Un pasado que siempre vuelve

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Hablamos por largo rato, las horas con Sami siempre pasan rápido, tenemos una relación muy ligera pero dentro de nuestra sencillez somos muy cercanas y suelo disfrutar mucho el tiempo con ella. Estos dos años que llevamos de amistad ella ha sido siempre mi cable a tierra, siempre desconectándome de los problemas e incluso de la rutina. Infaltablemente tenemos una salida semanal al shopping en la cual vamos a un café y luego o bien vemos una película en el cine o bien nos quedamos un par de horas en al área de juegos disfrutando tanto o mas que los nenes que nos rodean. Sé que tiene un pasado que le pesa, es algo más que evidente pero nunca intenté ahondar en eso, nuestra amistad tiene un acuerdo tácito en el cual esas cosas no tienen cabida, yo nunca la conté mi historia y ella nunca contó la suya, y eso esta más que bien, no quiero recordar constantemente lo que soy y de donde vengo, si bien no ignoro todo eso tampoco quiero recordarlo siempre, con ella soy quien quiero ser y eso me ayuda a salir adelante, supongo que a ella le sucede algo similar.

Eran casi las 8:00pm cuando recibimos un mensaje al grupo de whatsapp que compartimos con 2 amigos más. Últimamente estamos todos muy atareados y vernos nos resulta casi un sacrificio. Es época de finales así que el estudio y nuestros respectivos trabajos ocupan la mayor parte de nuestro tiempo, nos quedan las últimas materias para terminar el ciclo común, si lo logramos ya el año que viene podremos pedir las prácticas profesionales y eso es un gran salto en nuestras vidas, no solo conseguir un buen trabajo sino que sea relacionado a nuestras carreras, es algo que aprovechar ya que en estas épocas la situación del mercado laboral no es muy favorecedora para jóvenes estudiantes, no es fácil conseguir un buen trabajo que te permita tener tiempo para cursar y estudiar. Realmente estamos bajo mucha presión y además cada uno tiene su propia vida con sus propios problemas.
Quizás suene dramático pero crecer no es tan sencillo, uno no se imagina lo agotador que puede ser vivir en una rutina repleta de responsabilidades y obligaciones que siempre están en primer plano, a veces quisiera parar un instante y poner en orden mi cabeza y mi vida pero el mundo sigue girando, el tiempo pasa y no importa cuánto lo desees o lo necesites las cosas siguen su ritmo y no te esperan. Últimamente extraño la secundaria, no porque haya sido una etapa particularmente agradable, sino porque era todo tan fácil y ameno, aun cuando no supiera verlo con claridad. Igual ni en mis más desesperados momentos elegiría volver a pasar un año rodeada de mono neuronales, sinceramente no los extraño ni un poco.
Organizamos para vernos el domingo por la tarde, unas horas de relax no deberían ser un problema, somos conscientes que no podemos presionarnos tanto y debemos tomarnos un tiempo para disfrutar de nuestras vidas. Al paso que vamos podríamos tranquilamente tener un bobaso antes de los 30.

Caminamos tranquilas hasta la estación, ya oscureció y no creo que sea muy seguro que dos chicas caminen solas por esas calles pero disfrutamos mucho de esos últimos minutos juntas, de la ultima gran desconexión del día, si bien podríamos tomar un colectivo siempre elegimos caminar. Llegamos a la esquina donde Sami toma el colectivo, mi parada esta en la otra esquina.

-Nos vemos beba, avisame cuando llegues.
-Dale, gilasa. Vos también avisame y por favor no te olvides, siempre me dejas preocupada.- Inevitablemente me río, ya perdí la cuenta de las veces que me retó por hacerla preocupar, no puedo evitarlo, soy muy colgada la mayor parte del tiempo.

Camino hasta mi parada. No pasan ni cinco minutos y mi colectivo ya está ahí. Mientras viajo de regreso a casa empiezo a maquinar con la rutina otra vez, me paso los veinte minutos de viaje con la cabeza en los textos que me faltan leer, los temas que aun no sé bien, los quehaceres domésticos y pensando desganada que mañana tengo que trabajar. Tengo la habilidad de estresarme con solo pensar en las cosas que debo hacer.

Llego a casa con el estómago revuelto, no sé porque sigo tomando ese colectivo, da muchas vueltas y mi estómago siempre me pasa factura después. Voy a la cocina y me siento, no seria buena idea moverme mucho en este momento.
¿Dónde están todos? En esta casa nunca hay nadie, empiezo a creer que vivo sola y eventualmente aparece mi familia a sacarme de quicio.
Escucho voces en el patio, debe ser mi mama y mi hermano que están llegando, no me preocupo y sigo leyendo el texto que tengo enfrente. De golpe escucho a mi perro ladrar, es raro ya que el es muy tranquilo y no suele hacer eso, agudizo mi oído y percibo que están discutiendo en el patio. ¿En qué mierda se habrá metido Mateo esta vez? Los adolescentes son insufribles, incluida yo. Me levanto y camino cansada hasta la puerta, la abro y me quedo petrificada en mi lugar, preferiría haber visto al basilisco de Tom Riddle antes que la escena que tengo delante de mí.
-No me rompas más las pelotas ¿Entendés?, no me jodas más porque esto termina mal.
-¡Basta! No podes hacer esto, date cuenta que estas mal, está tu hija viendo esto.
-No me jodas porque te mato, vos no queres entender que vas a terminar con un tiro en medio de la frente, yo no estoy jodiendo.

