La Maldición de los Nott

Capitulo 15

Aceptando las consecuencias.

El rubio daba vueltas como loco en la sala común.

― Puedes dejar de dar vueltas, me estoy mareando solo de verte. ―Pidió la morena.

― En serio ¿No sabes como esta? ―Pregunto de nuevo el ojigris.

― Ya te dije que no.

En ese instante Blaise entraba a su sala.

― Blaise ¿Cómo están? ―Preguntaron los dos jóvenes al mismo tiempo.

― Igual, no despiertan. ―Respondió con un suspiro el moreno.

El rubio harto de no tener respuestas se paró y camino rumbo a la salida de su sala común.

― Necesito ir a verla.

― ¿Para qué? ―Pregunto serio Zabini.

― ¿Como que para qué? No hagas preguntas estúpidas.

El rubio estaba impaciente.

― Me refiero a que les dirás a sus padres, están decididos a alejar a Granger de todos aquellos que la lastimaron en este lugar.

― ¿Sus padres? ―Pregunto Pansy emocionada.

― Si ellos llegaron exigiendo respuestas del porqué su hija estaba ahí, ahora responde ¿Que les dirás?

― Pues... ―Draco se quedó sin palabras.

― Tendrás el valor para decir que por culpa tuya, es que ella se encuentra en ese estado, que sólo por tu estúpido orgullo es que ella ha sufrido este mes. ―Dijo Blaise con una sinceridad.

― Yo...

― Será mejor que la dejes en paz, ya la has herido demasiado.

Después de decir aquello, Blaise dio media vuelta y subió a su cuarto, dejando sorprendidos a sus amigos.

― Yo no quería decirlo, pero él tiene razón. ―Dijo Pansy.

― Lo sé.

Draco bajo la mirada, tenía un debate interno sabía que sus amigos tenían razón pero él la amaba y no quería perderla.

La pregunta ahora era ¿Que iba a hacer?

**************

Despertó muy desorientada no sabía dónde se encontraba, trato de enfocar las cosas para observar pero un fuerte dolor de cabeza lo impidió, cerró fuertemente los ojos y cuando los abrió un castaño estaba frente a ella.

― ¿Nott? ―Pregunto confundida.

― ¿Cómo estás? — Pregunto el joven de ojos azules.

Al no obtener respuesta volvió a preguntar― ¿Dónde estamos?

― ¿No recuerdas nada?

Se rindió tal vez respondiendo sus preguntas el respondería las de ella.

― Lo último que recuerdo es estar en la biblioteca, ―Suspiro la joven― De ahí no lo sé, ¿En dónde estamos?

― Pues... Por lo que me contaron, hubo un incendio en la biblioteca y estabas dentro, te tuvieron que traer a San Mungo ―Respondió Theo.

― ¿Porque estas tu aquí? ―Ahora era su turno de indagar.

― Bueno no creo ser el indicado para contar esto, ―Se levantó de la silla y volvió a la cama de a un lado― será mejor que descanses, en un rato vendrán los sanadores.