Boda con un desconocido

Cap. 11 Algo sospechoso.

Seguía detrás del marco de la puerta intentando pillar algo de lo que estaba pasando.

- Mmmm Chris? puedes venir? - pregunté al aire un poco incómoda.

-... que quieres Kinda? - me miró aún con los ojos llenos de lágrimas.

- Nada es que... mis padres quieren saludarte - no se me ocurrió otra cosa, pero coló.

Pasó delante de mi sin ni siquiera mirarme. La madre de Chris se quedó sentada con un semblante triste.

- Kinda, puedes venir un momento? - me preguntó ella. Me acerqué y me senté a su lado.

- Digame señora... .

- No me trates de usted, estamos en total confianza. Verás, yo no estoy de acuerdo con lo que mi marido y tus padres han acordado, quiero que lo sepas. De hecho, mi matrimonio es una farsa como la tuya, así que te pido que aguantes un poco porque pronto se acabará todo.

Se levantó y se marchó. Yo me quedé estupefacta. Me quedé sentada varios minutos pensando en lo que había dicho esa mujer. Si todavía estaba casada con él, es que se acabó enamorando de verdad?

Por fin se habían ido cada uno a su casita y yo ya podía estar más o menos tranquila.

Chris también se había ido, supuse que a ver a su novia "real", pero y a mi que me importaba? no entendía que me pasa últimamente con estos arranques de celos sin sentido.

Era casi la hora de cenar y yo ya me sentía como en mi casa, había inspeccionado todo, cada metro. Me parecía tan maravilloso! si me hubiera casado con alguien que realmente amase, seria el mejor sueño que se pudiera tener.

- Kinda? estas en casa? - me gritó mi marido desde abajo.

- Si, que quieres? - contesté sin ganas .

- Bajas para cenar?

- No, que me lo traigan a mi habitación mejor.

No recibí contestación de nadie pero a los 10 minutos alguien petó mi puerta.

- Pase por favor - dije pensando que era la sirvienta.

- Tu cena... y la mía - llegó con una bandeja.

- Oye, como que tu cena? no quiero que estés aquí Christhoper. Es mi habitación, mi espacio. Yo no voy a entrar nunca en la tuya, así que respetame no? - solté sin querer sonar borde.

- Chica tranquila! la casa es mía, así que esta habitación también... lo siento. No se que tiene de malo cenar juntos, recuerda y acostumbrate, de puertas para afuera eres mi mujer. Será mejor llevarnos bien - me dijo mirando su cena, verduras crudas.

- Tu madre hoy me ha dicho una cosa muy rara... - de repente le cambio la cara - me contó que ella también estaba en mi situación.

- Y por qué hablaste con ella? que más te dijo? - soltó sin respirar con los ojos muy abiertos.

Empezó a caminar de lado a lado muy nervioso. No se daba cuenta que así sospecharía el doble de todo, pero es un hombre, que le vas hacer, ya lo decía Beyoncé.

- Pero que pasa? no puede hablar conmigo? yo no entiendo nada, vaya familia de locos.

- No le hagas caso a mi madre, no escuches lo que te dice.

- Ja! es la más cuerda y la que mejor me ha caído de todos vosotros, realmente creo que es de la única que me puedo fiar, así que voy a seguir hablando con ella cuando tenga la ocasión - comenté metiéndome en la boca una cucharada de sopa.