Observo inmóvil la escena, mi papa inmovilizando a mi mama contra la pared, la tiene sujeta por el cuello. Ella trata de hacerlo entrar en razón con la voz temblorosa.
Resoplo enojada y cansada de esta situación, cada vez que pienso que se terminó este hijo de re mil puta vuelve a demostrar que es un enfermo. Miro enojada a mi mama, odio verla tan sometida, tan llena de miedo. No la culpo en lo absoluto, sin embargo me encantaría verla libre y empoderada de sí misma.
Busco rápidamente con la mirada en el patio y agarro lo primero que veo. Tomo impulso y con la fuerza del envión le doy un golpe en la cabeza a mi papa. Se mueve unos centímetros soltando a mi mama. Ambos me miran. Ella llena de pánico, el entre la sorpresa y el odio.
-¡Soltala pedazo de mierda! ¿Quién te crees que sos para ponerle una mano encima? NADA, NO SOS NADA.- empieza a temblarme la voz y el cuerpo mientras lo veo acercarse amenazante hacia mi.
Veo venir el golpe en cámara lenta sin embargo no pude esquivarlo o siquiera cubrirme. Caigo sentada al piso y automáticamente me toco el labio, no necesito mirarme la mano para comprobar que me lo partió, puedo sentir el gusto metálico en mi boca. Mi madre se tira encima de ese infeliz, y lo toma por la espalda mientras el me insulta incoherentemente segado por el enojo.
-Quiero que salgas YA de mi casa y que no te vuelvas a acercar a mi mama o a mis hermanos.- la frialdad en mi voz me sorprende y veo que causa el mismo efecto en ellos. Lentamente mi mamá lo suelta tomando distancia y mira atenta la situación. Mi padre se toca la cabeza y puedo ver un rastro de sangre, me mira fijamente y puedo ver de forma muy clara la promesa de represalias que hay en sus ojos, esto no va a terminar acá. Se va con una tranquilidad desesperante, casi no pareciera que fue parte del enfrentamiento.
Mi mama me da una media sonrisa al tiempo que me dice
-¿Con qué le pegaste?
- El tacho de la comida de Peroncho- le contesto mientras miro la comida del perro desparramada por el suelo.
-No te tendrías que haber metido, son cosas entre tu padre y yo.
-por supuesto, y ver a mi mama morir por asfixia no era algo que me perjudicara en absoluto ¿no?.
-ay Eris, no seas dramática ¿queres?
-No, la verdad que no quiero, me parece que la situación me da la impunidad para ser todo lo dramática que yo quiera.- comienzo a alterarme y no puedo evitarlo, no quiero gritarle a mi madre, aunque soy consciente de que ya lo estoy haciendo. Pero DIOS ¿cómo puede estar tan tranquila? No puedo creer que este minimizando esto.
-Eris no fue nada, otra discusión con tu padre, nada a lo que no estemos acostumbrados. No debiste reaccionar así ¿Cómo le vas a pegar a tu propio padre?
La miro con la boca abierta, no puede ser verdad, ella no puede estar diciéndome esto. Pestañeo intentando recuperarme de sus palabras. A veces creo que tantos golpes la dejaron un poco tontita, entiendo sus miedos y sus traumas pero esto es demasiado.
-¿Qué vas a hacer?- la miro desafiante, no puedo permitir esto.
-¿Con qué?- ¡Ay Jebus! ¿Es o se hace? Decime por favor Buda que esta fingiendo.
-¿Vos sos joda? ¿Qué vas a hacer con papa, con lo que pasó? ¿O pensás quedarte de brazos cruzados?
-¿Qué queres que haga?
-¡ALGO! ¿Vas a dejar que ese hombre venga y haga con nuestra vida lo que quiera? ¿ Es que acaso tu vida no vale nada? ¿Vas a dejar que te amenace como si nada delante de la nena?.
Automáticamente nos acordamos de su presencia, volteamos a verla y se encuentra parada contra un árbol abrazándose a sí misma, sus ojitos llenos de pánico abiertos de par en par. Mi madre camina hasta donde esta ella y le sonríe tranquilizadoramente, toma su manito y la dirige adentro de la casa. Abre la puerta y antes de entrar voltea a verme.
-No empieces con esto por favor, yo soy grande y sé lo que hago. A veces se te olvida que la madre acá soy yo y eso empieza a cansarme.
ESTO ES INCREIBLE.
-Muy bien, como vos quieras, pero no esperes que yo acepte, yo también soy grande y aunque no sepa bien lo que hago estoy decidida a no permitir esto en mi vida. Vos hace lo que quieras.

Salgo de mi casa rápido, empiezo a caminar velozmente el aire no llega a entrar a mis pulmones y tengo que parar en una esquina a regularlo.
INCREIBLE ERIS, OTRA VEZ TE OLVIDASTE COMO CARAJO RESPIRAR, SOS BRILLANTE.
Trato de concentrarme en mi respiración mientras soy consciente del ataque de pánico que estoy sufriendo, tengo experiencia en esto pero no lo vuelve menos horrible.
Luego de unos minutos logro controlarme un poco, aunque la adrenalina que todavía corre por mis venas me esta enloqueciendo, necesito liberarla de alguna forma. Toco mis bolsillos y compruebo que tengo la SUBE encima, un paquete de cigarrillos, un encendedor y $20. El celular quedo en casa pero tengo el reloj para ver la hora. No sé el número de nadie como para comunicarme así que esta noche estaré por mi cuenta. Veo venir el colectivo y levanto el brazo haciéndole seña para que pare.

¡Ey! Buenas noches, bueno acá ya son casi las 4 am. Tarde más de lo que pretendía en subir, asi que pido disculpas, fueron unos días difíciles. Hoy me dio la inspiración a la 1am y aca estamos.

No sé si les gustaría poner un día fijo de actualización, sería bueno asi me obligo a mi misma a no dejar estar este pequeño proyecto.

Bueno ya pasamos un poco la presentación de la historia y entramos en lo interesante. ¿qué opinan? Me encantaría saber qué es lo que piensan y si les va gustando.

Espero sinceramente que lo disfruten.

Jess.

ErisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora