Dream『MiChaeng』#ｴｴ

✰09✰

Acompañar a Mina al cementerio no fue lo peor, lo peor fue verla con los ojos llorosos hasta el punto de que las lágrimas no cabían más en sus ojos. Pudo visualizar una escapándose por su mejilla que rápidamente limpió.

No sabía si se negaba a llorar o simplemente quería ser fuerte para no sentirse culpable.

¿Culpable por qué?. Desde aquella confesión inesperada de la perdida de una gran amiga, su mente se lleno de las obvias culpabilidades con una gran razón para sentirlas.

Mina sólo pensaba en que si no hubiesen ido a aquel viaje a la montaña para cumplir sus caprichos amorosos nada de esto hubiese pasado, según su parte "racional" de su mente.

Chaeng se sentía culpable también, no le gustaba la manera como Mina sufría en silencio. Sí su semblante antes era serio, ahora lo es más, aunque en vez de serio deprimido, desgastado. Los meses postrada en una cama hacían efecto, la ojeras se hacían más poderosas y su piel era más pálida, hasta se veía mas delgada de lo normal y sus venas se notaban con gravedad.

— Mina...podemos irno-.

— Me quiero quedar...— habló sería, tomando asiento en el suelo frente a la tumba de aquella chica que tantas sonrisas había traído a su vida.

Chaeng quiso insistir pero la mayor le miró seriamente. No la conocía, parecía una muerta viviente y le daba lástima.

Mina estaba pérdida, casi parecía que su mente aún estuviese dormida pero su cuerpo no. Solo pensaba en cómo podía estar Momo, aquella japonesa que tuvo seis años de relación con la difunta. Se sentía destrozada. culpable de haber roto un amor tan fuerte.

— Tu mamá dice que si no nos vamos ella vendrá...— habló Chaeng después de unos minutos.

Mina asintió, levantándose del suelo para caminar por sí sola hacia salida del panteón.

ChaeYoung se sintió triste por eso. Mina estaba perdiendo el interés en cualquier cosas, ni siquiera se preocupó en ver que llegara a salvo a casa ya que Mina llegó primero.

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—NaYeon me regaló esta cámara. — comentaba la pelinegra mientras devoraba un sándwich con salsa de tomate. Al menos no perdía el apetito.

— ¿Cumpleaños? — preguntó curiosa, aprovechando la pequeña sonrisa de Mina.

— No. Sólo quiso dármela y listo. De ahí mi hobbie...— dejó la cámara a un lado para seguir comiendo.

Chae la miró curiosa, nunca había analizado la cámara de Mina, sólo las fotos que eran tomadas por esta. Aún se pone nerviosa al ver un pequeño collage que Mina tiene de ella en su taller de costura. Aunque hace tiempo que no regresan al departamento de la mayor por insistencia de su madre.

Tomó la cámara en sus manos y la analizó, enfocó débilmente y le tomó una foto a Mina devorando el último pedazo de su sándwich.

— ¡Chae!. — se quejó, formando un puchero al cual la menor también capturó.

— Lo siento, estaba probando la cámara. — se excusó nerviosa, formando un puchero cuando la mayor le quitó el aparato de las manos.

Se sorprendió mucho cuando esos labios se posaron contra los suyos de manera imprevista, robándole un beso dulce y tan esperado.

Mina se separó del beso con una sonrisa y enfocó la cámara en su rostro. Tomó una foto y luego se la mostró.

— Te ves tan roja. Eso sí es una foto. — rió alegré al sentir pequeños golpes en su brazo. Luego, recibió un abrazo seguido de un corto beso en su mejilla.

— Extrañé tus labios, unnie...— comentó sonrojada, escondiendo su rostro en el pálido cuello de la mayor.

— Yo también...

¿Aún existirá ese amor mutuo?. Mina intenta descubrirse a sí misma sobre si está o no. Pero, ¿quién no podría enamorarse de esa pequeña?.

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Chamas volví con lo cursi :v

Siiii besitos 😘💞

Amor para ustedes.