Capítulo 5

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Cuando desperté sentí un leve dolor en el cuello pues no estaba durmiendo muy bien. Realicé lo que siempre hacía por las mañanas y bajé a la cocina. Desayuné unas tostadas que mi papá había hecho y salimos de la casa. Llegamos a la escuela y me bajé del auto, entré y me encontré con Perla.

—Cam, ¿podemos hablar?— Dijo y yo solo asentí.

—Claro pero, ¿podemos hablar después?— Le sonreí y ella aceptó.

—Ya vamos, no quiero llegar tarde.— Me jaló de la mano.

Nos fuimos a nuestra primera clase aunque yo estaba muy distraída. No me podía concentrar y me dolía muchísimo el cuerpo. En la siguiente clase la maestra nos mandó a realizar un experimento en grupo y casi fracaso si no hubiera sido por la ayuda de Zack. Él era bastante bueno en todas las clases y siempre me ayudaba.

En la hora de educación física no pude evitar mirar a Jack, teníamos que escribir lo que pensábamos de una persona en específico. Yo escribí sobre él, lo mala persona que era. Gracias a Dios pude descansar un poco en la próxima clase, pues la maestra debía hablar con 3 padres y lo haría en nuestra hora.

A la hora de almuerzo noté que todos me miraban y se reían. No les di importancia hasta que lo entendí todo. Al llegar al baño con Perla, vimos un papel con fotos mías muy vergonzosas. No solo estaban en la puerta del baño, también estaban en el comedor y en los pasillos.

—¿De que se ríen? Largo de aquí.— Le dijo Perla molesta a unas chicas, ellas solo obedecieron y se fueron. —¿Quién pudo hacer algo así?— Preguntó.

—Definitivamente tuvo que haber sido el idiota de Jack.— Contesté furiosa, arranqué el papel de la puerta y lo busqué.

Perla se quedó arrancando los demás papeles y votándolos.

—Eres un idiota.— Le grité tirándole el papel en la cara.

Jack miró el papel con confusión y luego me miró con la frente arrugada, como si no supiera de lo que estaba hablando.

—¿Qué te pasa? ¿Qué es esto?— Preguntó confundido acercándose a mi con el papel en manos.

—No te hagas, se que fuiste tú, ¿no te quedó claro? Déjame en paz.— Le grité enojada, él solo rió burlón.

—Es una broma, ¿verdad? Jamás haría una ridiculez como esto.— Dijo mirándome a los ojos y elevando el papel.

—Ya basta, se que fuiste tú, ¿no me puedes dejar tranquila?— En ese momento Stacy comenzó a reírse, Jack se giró y la miró.

—¿Fuiste tú?— Le preguntó acercándose a ella.

—Así es.— Admitió ella orgullosa.

—¿De cuando acá tienes el derecho de hacerle esto a Camille?— Le preguntó enojado y agarrándola por los brazos.

—Se lo merece.— Contestó ella con risa burlona.

—No te metas en mis asuntos, lárgate.— La empujó y ella se asustó un poco.

—¿Porqué te pones así? Te gusta molestar a Camille, se supone que te estés burlando de ella ahora.— Le reclamó molesta y confundida.

Razones para odiarte ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora