Erick, Erick, Erick, era lo único que importaba ahora mismo, lograr conquistarlo.
Hacer una lista de cómo hacerlo, quizá funcionaría mejor:
1. Saber cómo es, o mejor dicho: quién es, porque ni siquiera le conocía físicamente
2. Hablarle: que sea un "accidente", chocar con él o algo tonto
3. Conocer un poco más acerca de él: sus gustos, lo que odia, lo que le gusta hacer
4. Hacerlo mi amigo: no hay mucho que hacer aquí
5. Enamorarlo: coqueteos (podría funcionar)
6. Que me echen para poder ir con Christopher: Amor, allá voy
-Entonces dices que cursa ¿cuántas clases con nosotras? – miré a Sara esperando respuesta
-Depende, lunes creo que dos, el martes una, miércoles ninguna, jueves y viernes cinco
-Vaya – esta chica sabía mucho – ¿Cómo es que sabes tanto?
-Bueno, es que su amigo está siempre con él y bueno
-¡Te gusta!
-Shhh- se puso su dedo índice en la boca – Cállate alguien podría escucharte
-¿Cómo se llama?
-Erick
-No mensa, su amigo
-Oh, él...- se quedó callada mirando un punto fijo y sonrió como boba
-Zabdiel – respondió en un suspiro
-¿Es ese de allá? – lo señalé
-No lo señales
-¿Por qué?
-Porque se dará cuenta
-¿Y no quieres que eso pase?
-Obvio que no
-Muévete – una voz femenina se escuchó detrás de mí empujándome
-¿Qué te pasa?
-Estas estorbando
-Hay mucho lugar para pasar por allá nenita, así que vas – me hizo una mala cara y se sentó a un lado de Whitney
-Tenía que ser – respondí al ver con quién se juntaba
-Es Pamela su mejor amiga
-No sé cómo puede tener amigas
-Ella era mi amiga, pero no sé porque de un momento a otro se juntó con ella, quizá quería ser popular
-¿Popular?, eso es ser una miss bitch, Whitney es lo único que hace, ser una odiosa
-Eso creo
-Ven – jalé a Sara y caminé hasta donde estaba Sandiel sentado
-¿Está ocupado? – le pregunté al chico de cabello rizado
-Ay no Madi ¿qué haces? – me susurró al oído y cuando miré su rostro, juro que estallaría en cualquier momento por ese color que tenía
-No – respondió de mala gana
-Bueno, genial- tiré de su mano y senté a mi amiga a su lado, después me senté yo
-Tienes que hablarle – le susurré
-Me están sudando las manos- dijo nerviosa secándose sus manos en su falda
-Escucha te gusta su amigo, yo me tengo que ligar a su amigo, hagamos esto- le sonreí dándole ánimos
-¡Erick! – escuché a alguien llamándole y cuando escuché ese nombre levanté rápido mi vista para lograr verle.
-¡Hey Zab! – le sonrió dejando su mochila a un lado del chico
-Ay no – pronuncié y Sandra me miró confundida
-¿Qué? – me miró
-Ese es el imbécil que me tiró su almuerzo encima ayer – suspiré frustrada
-¿Erick?
-Sí
-¿En serio?
-Ay que sí – saqué un cuaderno, trataba de prestar atención a la clase pero no era fácil, menos cuando tenía que conquistar a un tarado como Erick.
En cada momento chocaba mi rodilla con la de Sandra para que ella hablara con Sandiel, pero al parecer ella se negaba
-Ay vamos Sandra, te la dejé fácil, sólo dile hola y ya está
-Soy Sara – rodó los ojos – Y no, no es fácil
-Lo de Sandra es de cariño – le sonreí y ella negó riendo
Era una larga mesa con sillas en todo lo largo, estar cerca de la otra persona dependía de ti, lastimosamente Erick estaba a mi otro extremo, estábamos así *empezando de izquierda a derecha viendo desde la perspectiva del profesor*: Erick, Sandiel, Sara y yo.
-Bueno ¿alguna duda? – cuestionó el profesor y todos negaron
-Seguro que cuando termine la clases todos se preguntaran entre todos ¿qué dijo?, ¿entendiste lo que dijo el profesor? Y el otro responderá: no entendí nada. – comenté y Sara soltó una carcajada
-Eso es cierto – Sandiel se dirigió a mí, le regalé una sonrisa
-Que metiche – le susurré a Sara
-Su voz es tan hermosa
-Ay por favor Sara solo háblale a Sandiel y ya está
-Se llama Zabdiel
-Bueno, bueno, como sea
-No, Madi es que es muy difícil créeme
Rodee los ojos frustrada
-Bueno clase nos vemos mañana – las únicas palabras que me interesaban por ahora y las únicas que escuché por cierto
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Jugando a enamorarte
FanfictionDesastre es igual a problemas, cosa que los padres de Madison querían evitar a toda costa. Llevarla lejos fue la única solución que ellos encontraron cuando rebasó los límites de su paciencia; un internado para problemáticos. Con lo que sus padres...