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-Me enamoré de su hijo – se quedó callada y su rostro pasó de ser uno relajado a uno preocupado

-Otro punto a favor, debes irte – no mostró ninguna expresión en su rostro y sin más se levantó de su asiento

-Yo entiendo que sea su hijo y su todo pero en verdad me enamoré de él, sé que no es la indicada usted para saberlo, pero necesito sacar esto, lo quiero, me enamoré, por favor no me eche porque entonces no lo veré más

-Ve empacar – fue lo único que dijo y salió de su oficina. En pocas palabras me había ignorado, y como no, si mi impulso por decirle eso había salido de la nada.

Me levanté frustrada y con ganas de mandar todo lejos, caminé hasta mi habitación, comencé a guardar mis cosas y antes de irme escribí una carta para Sara, Amy y por supuesto para Emily a todas agradeciéndoles por haber apoyado y demostrarme la verdadera amistad, además aproveché para pedirles un favor; entregarle una carta a Erick.

Mi corazón se ablandó totalmente en el momento en que coloqué la pluma sobre el papel, y sin más comencé a redactar todo:

Erick...

Quizá estás molesto, sabes las cosas que la gente dice sobre mí suelen no importarme pero no tienes ni la menor idea de mucho que me dolieron las que tú me dijiste y tienes razón, "que mi corazón sea feo no quiere decir que tenga derecho a destrozar el de los demás", menos el tuyo. Esperaba ser alguien en tu vida, sí, lo admito, tenía un plan para irme, lo siento, siento por involucrarte en esto, pero lo siento aún más por mí que involucre todo mi corazón en ello.

Que mal que todo terminara así, porque esperaba ser la persona que te gustara muchísimo, que cuando vieras mis ojos pensaras que son los más bonitos, esperaba besar tus labios tan suave que de ellos se escapara un suspiro, quería ver tus ojeras y enamorarme de ellas como lo hice de tus ojos verdes, admirar cada detalle de ti, verte sonreír y escuchar esa risa tan bonita que tienes. Amaba cuando me decías "te odio" acompañado de un risa cada que te molestaba. Quería ver mis manos enredadas en tu cuello cuando te besara mientras acariciabas mi mejilla, en estos momentos quiero abrazarte, pero seguro que estás tan molesto que ni siquiera te he cruzado por la cabeza y si sucedió, seguro me imaginaste como la peor persona y me odiaste, que lástima, porque quería contar tus lunares que me encantan, yo esperaba tanto y me quedé sin nada, esperaba amarte sin miedos y sin mentiras... pero lo entiendo, fue mi culpa, y lo siento, me arrepiento de no haber arriesgado por ti, espero me puedas perdonar. [Atte. Madi]

Cuando terminé de escribir, la doblé y la dejé junto a la otra carta que era para las demás chicas, sólo que a esta le puse "Erick" para que claramente ellas no la leyeran, esperaba que no lo hicieran.

Salí de la habitación dejando un suspiro como recuerdo, caminé hasta el patio trasero donde según la directora me estarían esperando para llevarme al aeropuerto. Y cuando finalmente llegué, efectivamente se encontraba un señor que amablemente subió mi pequeña maleta al auto y comenzó a conducir.

Por fin tenía mi celular en las manos, la directora me lo había regresado, y en realidad no me importaba, lo que me importaba en estos momentos no era nada material, mi cabeza solo podía pronunciar un nombre: "Erick".

-Hola- saludó mi mamá animosamente cuando me vio – Mi vida te extrañé mucho

-Hola – saludé sin mucho ánimo

-Cariño ¿todo bien?

-Excelente – suspiré mirando a mí alrededor -¿y mi padre?

-no pudo venir, lo siento cariño

-Qué raro, creí que esta vez iba en serio y si les entusiasmaría el hecho de tenerme aquí

-Amor tuvo compromisos, pero vamos, estás lindísima, ¿Qué tal estuvo todo por allá?

-Mamá sólo quiero dormir

-Al parecer tu conducta sigue igual Madison – tal parecía que se había cansado del papel de buena madre

-Da igual si lo está o no – una lágrima cayó por mi rostro, pasa que a veces no puedes ocultar por tanto tiempo el dolor – Ni siquiera te importa si había hecho amistades, prácticamente no me quieren en ningún lado, me siento destrozada porque por primera vez me sentía bien en un lugar y me sacaron sin importar nada – suspiré y jalé mi maleta para largarme lo más pronto

Mi madre alcanzó mi paso y habló

-Madison lo siento mucho, pero así es la vida

-Wow – aplaudí de forma sarcástica – La vida no es tan mala como crees madre eres una genio de verdad

No dijo nada y caminó a mi lado, el resto de camino parecía igual de muerto que todo lo demás

Una vez que llegamos a la casa, decidí ducharme y dormir, no había mucho que hacer, y si lo había igual no tenía ánimos.

Estaba a punto de meterme a bañar cuando caí en la cuenta que no tenía mi celular, bajé de prisa las escaleras gritoneando por toda la casa.

-¡Mi celular!, ¿vieron mi celular? – Preguntaba a la gente que limpiaba o ayudaba en la casa - ¿no lo vieron? Es rosado- seguí buscando por toda la casa hasta que mamá apareció molesta

-Quieres dejar de gritar

-Perdí mi celular

-¿Y? - rodee mis ojos ante su comentario

-Tú no entiendes – rodee mis ojos

-Lo hago

-¿Segura?

-Te ayudaré a buscarlo entonces

-Gracias

Comenzamos a buscarlo entre ambas, pero al parecer no estaba, era la única manera de saber si alguien se había preocupado por mí, y no lo tenía, ahora no tenía idea de qué pasaría. Me di por vencida luego de buscar por todos los rincones posibles de la casa y no dar con el celular.

-Te compraré otro y ya – me animó mi madre

-Lo importante no es el celular madre, son los contactos

-De acuerdo, entonces, si no sé cómo ayudarte – se giró dándome la espalda y caminó hacia la cocina, suspiré cansada y desee estar al lado de Erick, era lo único que en estos momentos se me venía a la mente.


Una pesadilla me hizo levantarme de golpe, me había ido del internado, oh no, esperen, no era una pesadilla en realidad si me encontraba en casa de mis padres. Y sí, también estaba sola, ni siquiera se escuchaba ruido en la casa. Bajé las escaleras y encontré una nota que decía "llama por cualquier cosa, salimos al trabajo cuídate Madi no nos decepciones" y junto a esto un celular.

Desempaqué y desayuné, no tenía tantos ánimos, era difícil acostumbrarse a nuevos ambientes y mundos, de hecho mi "desayuno" casi era cena, pues la diferencia de horarios no me ayudaba a acostumbrarme rápido.

Tomé mi celular, llaves y unos auriculares, saldría a caminar, era lo único que necesitaba en estos momentos, un poco de paz.

Mi celular vibró de pronto marcando "número desconocido" sentí mi corazón palpitar a mil por hora, me imaginaba unos lindos ojos verdes detrás de aquella llamada, así que no lo dudé y respondí rápidamente.

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Gracias, gracias, gracias por seguirla leyendo 💜 en verdad que son las mejores :') 

Jugando a enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora