Mi nombre es Eris, como la diosa de la discordia, como la reina del Caos.
Pese a llamarnos igual, no me parezco a la deidad griega, ella era la representación de los males del hombre tales como la envidia, los celos o el odio. Iba sembrando el caos y la discordia entre los mortales e incluso entre sus pares. Era algo así como la paria del olimpo.
Sin embargo, ¿soy muy diferente a esa Eris?.
No voy por la vida buscando el caos, pero aun así lo encuentro en cada esquina. Es más, si tuviera que definir mi vida sería en base a una desafortunada combinación entre la ley de Murphy y la teoría del caos.
¿Cómo sería esto? Sencillo, la ley de Murphy establece que si existe una mínima posibilidad de que algo salga mal entonces saldrá mal. Por su parte, La teoría del caos dice que mínimas variaciones en las condiciones iniciales producen grandes desviaciones en las condiciones finales, haciendo imposible la predicción de resultados y con estimaciones alejadas de los efectos reales.
Mi vida es entonces una impredecible sucesión de situaciones caóticas. Sin importar cuanto esfuerzo y dedicación ponga en ordenar mi vida siempre quedan cabos sueltos, mínimas posibilidades de que algo salga mal, estas mínimas posibilidades desencadenan en grandes problemas.
No disfruto del caos, y mucho menos cuando mi mierda salpica a los demás, no soy esa clase de persona. Sin embargo, una parte de mi no se siente bien teniendo todo en orden, Espera constantemente que algo salga mal para que todo se vuelva más real, no creo en vidas perfectas, el hecho de que todo parezca salir bien me incomoda grandemente ya que no lo creo posible. Se siente como la calma antes de la tormenta.
En algún punto de mi vida me apropie completamente de la idea que “la vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo”.
Así mismo soy muy dramática, todo es una tragedia en mi vida, es estresante hasta la locura. Muchas veces no se diferenciar entre un problema real y uno creado por mi cabeza.NO, yo no soy Eris, soy su fruta. Soy la manzana de la discordia, llevando y trayendo caos sin siquiera proponérmelo, soy el resultado del deseo de otros, no soy dueña de mi misma, soy lo que me toco ser y no tengo muchas posibilidades de cambiar.
Ojala fuera Eris, eso significaría tener el control en mi vida y las herramientas para lograr lo que quiero, no seria una simple herramienta en manos de otros.
Domingo, 17:30pm
Por fin termine mi maravillosa jornada laboral, LA PUTA MADRE que fin de semana de mierda.
El viernes, después de salir literalmente corriendo de mi casa, fui hasta al centro de mi ciudad. Me dedique a caminar sin rumbo un par de horas hasta que fue considerablemente tarde y las calles empezaron a vaciarse notoriamente. Entonces camine hasta un puesto de taxis y me senté en un banco. Al principio me miraron raro, incluso me preguntaron un par de veces si iba a tomar alguno o si necesitaba ayuda.
Después de un par de intentos se rindieron y aceptaron mi presencia en el lugar sin hacer comentarios pero echando miradas furtivas de desconcierto cada tanto.
Estuve sentada en el mismo lugar toda la noche, hasta que se hizo la hora de ir a trabajar.
Luego de mi primer turno Salí directo a la casa de Sami.-Van a ser solo un par de días, no como mucho, ocupo poco espacio y prometo no hacer ruido.
-Me importa tres carajos cuanto comas o el ruido que hagas, lo único que te estoy pidiendo es que me digas qué mierda te pasó, yo solo quiero ayudarte Eris.
-Me ayudas dándome un lugar donde dormir estos días, lo demás no importa, tengo todo bajo control.
-Te conozco hace 2 años, puede que no sea mucho tiempo pero si lo suficiente como para no creerme eso.
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Eris
Teen FictionSu vida siempre fue igual, inestable, cambiante, desolada. Los problemas parecen repertirse una y otra vez sin control. Toco fondo muchas veces, y muy a su pesar siempre salio adelante. ¿Que cambió esta vez? que ella ya creció y ahora quiere tener...