—Lo se... pero qué tal si... —Barry giró la cabeza buscando una farmacia, tienda de abarrotes o algo donde pudiera comprar lo que el chico quería, cuando lo vio— ¿Qué tal ahí? — Barry señaló una heladería que tenía una pinta bastante simpática.

Chicos de GothamWhere stories live. Discover now