XXV

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Capítulo 25

“Me estoy viniendo abajo, apenas respiro”

Yoongi escuchó ruidos en la sala. Abrió los ojos lentamente y se inclinó, eso le permitió ver unas sombras. 

Se levantó restregándose los ojos y mientras se acercaba podía distinguir mejor los sonidos, eran jadeos, gemidos y sollozos de alguien a punto de correrse, pudo reconocer bien ese alguien sin necesidad de verlo, era Jimin. 

Finalmente llegó a la sala y lo vio ahí, en el suelo, sobre sus rodillas y manos recibiendo las duras embestidas de un hombre, la imagen de tenerlo tan cerca sudando, mordiéndose el labio y con la mirada oscurecida por el placer tuvo reacción inmediata en su polla, subió la mirada por el cuerpo que tenía detrás esperando encontrarse con su reflejo pero en lugar de eso vio a Wonho, él era el que estaba follando a Jimin, se inclinaba sobre él para besarle la espalda, pasaba las manos por su pecho sin dejar de moverse Córrete para mi Jiminie” “Dios, sí”

Se despertó envuelto en sudor y con el corazón latiéndole en la garganta, no pudo evitar levantarse y correr hasta la sala solo para estar seguro de que todo era un sueño. La idea de Jimin y ese hombre le estaba matando lentamente y lo peor era que no encontraba la manera de separarlos, no tenía argumentos, ni siquiera podía suplicarle a Jimin o exigirle, eso solo conseguiría lanzarlo más a los brazos de Wonho. Para colmo no podía ni siquiera darse el lujo de partirle la cara a ese intruso porque ahora que tenía lo que quería prácticamente ni se aparecía por la escuela.

Eran las 6 de la mañana pero de ninguna manera iba a conseguir dormir más, así que se metió en la ducha y duró ahí todo el tiempo necesario para relajarse, luego se vistió y salió a la escuela. Llegaría muy temprano pero estaba bien, había trabajo que hacer.

—¿A qué hora llegaste? — preguntó Seokjin. Llevaba dos cafés en la mano, puso uno en el escritorio para Yoongi.

— Alrededor de las 7:30am, no podía dormir.

— ¿La misma pesadilla?

— La misma jodida pesadilla desde hace casi una semana, no sé cuanto voy a poder soportar.

— Lo siento, Yoongi.

— No lo sientas, te alegra porque crees que no he pagado suficiente por lo de Jimin.

— Claro que no — se defendió un tanto indignado — sé que no estuvo bien lo que pasó entre ustedes pero también sé lo mal que estabas cuando todo comenzó y lo más importante de todo… si te creo que lo amas, así que no me alegra verte dando pena por los rincones. Haz lo que sea necesario para arreglarlo y punto.

— No es tan fácil.

— No he dicho que sea fácil. 

Yoongi se recostó en la silla y entrelazó los dedos sobre su estómago. Si tan solo supiera que hacer para conseguir el perdón de Jimin pero la verdad es que había pasado mil límites con él y eso que no sabía todo lo que había hecho en realidad, todas las cosas que en los peores momentos pasaron por su mente y por supuesto que no era tan tonto como para salir de bocón a confesar nada. Lo de las pastillas solo lo sabían él y Joon, su amigo no iba a delatarlo. Lo de los regalos a Chaerin… eso seguramente ya lo sabía. Respiró cansado pensando que tal vez solo necesitaba ir a la casa y dar la cara para que se la partieran, eso les convencería de que estaba hablando en serio cuando decía que estaba arrepentido.

Vio el reloj, ya era hora de la clase con el vocalista de Deep Poets, claro que si ese hombre no dejaba de fumar nadie iba a ayudarle a recuperar su afinada voz. 

You can't break a broken heart • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora