1. Empecemos otra vez

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Abro los ojos. Y es otro día más, tener que volver a levantarme, comer rápidamente y salir a trabajar.

- ¿Por qué te levantaste tan tarde?

La voz de mi madre suena con un pequeño disgusto, eso es muy extraño ya estaría regañándome más -seguro me pedirá que...-

-Kevin, después de tu trabajo ¿podrías comprar lo que está en la lista?

-ahí está eso es lo que me ha salvado del sermón- pienso.

Kevin con una pequeña sonrisa discreta acepta, come lo restante del plato y sale apresurado al trabajo.

Al llegar apenas en la hora de su entrada de trabajo, es algo que ya había pasado algunas veces. El hombre que es su jefe lo mira con una seña de alivio.

- ¡Apresúrate, tenemos más clientes!

Asiento con la cabeza, corro para ponerme atender a la clientela. Ser mesero es nuevo para mí, de hecho, es el primer trabajo que obtengo -salí un día a buscar trabajo, entré al primer local que solicitaban ayudantes y me aceptaron tan rápido, que fue irónico o ¿sólo me pasa a mí?

-Disculpe, el especial en que consiste. -me pregunta una chica mirándome fijamente a los ojos, pero sospecho que recibo miradas de segundas intenciones. Quizás estoy exagerando.

Señalo el cartel que está al lado derecho de ellas, suponiendo que la otra persona debe de ser su madre -ese es, esta todo ahí-

- ¡Joven usted es guapo cuando sonríe!, como se llama? dígame,
¿Se ve tan joven, cuantos años tiene? Es muy atractivo, ¿cierta hija? Habló, la madre tan rápido que Kevin solo abrió más los ojos.

-"..."

Cuando me pasa estas situaciones solo puedo reaccionar de dos formas dependiendo de mi humor y justo hoy día no estoy con ganas de jugar al "chico amable".

- ¿Entonces que va a ordenar?

Miro hacia la chica, tiene una reacción de vergüenza, pero rápidamente me da su orden igual que su madre.

Más clientes, recibo las órdenes, los anoto en pequeños papeles y espero a que sirvan los platos.

-Kevin ya está los dos especiales-dice el cocinero-.

No quiero volver a esa mesa, ¿alguien no puede darle sus órdenes?, ¡ah! cierto soy el único mesero.

Esbozo una sonrisa, que es en realidad una mueca

-Disculpe - susurro mientras pongo los dos platos, las ensaladas, los vasos y cubiertos luego digo con una voz para nada agradable -espero que lo disfrute-

Bueno al menos ya cuando terminen se irán, luego recuerdo que van a pedir la cuenta y suspiro.

Cuando Kevin terminó de atender a los clientes estaba limpiando unos vasos, y escuchó un llamado de la mesa del fondo donde no quería regresar, pero debía ir por la cuenta.

-Aquí, está la cuenta señora- dije sonriendo

Al fin se irán, me dado cuenta de que me ha mirado detenidamente su hija todo el tiempo, quizás debería de decirle que se siente muy molesto hacer eso quizás no es su culpa, pero es su hija...

Sistema de evasión del protagonista secundario. (SEPS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora