Boda con un desconocido

Cap. 4 Conociendo los pies de el desconocido.

- Kinda! despierta! tengo que decirte algo maravilloso mi amor.

- Que mamá? que pasa?

- Que ya no tienes por que casarte hija. El señor René a muerto y su hijo también... y su mujer y tu padre! hay que celebrarloooo!!

El sonido del despertardor me despertó de mi alucinante sueño. Lo que daría porque hubiera sido real.

6 de la mañana.

Mi madre me puso el despertador a esa hora sin que me diera cuenta.

Me duché como cada día y bajé para ver que estaban haciendo.

Era hermoso, maldita sea! ese vestido era realmente hermoso.

- No Kinda, no! tienes que odiarlo, no puedes permitir que algo de esta boda te guste - me dije a mi misma.

- Hija, te gusta? por tu cara puedo ver que si - sonrió.

- Pero que dices? que cara, si tengo cara de asco. Es horroroso Tina - mentí -  No conoces mis gustos y mejor así. Dime a que hora es esa basura.

- A las 11:30 tenemos que estar en la iglesia.

- Pfff vale, voy a dormir un poco más.

- Quieta ahí Kinda, no vas a ir a ningún lado - su brazo paró mi cuerpo.

- Pero por qué? si quedan mil horas... que quieres que haga?

- A las 10 viene tu futuro marido, así que ya puedes empezar a ponerte guapa.

- Ni borracha!! olvidate de que me ponga guapa para ese asqueroso! -  dije subiendo las escaleras.

En 10 minutos tenia en mi habitación a 2 maquilladoras, 3 peluqueros y un estilista. Eso era un caos y aún encima no acataban mis órdenes, hacían lo que querían conmigo.

Ya eran casi las 10 y yo parecía una drag queen, cosa que no me molestaba en ese momento. Cuanto más exagerada, mejor.

Me pusieron un vestido blanco por la rodilla, un vestido clásico y sin nada que destacar. Yo ya me había resignado a mi futuro pero nunca olvidándome de mi plan. Sabía que lo iba a conseguir.

- Hola señora Brown - dijo una voz masculina desde abajo - Cada día está más bella - no tenía ni idea de quien podría ser.

- Oh! Christopher muchas gracias! que tal estás, nervioso?

- Nervioso?... por que este tal Christopher debería estar nervi NOOOOO!!! Es él? ese es el desgraciado? El que va a destrozar mi vida? Al que ya odio con todas mis fuerzas? Mi vida falsa empieza justo ahora - dije para mi misma.

- Kinda, cariño ábreme! - no pensaba contestar.

No pensaba ni hablar, ni saludar, ni mirar a la cara a mi futuro marido. No pensaba hacer nada de nada... sería como un trapo.

Abrí la puerta sin dirigir la mirada a Tina y bajé sola. Con los ojos fijados en la madera vieja del salón. Me paré frente a ese tipo que llevaba un pantalón, supuse que de un traje súper caro y fino, de color beige, con unos zapatos, también carísimos, negros.

- Eres Kinda, no? encantado, Christopher - no articulé músculo alguno.

- Hija saluda, no seas maleducada - dijo mi padre con media sonrisa en la cara. Yo seguía sin moverme.

- Mira... vas a ser mi esposa, creo que te beneficia que nos llevemos bien, no crees? - no podía creer lo que Estaba escuchando. Aún encima era un prepotente.

- Bueno es igual, tienen toda la vida para conocerse -  respondió por mí, mi querido padre.

-Si señor Brown... toda la vida! - soltó una pequeña carcajada el muy estúpido.

- Pasemos al comedor mientras Kinda se prepara para la boda.

Las dichosas 11:30 y seguía en casa. Típico en las novias tardar más que el novio, por mi tardaría toda la vida en ir.

Hora de ponerme el vestido.

Era blanco con una cola bastante grande, con pequeños diamantes por casi toda su tela. muy elegante, la verdad, ya no podía negar que me gustaba.

Me peinaron con un recogido que me hacia parecer otra. Yo siempre solía llevar mi pelo suelto.

Me subí a la limusina blanca que mi padre había alquilado. Tantas cosas hermosas que yo no podía disfrutar a causa de esta locura.

Bajé después de cuarenta minutos de viaje. Nunca había estado tan nerviosa, triste, impotente, enfadada... Todo eso en un mismo cuerpo era demasiado. Tenía ganas de desmayarme otra vez.

hasta aquí el cuarto capítulo. 💖