— Mina, aún no quiero despertar...
Dijo aquello algo ronca, usando las señas como costumbre.
Mina se mantenía sonriente, a su lado, sosteniendo su mano y acariciándola lentamente.
— Te amo...
— No, no digas eso. — se separó bruscamente del abrazo cálido que la pelinegra le proporcionaba. — Si lo hicieras no estaríamos aquí, tú despertarías y yo dejaría de creer que estos sueños sirven de algo...
Mina asintió, triste, pero eso no quitaba la sonrisa de su rostro. Siempre resplandeciente, destacando con sus finas facciones y su lacio cabello. Había cambiado mucho, demasiado. Ya no usaba ese labial rojo que siempre adornaba sus labios, tampoco el rubor crecía en sus mejillas cuando le decía cosas lindas. Y es así porque Mina no es Mina, y ella lo sabe, pero intenta hacerse creer que esa es única manera de comunicarse con ella, a través de un sueño.
— Yo no decido en sí debo o no despertar...
— ¡Claro que sí! Si yo quiero despertaría ahora mismo, ¿por qué tú no? — se sentó molesta en el frío suelo blanco de esa habitación. No sabía con claridad dónde estaban, siempre se encontraban ahí al lado de esa banqueta blanca donde conversaban. Odiaba lo linda que Mina se veía con el vestido blanco mientras que ella rompía la paz del lugar con sus prendas negras.
— Si tanto puedes decidirlo, intentalo.
Lo quiso intentar, no le gustaba cuando la "sonámbula" se burlaba de ella. Porque eso era, una sonámbula en sus sueños.
— Vez, no es tan fácil Chaeng...
— ¡No me hables! — le gritó cruzándose de brazos y empezando a llorar.
Mina asintió, con un semblante triste y sereno, levantándose de la banqueta para luego caminar hacia algún lugar de ese mundo blanco, caminando siempre dándole la espalda a la menor.
Despertó llorando, sudando y temblando. Sus mejillas estaban pegajosas y sus manos no podían sostener bien las sábanas que la cubrían.
Momo apareció como siempre, con una gran sonrisa a pesar de estar en silla de ruedas y que sus ojos ya no desprendían el mismo brillo de antes. Era increíble cómo un alma se iba y se llevaba consigo muchas más.
— Hola, nena. — no era raro verla llorando en las mañanas o mientras duerme, por lo que no se preocupó en su totalidad en calmarla. — !Traje el desayuno! Es difícil prepararlo si Sana no me ayuda, así que por favor come...
Limpió sus lágrimas con la manga de su suéter, uno de los tantos que le había dado Mina ese día antes de dormirse profundamente. Sonrió sin fuerzas, sentándose para recibir la bandeja que se posaba en el regazo de su amiga.
— ¿Y ella?
— Con Tzuyu. Me dijo que te dijera que ella te dice "Hola". — amabas rieron.
— "Hola para ti también, Tzuyu". — Momo asintió, tomando el mensaje. — ¿Tus terapias?
La mayor negó, jugando con la manta que cubría sus piernas por ahora inmóviles. No recuerda cómo usarlas y se sentía estúpida pues le hacían mucha falta, quería poder ir por su cuenta a visitar a NaYeon, no depender de cualquiera para que su silla no se atasque en un bache.
ChaeYoung negó ante su silencio. Le contaría a Mina.
— A Mina no le gustaría que no caminaras de nuevo...
— A NaYeon tampoco...
****
— Hoy me dijiste que no podías despertar. — le dijo gimoteando, limpiándose las lágrimas que se acumulaban en sus ojos. — Te grite...Mina sólo hacía silencio, y se sitió tan identificada, tan presente en esos momentos. Sabe lo que se siente querer hablar pero no poder. Y vaya que la vida da vueltas. Ahora era Mina quien estaba en silencio.
Se acercó más a ella, acariciando su rostro y apartando el cabello de su rostro. Odiaba verla despeinada, recuerda lo linda y elegante que era Mina, peinada con el mínimo desorden en su cabello.
— Yo sé que puedes despertar...sólo intentalo...— derramó una lágrima y se la limpió con rapidez, Mina nunca la quería ver llorar.
Miró hacia la izquierda donde se centraba un buró blanco con flores, esas que traía todos los días porque eran hermosas como la chica que se mantenía postrada en esa cama.
— Yo...yo sé que puedes. — siguió, respirando entre oraciones para poder relajarse y no entrar en pánico. — Yo sé que lo intentas pero...no es suficiente. ¡Te necesito Mina!. — la abrazó, y no lo había hecho desde el accidente. Sentía un pánico horrible cuando sentía el cuerpo frío de la chica, o cuando estaba tan caliente que los doctores la sacaban de la habitación para establecerla.
Lloró en su cuello, abrazándola con fuerza mientras decía cual quiere cosa.
Su teléfono sonó y Momo💅 apareció en su pantalla.
Se le olvidaba.
Se levantó con pesadez de la cama, limpiando su rostro y el cuello húmedo en el cual había llorado. Se disculpó con una reverencia y besó la frente de su mayor.
— ¿Recuerdas que no me gustaba ir a terapia? — río levemente, besando los nudillo de la mayor para luego buscar su bolso con la mirada. — Vendré en la tarde. Te amo...— paró en seco en la puerta de la habitación, suspiró con fuerza y relajó sus brazos. — Por favor, intentalo...no puedo sola. No puedo ayudarte si no pones de tu parte...
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Para muchos le sorprendió la historia.
Me alegra era la idea.
Y veo que les gusta mucho.
Gracias.Según mi bicha esto no lo publiqué. Perdonen la confusión.
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Dream『MiChaeng』#エエ
Short Story#エエ Temporada de Speechless. ¿Tú crees estar en un sueño? Ja. Que gracioso. Preguntale a ChaeYoung qué es estar un sueño. Ella cree que cada día de su vida es un sueño sin su Mina. Ella cree que Mina está dormida, al igual que sí misma. Nadie le sep...