Capítulo 10

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Un solo corazón.

"Te veo en la torre de astronomía a media noche, ten cuidado que nadie te vea"

Eso recitaba la nota que había traído la lechuza negra.

Hermione sonrió y se puso a dar pequeños brinquitos por su habitación, llevaba dos largos meses de relación con Draco y se sentía realmente feliz, aunque no le gustaba que sólo lo pudiera ver en las noches y alguna que otra tarde por la biblioteca.

Unos golpes en su puerta llamaron su atención, rápidamente escondió la nota en su baúl y corrió a abrir.

― ¡Mione!

Su amiga estaba llorando.

― ¿Que sucede Ginny?

― Creo que Harry me engaña.

― ¿De qué estás hablando? ―La castaña confundida no daba crédito a las palabras de su amiga.

― Es que hace tiempo que lo noto raro, y estos últimos días está más distraído que de costumbre. ―Hablo Ginny.

― Tal vez está presionado por los estudios, recuerda que quiere entrar a la academia de aurores y para eso necesita las mejores calificaciones. ―Explicó Hermione.

― No Hermione, sé que me está engañando y cuando encuentre a esa con la que me traiciona, lo lamentaran...

― Ginny te recomiendo que primero estés segura de lo que dices, si no podrías perder a Harry...

Ginny salió sin prestarle atención a sus palabras, Hermione apreciaba mucho a Ginny pero desde que la guerra terminó y todos ellos habían quedado bien parados ante el Ministerio, tanto Ron como Ginny habían cambiado mucho, decidió que hablaría con Harry para que si eso era cierto al menos terminará con su amiga.

Esta noche Harry tendría ronda, Hermione se quedó pensado en lo acontecido en la mansión de los Malfoy durante la condena de Astoria.

"Harry podría estar con Daphne" pensó Hermione "No, no creo que sea así."

Y así como llego la idea, la desecho, bajo a la sala común donde Ron estaba sentando.

― ¿Qué haces aquí? ―Pregunto confundida.

― Te estaba esperando.

― ¿Para?

― Bueno yo quería decirte que... Qué bueno yo... Sé que estás sola y que tal vez necesitas de un hombre para sentirte protegida...

Hermione estaba sorprendida, decidió acabar con el tema de una vez antes de que su amigo terminara haciéndola enojar.

― No Ron, no necesito de nada de eso, además no estoy sola están ustedes que son mis amigos ¿O no?

― Bueno es que tal vez yo no me explique, yo quería...

― Ron ya habíamos hablado de eso.

― Pero yo creí que...

― No Ron, yo no quiero estar contigo.

― Pero yo te amo...

― Yo...

― ¿Cómo dijiste?

La persona menos indicada para escuchar aquella conversación interrumpió en la sala común.

― ¡Hola Lavender! ―Saludo impresionado el pelirrojo.

― ¿Que dijiste Ron?

La muchacha estaba a punto de llorar, observaba con rencor a la castaña y a Ron con tristeza, el Gryffindor estaba igual de rojo que su cabello, Hermione fue quien terminó con el duelo de miradas de la joven.

La Maldición de los NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora