One Shots - Ships PJO & HOO

Is it a boy or a girl? - Jiper

Escrito por: ClaruPolo01

It's a boy or a girl? - Jasper

Narra Jason

Desperté temprano para ir al trabajo.

Hacía ya dos años que me había graduado como profesor, y daba clases de Historia Clásica Griega y Romana en una escuela secundaria de Nueva York para niños problemáticos.

También, hacía un año me había casado con Piper, y nos mudamos juntos a un departamento.

Subí a mi coche y conduje la escuela en la daba clases. Llegué y estacioné en el primer lugar que encontré libre.

Me dirigí hasta el salón ocho del segundo piso, antes pasando por el salón de profesores en busca de una gran taza de café.

Entré al aula y miré a mis alumnos. Era el primer día de clases, y su primera clase en el colegio, teniendo en cuenta que estaban en primer año.

— Buenos días — dije, apoyando mi café sobre mi escritorio y dejando mi bolso colgado en mi silla. — Mi nombre es Jason Grace, y seré su profesor de Historia Clásica durante este año.

— Bueeenooos díiiiaas prooofesoor — corearon todos.

— Bien — seguí, — para empezar quiero que me digan sus nombres y su dios o diosa favorito. De cualquier mitología.

Varias manos se alzaron. Señalé a una niña con cabello marrón y ojos cafés.

— Mi nombre es Christina Dawson, y mi diosa favorita es Hécate.

Iba a señalar a otro niño, pero mi celular vibró en mi bolsillo (no uno común, uno hecho para que los semidioses puedan usarlo sin atraer monstruos).

Lo saqué para ver quién me llamaba, y en la pantalla vi escrito: "Llamada entrante de: Pipes".

Corté la llamada. De todas formas, no se nos permitía hablar por teléfono mientras estábamos dando una clase.

Señalé a un niño de pelo marrón y ojos verdes.

— Mi nombre es Michael Harrison. Mi dios preferido es Poseidón.

Reí internamente pensando en mi amigo Percy, y antes de que pudiera preguntarle a otro niño sobre su dios preferido, mi teléfono volvió a vibrar. Piper de nuevo.

— Lo siento — dije, — pero debo contestar.

— ¿Quién es? — preguntó un curioso. Su actitud me recordó a mi amigo Leo Valdez.

— Mi esposa — respondí saliendo del curso. — No se metan en problemas. Solo será un minuto — añadí.

Salí del aula y contesté la llamada.

— ¡¿Por qué no contestaste antes?! — exclamó mi esposa al otro lado del teléfono.

— Pipes, estoy dando clases. No puedo hablar ahora.

— Es importante — insistió. Sonaba realmente ansiosa.

— Me lo dices cuando llegue a casa. ¿Está bien?

— Bien — contestó furiosa antes de colgar. Perfecto, la había hecho enojar.

Entré a la clase nuevamente y seguí con mis preguntas. Piper no volvió llamarme en lo que restó de la mañana.

Cuando terminé con todas mis clases, volví a mi hogar. Llamé a la puerta unas tres veces, pero mi esposa no vino a abrirme. Volví a mi auto para buscar la llave de repuesto que tenía guardada.

Entré en mi casa y llamé a Piper, pero no respondió. Escuché la puerta del baño abrirse.

Fui hasta allí y ahí estaba, pálida y hecha un desastre, con su cabello completamente despeinado y sus pijamas mal puestos.

— ¿Estás bien? — le pregunté.

— Más o menos — respondió.

— ¿Para qué me llamaste hoy? — Piper se quedó pensando. — ¿Estás ahí?

— Sí — susurró. — Es solo que... No es fácil de decir.

— Ven — dije tomándola de la mano.

La llevé hasta el living. Ella se sentó en el sofá. Yo fui hasta la cocina a preparar dos tazas de té. Cuando terminé, volví y me senté junto a ella. Le tendí una de las tazas.

Piper se me quedó mirando a los ojos. Apoyó su taza en la mesa frente al sofá y me obligó a hacer lo mismo. Luego tomó una de mis manos y la colocó sobre su vientre. Con solo rozarlo, me di cuenta de que estaba levemente hinchado.

Oh, por todos los dioses...

— Jason... Estoy embarazada.

Me tomó completamente por sorpresa, pero no pude contener la sonrisa. Me acerqué a Piper y la besé durante un largo rato de la forma más tierna que pude.

— ¿Cuándo te enteraste?

— Hace dos días. No sabía cómo decírtelo.

Volví a besarla.

— ¿Y es un niño o una niña?

— Ni siquiera sé cuánto llevo embarazada, Chispitas. Hoy iré a hacerme la primera ecografía, y quería que me acompañes.

— Seguro será una niña. Una mini-Piper.

— Yo creo que será un niño. Un mini-Jason.

Ambos reímos.

[Horas después]

Piper salió de la sala donde le hicieron la ecografía.

— Casi dos meses — dijo, su voz y expresión sorprendidas. — Llevo casi dos meses embarazada.

— ¿En serio no te diste cuenta hasta hace dos días?

— Tenía mis sospechas, pero nunca me lo tomé muy en serio.

El doctor que le hizo la ecografía a mi esposa salió de su oficina y se dirigió hacia nosotros.

— Felicidades, señor y señora Grace. Su bebé luce totalmente saludable. ¿Quieren pasar a ver la ecografía?

Ambos asentimos y seguimos al médico. Entramos en una pequeña habitación. Había una pantalla en la se veía una imagen en blanco y negro.

Luego de hablar un rato con el doctor, al parecer Piper no pudo contenerse.

— ¿Cuándo sabremos si será niño o niña?

— Normalmente, a los tres o cuatro meses se da un resultado exacto.

[Dos meses después]

— Jason, por favor, ¿puedes apurarte un poco?

— Ya voy, ya voy.

Piper me arrastró hasta el auto. Conducimos hasta el hospital, ambos bastante nerviosos.

Hoy nos dirían si nuestro bebé sería niño o niña.

Entramos al hospital y nos dirigimos hacia el área de maternidad. Piper habló unos segundos con la secretaria y nos hicieron pasar al instante.

El doctor nos esperaba dentro de la habitación. Hizo que Piper se recostara en la camilla y puso algo de gel sobre su estómago. Luego, pasó por arriba del gel algo que parecía como un rodillo extraño.

— ¿Y? — se precipitó Piper. — ¿Es un niño o una niña?

— Felicidades — nos dijo sonriente. — Serán padres de una pequeña y saludable niña.

El hombre salió de la habitación por unos minutos para darnos privacidad.

— Una niña — sonreí. — Tenía razón.

— Cállate — me espetó Piper, con una gran sonrisa en los labios, antes de unir nuestros labios en un tierno beso.