La albina amaba ver como el rubio sonreía cada vez que alguien probaba su comida, este a la vez, le gustaba ver las expresiones de dolor que ponían sus comensales tras probar sus platillos chinos.
Él era, lo que comúnmente se conoce como un sádico, alguien que disfruta el dolor ajeno. Pero este sadismo solo lo ocupaba en la cocina.
Terunori, aunque no lo pareciera, le gustaba ser un caballero con la chica que le gustaba, y para demostrarle todo su cariño no encontró otra forma más que hacer uno de sus platillos más picantes, solo para ella.
- Te puedo preguntar nuevamente ¿QUÉ HACES AQUÍ? - gritó el poseedor del 8° asiento
- La señorita me mandó a probar tu comida - dijo, con el poco entusiasmo que le caracterizaba, Kurokiba.
El asunto estaba así, una vez a la semana Kuga cocinaba, en las instalaciones de la SI de Cocina China, un platillo especial para su novia Alice, pero cada una de las veces esta lo había rechazado porque no le gustaba la comida picante, enviando en su reemplazo a Kurokiba, para que la comida no se desperdiciara.
Ninguno de los dos quería ceder en sus deseos, debido a que la competitividad era una de las cosas que los caracterizaba a ambos.
- Y ¿qué preparas hoy? - preguntó el pelinegro, mientras miraba a su senpai cocinar - El platillo de la semana pasada estuvo bueno, creo que cada vez te quedan más picantes.
Este no le respondió por la frustración que sentía. Que debería hacer para que Nakiri Alice acceda siquiera a probar una cucharada de su comida, él sabía que la chica no era amante de la comida picante, pero eso solo hacía que este quisiera ver aún más su expresión.
Tras tanto pensar en cómo atraer a la Albina, se le ocurrió una idea, y el señuelo estaba justo en frente de él.
- Kurokiba, ¿por qué mejor no tenemos un Shokugeki en tres días aquí, en la SI de Cocina China? - mostró una gran sonrisa el senpai
- Mmmm, no quiero - contestó el pelinegro, el asunto no lo motivaba.
- PERO ESCUCHAME PRIMERO - gritó, perdiendo los estribos - Solo escúchame, si yo gano tu dejaras a Alice y serás mi ayudante.
- ¿Y si yo gano? - preguntó Kurokiba, mostrando un poquito más de entusiasmo
- Si tú ganas... si tú ganas - pensó por unos instantes el de cabellos bicolor - Si tú ganas le preparé a Alice un platillo especial sin picante.
- Suena como un premio para la señorita y no para mí - respondió el chico. Sabía perfectamente que el premio a él no le serviría, pero deshacerse del senpai era una buena recompenza. El pelinegro estaba aburrido de perder el tiempo una vez a la semana visitando al novio de su "señorita" - Pero aceptaré, nos vemos en tres días - dicho esto Kurokiba salió del lugar.
- ESPERAAAA - gritó Kuga
- ¿Qué pasó? - dándose media vuelta, preguntó Ryou
- Tenemos que decidir quiénes serán los jueces, el horario y el tema y ... y - tomó aire para decir su última frase - Tienes que quedarte a probar la comida que estoy cocinando hoy - dicho lo último, le dirigió una mirada asesina al pelinegro
- Mmm los jueces.... Yo escogeré a dos y tú a otros dos, y para que sea impar, la señorita será la quinta juez ¿te parece? - su interlocutor asintió, por lo que siguió - el horario, debería ser a la hora de almuerzo, nos ahorraremos ese dinero - el bicolor no podía creer los motivos que lo llevaron a decidirse por ese horario, pero nuevamente asintió - y el tema ... ¿que te parece un postre?, así ninguno de los dos cocinará con sus fortalezas y la señorita podrá probar sin preocuparse del picante, y el ingrediente principal que se decida el mismo día - nuevamente, Kuga asintió, sus argumentos eran extraños pero justos.
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Shokugeki no Shipp
Hayran KurguEsta historia estará compuesta de drabbles cortos sobre la relación de las parejas dentro del universo de Shokugeki no Sōma. Las historias no tendrán relación entre ellas