¿Alguna vez sintieron que estaban arruinando toda su vida?
¿Alguna vez pasaron horas en su cama pensando en lo que pudo haber sido y lo que realmente fue?
¿Alguna vez se preguntaron como seguir?
No, aún peor, ¿Alguna vez se preguntaron si realmente valía la pena seguir?
Bueno en esa situación me encuentro yo ahora.Hace exactamente un mes que mi prima me acogió en su casa, un mes en el que lo único que hago es dormir y trabajar, un mes viendo cómo ella y mis tíos se desesperan en la preocupación por verme mal, un mes casi sin poder dormir porque mi cabeza no para de torturarme, un mes donde comer y bañarme suponen un esfuerzo, un mes en el que vivir me está costando más de lo normal, un mes en el que cada día que paso sin cometer una locura supone una gran victoria personal.
Un mes sin contestar el teléfono, es más, casi sin usarlo. Muchas veces queda en la mesa de luz sin siquiera batería. A veces le saco el chip y lo uso únicamente para escuchar música o usar las redes sociales, sin hablarle a nadie, sin publicar nada, simplemente viendo como todos siguen sus vidas mientras que yo ya no tengo una.El día que llegué a la casa mis tíos me recibieron sin preguntarme nada, sabían por mi madre que me había ido de mi casa y estaban preparados por si acudía a ellos en busca de ayuda, efectivamente eso paso apenas unos días después de haberme ido de casa. Me armaron una cama en la pieza de mi prima y nunca me preguntaron nada, simplemente se dedicaron a mirarme todo este tiempo con ojos compasivos, tratando de transmitirme todo su apoyo y su contención.
Una semana después de llegar conseguí trabajo en un kiosco, no podía dejar que ellos me mantengan y carguen con todos mis gastos.
A las dos semanas pedí un día para dar los finales y volví a mi ciudad para asistir a las mesas. Llegué sobre la hora, me senté en el fondo y al recibir la nota me fui como si me persiguiera el mismo diablo. Los chicos estaban ahí, trate de no mirarlos, y de evitarlos a toda costa. Funcionó a la perfección, no les di tiempo ni siquiera para que se acercaran. Después de eso los mensajes fueron más insistentes y eso volvió mis días más difíciles.
A las 3 semanas de haber llegado mandé por internet los formularios para las pasantías, eventualmente tendré que volver a casa, seguir con mi vida, tomar el control de todo.
Control Eris, todo se trata sobre el control.
Hoy, exactamente un mes después, me encuentro encerrada en el baño del trabajo, temblando mientras veo un mail de la facultad en cuyo asunto dice " petición de pasantías". No estoy lista para abrirlo, no estoy lista para esto.
Control Eris, todo se trata sobre el control.
Me lavo la cara, respiro profundo y alzo la vista para encontrarme con mi reflejo en el espejo. Miro los ojos de esa chica, veo su dolor, siento su miedo. Le sonrío y le digo:
Calmate, vos podés, tenés que seguir, no podés seguir huyendo de tus problemas.
Salgo del baño y continuo con mi jornada pensando distraídamente que mi gran problema fue no poder dejarme querer, quizás eso haya Sido sola la gota que rebalso el vaso pero si no fuera porque Joaquín insistió en quererme yo ahora estaría en la casa de Sami, ellos seguirían siendo los amigos y estaría llevando mi vida de una forma casi normal. Si me detengo a pensarlo fue una situación estúpida y ridícula, mi reacción fue demasiado exagerada para algo tan simple, QUE IDIOTA QUE FUI ¿POR QUÉ TUVE QUE ESCAPAR UNA VEZ MÁS?. Pero no puedo seguir torturándome con lo que podría haber pasado, las cosas se dieron de una forma y yo actué como una cobarde, tengo que asumir las consecuencias de eso y seguir con mi vida.Finalmente terminó el día, ya son las 11 de la noche, es viernes y aunque el kiosco sigue abierto mi compañero y yo nos vamos a casa, los dueños de van a quedar atendiendo a quienes pasen por alcohol o cigarrillos a último momento.
Camino rápido en dirección a la parada del colectivo, no es tan lejos de la casa, son tan solo 5 minutos en colectivo, por lo menos a esta hora de la noche en la tarde pueden llegar a ser 10 con el tránsito, aún así son varias cuadras y no es seguro caminarlas sola.
Estoy llegando a la esquina cuando siento que una moto estaciona despacio junto a mí.
-¿Querés que te lleve? O también podríamos ir a otro lado.
-¡sos un idiota! ¿Cómo vas a pararme así?¿Querés matarme del susto?
Mi compañero se limita a reír suavemente y a mirarme expectante. La verdad es que con Martín nos acostamos varias veces en estas semanas que estuve trabajando, es lindo, simpático y me trata bien en la cama, no quiero ni necesito más.
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Eris
Teen FictionSu vida siempre fue igual, inestable, cambiante, desolada. Los problemas parecen repertirse una y otra vez sin control. Toco fondo muchas veces, y muy a su pesar siempre salio adelante. ¿Que cambió esta vez? que ella ya creció y ahora quiere tener...