IX

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Capítulo 9 

Confuso y conmovido por la verdad y las mentiras. Así que ya no sé que es real y lo que no.


Yoongi aparcó donde siempre y se quedó observando la casa, las luces y la cantidad de personas entrando y saliendo la hacía ver diferente. Se preguntó por enésima vez si de verdad quería llevar las cosas tan lejos, si eso le iba a dar algo de tranquilidad. Sabía que Chaerin se hundiría al saber que sus hijos estaban sufriendo pero algo no le dejaba del todo tranquilo, ¿Delatarla sería mucho? ¿Poco? ¿Tendría algún sentido? Estaba comenzando a sufrir jaqueca a causa de todo eso, solo quería irse de ahí y olvidarse de todos, especialmente de Jimin. 

— ¡Hey! — exclamó una voz vagamente conocida al tiempo que le daba un golpe al techo del carro. Yoongi dio un respingo por el susto y rodó los ojos cuando vio que se trataba de Taehyung, no le desagradaba completamente pero cuando hacía cosas como esas, Yoongi se moría de ganas por patearle el culo aunque sea un poquito — ¿No vas a entrar? preguntó. Casi sonaba a acusación.

— Hey… si, en un minuto.

— Vamos, te espero — Yoongi alzó una ceja incrédulo, se rindió cuando comprendió que hablaba en serio, tal vez había visto las intenciones que tenía de salir corriendo. Subió el vidrio del auto y se bajó poniéndose su chaqueta. Caminaron hacia la casa sin decir nada, se sentía arrastrado por Taehyung y eso le ponía un tanto nervioso.

Para ser la fiesta de un niño de 18 años, la cosa no estaba tan mal. Habían más adultos de los que pensaba, parecían amigos del hermano mayor de Jimin o de su tío, eso le hizo preguntarse si él se había perdido tantas cosas como Suran por culpa de la debilidad de su corazón. Claro que habían chicos, pero no tantos como los que se imaginaba, lo que era importante es que todos parecían estarla pasando muy bien, supuso que era porque estaban los que debían estar, siempre ha pensado que son las mejores fiestas y no esas en las que hay mil personas pero no conoces ni a la mitad.

Hyunsik fue el primero en saludarlo. No habían hablado demasiado pero sí lo suficiente como para entrar en confianza, a Yoongi le agradaba, después de todo, no tenía nada en su contra. 

El hombre estaba un poquito loco, en el buen sentido, no dudaba en apoyar a todo el que lo necesitara y era evidente que adoraba a los chicos pero era igual de obvio que todo aquello le estaba resultando abrumador. Demasiada responsabilidad para un hombre que estaba acostumbrado a cuidar solo de sí mismo. 

Yoongi supo unas cuantas cosas de él la tarde del tercer día de clases con Joo, le invitó a tomarse un trago mientras verificaba lo del pago por las clases y esas cosas, a Yoongi no le interesaba ese dinero pero era necesario mantener las apariencias. Supo que era representante deportivo, llevaba los contratos de muy buenas estrellas de fútbol y baloncesto, fue él quien le regaló a Jimin su primer balón cuando el chico tenía solo 7 años. Soltero pero con una larga y variada lista de aventuras, eso último no lo supo por Hyunsik sino por Joohyun que no se preocupaba por guardar el más mínimo secreto.

En la fiesta le presentó a varios amigos con los que se le hizo bastante sencillo pasar el rato, claro que no podía evitar buscar con la mirada al que de verdad le interesaba, hasta ahora no había visto al cumpleañero pero tampoco a Taehyung, se habían separado apenas entraron a la casa. Supuso que estaban inventando algo.

Hyunsik se alejó del grupo cuando recibió una llamada, estuvo encerrado en el despacho por largo rato y cuando salió lucía mortificado, Yoongi se arriesgó a acercarse para preguntar si todo estaba bien, tal vez si tenía suerte le decía que Chaerin se había ahorcado en su celda y eso le evitaba el tener que hacer lo que tenía en mente, sólo la muerte de esa mujer le daría paz.

You can't break a broken heart • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora