✰11✰

2K 299 13
                                    

— ¡Mina! — gritó Chaeng por todo el departamento. Luego de una semana la japonesa volvió a aquel departamento que tanto extrañaba, su madre era muy amable y todo pero estar sola no es malo.

Mina se encontraba limpiando algunas cosas. Acomodando su taller y escondiendo algunas fotos y otras cosas que necesitaba para una sorpresa.

Mientras, Chaeng le pedía a dios que Sana no hubiese contado nada de su idea. Sólo lo sabía ella y su novia.

— ¿Qué haces por aquí? — preguntó amable al ver a la pequeña pasar a su taller. Si respirabas hondo podías llegar a oler recuerdos, era cursi pero así penaban ambas.

— Vine a ver qué hacías, quizás ayudar...¿Comiste?. — preguntó dejando una caja de comida en la mesa más cercana, sacando unos vasos con ramen y sus palillos. Mas tarde comerían un arroz con salmón que había preparado.

— ¿Tú hiciste esto?

— Obviamente el ramen lo compré. — ambas rieron y Chaeng esquivó un cojín que la mayor le tiró. — Hice arroz al salmón...

— Mientras yo moría tú cocinabas. Eso es ahorrar tiempo. — bromeó, sentándose junto a la menor.

— No hice mucho. Visitarte, estudiar, pintar...

— Creí que lo habías dejado...

Los primero meses Chaeng había dejado de pintar, distraída en llorar algunas veces y al no tener su taller por vivir con Momo. Luego, sólo dibujaba en su cuaderno, dibujaba aquellas simples escenas que su mente le creaba de "estar con Mina". Ahora le sorprendía cómo antes Mina era sólo un cuerpo pálido en una cama y ahora volvía a tener sus labios rojos y sus mejillas rosas. Esas eran las clases de cosas que le inspiraban.

— No. Siempre he tenido inspiración para pintar. — comentó coqueta, comiendo algo de lo que había traído.

Mina alzó una ceja curiosa.

— ¿Qué clase de inspiración?. — rió leve. — ¿Tengo que ver en eso?.

Chae sonrió.

— !Por favor!. ¿Qué cosas dices?. — Mina entristeció pero Chaeng se sonrojó y pellizcó un poco de lo que iba a comer. — Siempre tienes que ver en todo lo que es mi vida...

La pelinegra le miró sorprendida, sonriendo y sonrojándose en el proceso. Definitivamente le gustaba mucho esa versión de ChaeYoung, poder saber lo que piensa le hacía sentirse más segura de lo que estaba.

Ambas tenían más seguridad para lo que iba.

— Chaeng...

La menor le miró con duda, esperando que siguiera.

— No sé pero, cuando te conocí eras diferente...

La menor le miró extrañada.

— ¿Preferías a la ChaeYoung de antes?.

— ¡Oh, no!. Digo...— rió nerviosa. — antes eras silencio y ahora... Nunca te cambiaría por nada. Con o sin palabras eres increíble, adoro cada versión de ti. — no sabía por qué estaba diciendo aquello, sólo quiso decirlo, sólo salió de sí para la pequeña. Quería apreciar la reacción ruboriza de Chaeng al confesarle un pequeño trozo de lo que verdad sentía.

— ¿A que viene todo eso?. — intentó no sentirse nerviosa pero, cómo no hacerlo. Aquella chica frente suyo aún le apreciaba, no sabe cómo alguien se pudo fijar en ella de esa manera cuando simplemente era alguien tan...insípida. Sin nada que decir.

— No lo sé, sólo quería recordarte lo importante que eras para mí.

Aquella era una confesión indirecta por parte de ambas, pero no sabían sí seguir preguntando sobre ello o dejarlo morir. Claramente los nervios de ambas no dejarían que ellas siguieran.

❁.•°•.❁.•°•.❁.•°•.❁.•°•.❁

La sorpresa va a ser sorpresa hasta para ustedes ;) no sabrán nada hasta que pase.

Me aman lo sé.

Dream『MiChaeng』#エエDonde viven las historias. Descúbrelo ahora