Capítulo 2

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Me encontraba de nuevo en el hospital, sabía que el doctor estaba hablándome, pero yo no quería escucharlo. Dejé de escucharlo cuando dijo "Tus piernas ya no serán las mismas" ya no podía pensar en otra cosa, no quería explicaciones, ya tenía suficiente. Si no podré usar más mis piernas, ya no me interesa lo que él tenga que decir. Sentí que alguien me tomaba de la mano, levanté mi vista y vi que Hotaru-san me veía con una sonrisa.

- Gracias Doctor, creo que es suficiente.....- dijo Hotaru-san llamando la atención del doctor. Él levantó la mirada de los documentos y me miró preocupado.- No debemos abrumarla con más....

Él solo asintió y dejó la habitación inmediatamente junto a Ayumi-san. Sentía como el agarre de mi mano se hacía más fuerte, miré a Hotaru-san, su mirada parecía vacía.

- El doctor dijo que había una posibilidad que recuperaras la movilidad de tus piernas...- la miré sorprendida un momento.- Pero no va a ser nada fácil.....

¡Podía recuperar mis piernas, podía volver a caminar! No me importa que tanto me tomé, cuanto me cueste, mientras pueda volver a caminar esta bien. 

Abrasé a Hotaru-san con fuerza, ella se sorprendió y se demoró en reaccionar, ella esperaba que yo estuviera deprimida. Ella me correspondió el abrazo y acarició mi cabello.

- Hoy vendrán los demás, hay cosas de las que debe hablar....- me dijo al separarnos del abrazo, ella miró la pantalla de su celular un momento antes de sonreírme.- Vendrán en diez minutos.....-ella me miró un momento e hizo una mueca.- Creo que es mejor que te peine, tu cabello está todo enredado.....

Me sorprendí, no me había dado cuenta. Miré mi cabello un momento en el reflejo de la ventana, estaba todo hecho un desastre. Asentí en respuesta y Hotaru-san sacó un peine de su bolsa junto a un lazo rojo. Me cogí de nuevo el cabello, me entristecía un poco ya no llevar mi lazo de plumas. 

Hotaru-san me peinó con delicadeza, desenredando los mechones de mi cabello algo apurada, ya que no quedaba mucho tiempo. Ella ató mi cabello en una media cola usando el lazo rojo, al menos el cabello ya no me caí en la cara.

- ¡Listo!- dijo animosamente mientras me extendía un espejo de su bolsa de maquillaje. 

Mi cara se veía un poco más pálida de lo normal, tenía rastros de lágrimas en mis mejillas, mi piel ya no brillaba como antes, era opaca, como si ya no tuviera ena. El doctor me dijo que mi ena estaba muy resquebrajado y de que no iba a ser capaz de respirar bajo el agua un tiempo mientras se regeneraba. Pero yo tenía dudas sobre si lo hacía.

El sonido de la puerta abriéndose llamó mi atención haciendo que cierre el espejo inmediatamente. El alcalde junto a unos hombres que nunca había visto.

- Mukaido-san...- llamó el alcalde.- Ya ha pasado una semana entera desde que fue encontrada en la playa por Hotaru-san, esperamos que nos pueda decir todo lo que recuerda antes de eso. Espero que no sea tanta molestia..

Yo negué con la cabeza, el ardor en mi garganta había desaparecido y ya podía hablar con normalidad. Pero el problema era de que no recordaba mucho después de haber sido arrastrada hasta el fondo del mar.

-No hay problema...- hablé tímidamente.

Hotaru-san me veía preocupada, debe ser por todo lo que ha pasada o por mi estado anímico, con la noticia sobre mi condición, cualquiera estaría afectado.

- ¿Que recuerdas después del Ofunehiki?- preguntó uno de los acompañantes del alcalde.- Nosotros estamos aquí para investigar el fenómeno tras el Ofunehiki y sobre la hibernación de la gente del mar, usted es la única que ha vuelto desde el incidente. Cualquier cosa es útil.

Una Nueva Yo | Nagi no Asukara AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora