Catorce

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Seria fácil todo esto si ella por lo menos me hubiera dicho algo, algo sobre su enfermedad, al principio la creía una loca hasta que me enamore de ella y supe que esa locura era hermosa. Pero ahora se que no es simple locura.

Entre a su habitación sin hacer ruido para que descansara, todavía estaba inconsciente. El doctor dijo que esta bien pero que tardaría en recobrar la conciencia. Su madre todavía seguía un poco angustiada y ansiosa por que Clara despierte de una vez. Y las horas seguían pasando y no había ninguna respuesta.

-Corazón -Dijo su mama

-Voltee-

-Es mejor que vayas a tomarte una ducha y a comer algo a tu casa

-Me puse de pie-

-No hay nada que hacer por ahora cariño

-Volveré en dos horas. ¿Esta bien?

-Si, -Acaricio mi rostro- Gracias por quedarte conmigo y con ella 

Me fui a casa. Tome una ducha y cene con mi familia. Les conté todo lo que había sucedido y por que Clara es así, un poco rara. Obviamente les pedí que guardaran mi secreto y el de ella, ya que no quería que se enojaran por haberlo contado. Me acosté un rato para descansar mi cabeza y que se pasara este dolor un poco. A los pocos minutos me quede dormido

En mis sueños, encontré a Clara sonriéndome, abrazados en aquel lugar donde nos dimos nuestros primer beso. Tocando su piel y la mía entre caricias y riendo como siempre la veía, un alma llena de felicidad con un pasado oscuro y doloroso. Desperté sobresaltado. Mire la hora y eran las 9.30. Me cambie y me fui a la casa de Clara.

-Abrió la puerta- Despertó, ven pasa

-¿Como esta?

-Bien, pero un poco confundida, ten paciencia. 

-Asentí- 

-No digas lo que paso recién, no quiero que se altere de nuevo

-No diré nada. 

Entre desesperado. Su mama me guió hasta su habitación y la vi sentada en la cama, comiendo algo y mirando la tv. Ella me miro fijamente y se detuvo. Creía por un momento que iba a comenzar a llorar sin control al verla así, como si nada hubiera pasado. Aunque su mirada era la misma, era evidente que estaba un poco confundida

-Hola, linda -Dije y me senté en la punta de su cama-

Ella me miro fijamente e hizo una mueca. Una mueca que había visto antes que me recordaba a cuando nos habíamos visto.. por primera vez. Mi cielo se prendió fuego y todos los sueños se fueron por la borda cuando trago la comida de su boca y sin dudarlo, y con la misma mueca de antes, dijo lo peor que pude haber escuchado en años

-¿Quien eres? 


No me olvides TERMINADAWhere stories live. Discover now