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Let's choose the names - Percabeth

Escrito por: ClaruPolo01

Let's choose the names - Percabeth

Narra Percy

  Hacía ya cuatro meses que me había enterado de que Annabeth estaba embarazada ¡de mellizos!

  Hoy nos dirían si eran dos niños o dos niñas, o uno de cada uno.

  Fuimos hasta donde le harían la ecografía a mi esposa, y yo permanecí fuera de la habitación mientras se la hacían. Estaba nervioso. Y eso era poco decir.

  Annabeth salió de la oficina del doctor con una sonrisa radiante y un sobre de papel madera en las manos.

  Sin decir nada, la tomé de la mano y bajamos juntos las escaleras hasta llegar a al auto, donde finalmente le pregunté:

  — ¿Y?

  — ¿Qué? — me sonrió. Rodé los ojos.

  — ¿Niños o niñas?

  — No he visto los resultados. Quiero enterarme contigo.

  — ¿Y que estamos esperando?

  Annabeth me tendió el sobre. Saqué todos los papeles que tenía adentro y los coloqué frente a nosotros para que ambos pudiéramos leerlo al mismo tiempo.

  Fue algo difícil debido a nuestra dislexia, pero finalmente pude leer lo que decía: un niño y una niña.

  — Ambos — susurró Annabeth —. Percy, tendremos un hijo y una hija.

  Sonreí y luego la besé.

  — Es genial — dije cuando nos separamos, para luego abrazarla por los hombros por unos segundos.

  No hablamos más en lo que restó del viaje, pero notaba a Annabeth más alegre y emocionada de lo normal. Había una gran sonrisa en su rostro.

  Cuando llegamos a nuestro departamento (que era algo temporal, de todas formas. Teníamos planeado mudarnos a Nueva Roma una vez que naciera los bebés), a Annabeth comenzaron a darle una de las que ahora se habían vuelto sus típicas náuseas.

  — ¿Estás bien? — le pregunté.

  — Sí, sí. Solo son las náuseas de siem... — no alcanzó a terminar de hablar. Se llevó ambas manos a la boca y salió disparada hacia el baño.

  — ¿Estás bien? — volví a preguntar, llamando a la puerta del baño.

  — N-no pases — respondió —. Esto es asqueroso.

  — Oh, vamos Listilla. Quiero ayudarte — insistí, tratando de abrir la puerta nuevamente, pero había algo que la trababa desde el lado de adentro.

  — ¡No pases!

  — Bueno, tranquila, no te enojes.

  Me alejé de la puerta y fui a la cocina a preparar un té para Annabeth.

  Un rato después, ella apareció por la puerta, algo pálida.

  — Ya estoy mejor — dijo sentándose en una de las sillas junto a la mesa y tomando con ambas manos la taza de té que le había preparado. Me senté junto a ella.

  Hubo un rato de silencio, hasta que ella preguntó:

  — Percy, quiero que escojamos los nombres.

  — ¿Nombres de quién? — Annabeth me miró mal. — ¿De los bebés? Annie, apenas llevas cuatro meses...

  — ¿Y qué? Yo quiero elegir los nombres ahora.

  — Claro, claro. Tranquila — dije mientras comenzaba a pensar en nombres que me gustaran —. No lo sé. ¿Cuáles te gustan a ti?

  — Para la niña todavía no sé. Para el niño, definitivamente Luke.

  — ¿Luke? — pregunté, no del todo convencido. — ¿Por qué no Michael?

  — ¿En serio? ¿Michael? ¿Michael Jackson? — dijo, mientras yo trataba de no reír.

  — ¿Luke? ¿Luke Jackson?

  — No es lo mismo. Michael Jackson es un famoso, y si le ponemos ese nombre le harían bullying...

  Lo pensé de nuevo. Luke. Luke Castellan. Quien me había engañado haciéndose llamar mi amigo, para luego traicionarme.

  Claro, me encantaría ponerle ese nombre a mi hijo.

  Aunque sabía lo mucho que significaba para Annabeth. Y que al final de todo, Luke nos había salvado.

  — No lo sé, Annabeth. ¿Y si pensamos el de la niña primero?

  — Hagamos una cosa. Tú eliges el nombre de la niña, y yo el del niño.

  — ¿Y por qué no al revés?

  — ¡Percy!

  — ¿Qué? ¿Así quieres ponerle al niño? ¿Percy? Sería muy confuso.

  — ¡No! ¡Quiero ponerle Luke!

  Lo pensé mejor. Siempre quise decir “Luke, yo soy tu padre” y que tenga algún sentido. Así que, ¿por qué no?

  — Está bien... — acepté. De todas formas, mi esposa estaba algo bipolar últimamente. Tal vez en dos semanas cambiaría de opinión.

  Annabeth me abrazó y me besó tiernamente.

  — ¿Y a la niña? — me preguntó.

  — No lo sé. Creo que Zoë o Silena son buenas opciones.

  — Creo que sería muy tierno.

  — ¿Cuál prefieres?

  — Creo que gusta más como suena Zoë. Zoë Jackson.

[Cinco meses después, en el hospital...]

  Estaba en la puerta del salón de maternidad en el hospital de Nueva York. Nunca en mi vida me había sentido tan nervioso.

  A mi alrededor estaban todos mis amigos, mi madre, mi padrastro Paul, y el padre de Annabeth tratando de calmarme, pero no sirvió de nada.

  Luego de lo que se me hizo una eternidad, las puertas se abrieron, y vi a Annabeth salir en una camilla.

  — Percy — dijo suavemente. Lucía muy cansada y sudorosa.

  En sus brazos había dos bebés. Ambos tenían el cabello rubio, aunque algo más oscuro que el de Annabeth, uno con un pequeño gorrito celeste y el otro uno rosado, envueltos en mantas de los mismos colores que sus gorros.

  Tomé a Zoë en mis brazos, que había comenzado a lloriquear.

  Paró durante un segundo y me miró con sus ojos verdes, para luego seguir llorando.

  Luke dormía plácidamente en los brazos de su madre.

  — Te presento a nuestros hijos — siguió Annabeth —. Zoë y Luke Jackson.