Capítulo 12Si hubiese sabido que mi corazón se rompería, te habría amado de todas formas.
El trayecto de retorno a casa fue tranquilo, no volvieron a mencionar el tema de las medicinas o los hospitales, simplemente trivialidades relacionadas con el examen y lo emocionado que estaba Jimin por comenzar en la universidad. Cuando llegó a casa Yoongi le dio su número de teléfono para que lo llamara por si tenía alguna duda de último minuto, “por supuesto que lo haré” se atrevió a decir Jimin logrando que el pelinegro se sonrojara un poco. Era difícil para él comprender como es que alguien que lucía tan serio y centrado como Yoongi pudiera sonrojarse con tanta facilidad.
En la mañana, estaba más concentrado en como había resultado la salida con Yoongi que en el examen que tenía que presentar en unos minutos.
Tae pasó a buscarlo para ir juntos, Jimin se ahorró la molestia de preguntarle si había estudiado, sabía perfectamente que no. Su amigo tenía más interés por el sexo que por los cuadernos y ahora que Jungkook había vuelto obviamente ninguno de los dos iban a desaprovechar la oportunidad de estar juntos, Jimin no podía juzgarlos, ahora entendía mejor el sentimiento.
No está muy seguro de cómo consiguió realizar todos los planteamientos del examen, quizás porque en más de una ocasión se imaginó a Yoongi susurrándole las respuestas al oído, pero por fortuna ya había terminado.
— ¿Cómo te fue? — le preguntó a Taehyung. No podía dejar de apretarse la sien para aliviar el dolor de cabeza, esos exámenes deberían estar prohibidas por alguna ley, eran inhumanas y groseramente largas. Comenzaron a las 8 de la mañana y no terminó hasta después del medio día.
— Para la mierda — gruñó encogiéndose de hombros — pero me conformo con pasar, no importa la nota — Tae tenía el cabello despeinado, la ropa arrugada y caminaba arrastrándose, era la viva imagen de un soldado volviendo de la batalla.
Iban por el pasillo de la facultad cuando el móvil de Jimin sonó, casi se pone a dar brinquitos de alegría, reconocía el sonido de la llamada porque precisamente anoche se lo había puesto.
— Yoongi — atendió emocionado.
— Hola — por la entonación de la palabra Jimin pudo imaginarle sonriendo — ¿Cómo te fue?
— Estoy pensando en demandar a la universidad por terrorismo psicológico pero aparte de eso, me fue bien — Yoongi no pudo contener la risa.
— Está bien. Estaba pensando que si no tienes otra cosa que hacer podemos ir a comer algo y luego te llevo a casa, Joohyun no me espera hasta las 2pm. — Jimin tenía ganas de gritarle “si, si, si ,si por favor si” pero logró aguantarse para contestar solo “bueno” la idea no era espantar a Yoongi comportándose como una adolescente desesperada e hiperhormonada — perfecto, nos vemos en la entrada principal en 10 minutos.
Se despidió de Taehyung y corrió hasta allá preguntándose que tan seguro estaba Yoongi de que le iba a decir que si, si tardaba solo 10 minutos era porque ya estaba cerca del lugar y no creía que viviera por los alrededores.
No tardó más de un minuto en divisar el coche a lo lejos, respiró profundo y se acomodó un poco para que no se notara que había corrido, Yoongi le hizo un gesto a manera de saludo cuando estuvo a su altura y quitó el seguro de la puerta para que Jimin entrara.
— ¿Todo bien? — preguntó Jimin sonriendo.
— Todo bien — le aseguró el pelinegro alegremente y se pusieron en marcha.
El restaurante era un lugar sencillo cerca de la universidad. Estuvieron hablando durante largo rato, no era difícil puesto que Jimin sacaba un tema de cualquier cosa y Yoongi solo tenía preocuparse por seguirle el ritmo, el cual era bastante rápido por cierto. Le contó como una chica salió corriendo a mitad del examen porque la presión le provocó nauseas, Yoongi bromeó diciendo que los chicos de ahora no soportaban un simple reto.
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You can't break a broken heart • Yoonmin
FanfictionUn corazón le devolvería a Yoongi la vida ideal junto a su bella esposa, el mismo corazón que le daría a Chaerin la oportunidad de salvar a su amado hijo. Inevitablemente la salvación de uno será la desgracia de otro. • ADAPTACIÓN © mistica