You can't break a broken heart • Yoonmin

XVII

Capítulo 17

Nuestro amor es el crimen perfecto.

El sonido del móvil de Jimin les despertó, habían dormido más de la cuenta pero el cuerpo se los agradeció profundamente porque estaban agotados. No era una llamada, era el recordatorio de la pastilla. El reloj de Yoongi no tenía alarma así que él mismo programó el móvil, no iba a volver a pasar un susto como el del día anterior, arrugó la cara cuando recordó que era todo su culpa, en la noche se despertó dos veces gracias a una pesadilla en la que el pecho de Jimin explotaba y el rubio le gritaba que él lo había matado, era horrible ver la sangre y como sus ojos quedaban poco a poco sin vida, se preguntó si alguna vez volvería a dormir tranquilo, aunque sabía que se merecía ese tormento.

— Jimin… — susurró contra su oído, después le mordió la oreja — las pastillas.

— Mmh — se desperezó sin abrir los ojos — quiero despertar así todos los días — Yoongi sonrió y le dio un beso en la nuca, después se levantó para buscar un vaso con agua.

El doctor les recomendó no viajar a Seúl aún, eso les dejaba unos días en los que podían dedicarse literalmente a hacer nada. Yoongi le dijo que ni de coña iban a caminar más de un par de metros lejos de la cabaña, eso y la falta de televisor les dejaba tiempo de sobra para ponerse creativos, lo que sería más divertido si Yoongi dejara de detenerlo cada vez que la situación subía de tibio a caliente.

— Basta… — jadeó alejándose un poco. A él también le reventaba mucho tener que aguantarse pero no había otra opción — ¿Seguro que entiendes lo que significa la palabra “reposo”? porque si te da otro colapso no pienso hacer de nuevo ese recorrido hasta el hospital. Es muy estresante.

— Sí lo harías — estaba completamente seguro de eso — y lo del reposo lo olvido apenas me tocas.

— Bien, no más tocar entonces — concluyó levantándose de la cama, o por lo menos esa era su intención pero unos brazos le atraparon para hacerle volver.

Le gustaba ver la sonrisa traviesa en el rostro de Jimin y se preguntó cuando fue que pasó de ser solo el objetivo perfecto para su venganza a convertirse en la persona numero uno en su vida. Esos días con él, sin nadie interviniendo y recordándole las cosas que les separaban estaban resultando perfectos, ni siquiera su saboteadora mente había salido a flote. Además, parecía que los contratiempos solo conseguían unirlos más, le hacían ver sentimientos que se empeñaba en negar, cosas que hasta Namjoon pudo notar desde el principio y eso era bastante intimidante. 

Se sintió libre de responder todas las preguntas de Jimin y de contarle las cosas que no se atrevía a preguntar también. Tuvo la oportunidad de descubrir lo apasionado que era con cada cosa de su vida, lo fácil que se le hacía ver el lado positivo de las cosas, Jimin era un optimista de los que ya no había, todo él era una mezcla de cosas que no se encontraban en todos lados y sería un estúpido si dejara que eso se le fuera de las manos, claro que no todo pintaba tan bien cuando se imaginaba en el mundo real, su familia, su pasado… pero para pensar en eso aun tenía tiempo.

— No te he preguntado que vas a estudiar en la universidad — estaban sentados en la entrada de la cabaña. Ya solo les quedaba una noche, el tiempo había pasado demasiado rápido. 

— Fisioterapia — respondió sin dejar de jugar con las hojas secas que estaban en el suelo.

— ¿Más hospitales? — no pudo evitar que un escalofrió le recorriera el cuerpo. Jimin sonrió por el gesto, sabía que era la reacción que iba a provocar en todo al que se lo dijera, hasta ahora solo se lo había contado a Taehyung.

— No es tan malo, sé que la mayoría desearía no volver pero supongo que pasé tanto tiempo en ellos que me siento como en casa — le dio un leve empujón a Yoongi cuando le escuchó soltar un quejido — cuando estuve allí muchas personas se ocuparon de hacer mi vida un poco más fácil, quiero hacer eso por otros.