No sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes (Justin Bieber y tu)

XVI

Parte 2

______

- ¿Justin?

Él estaba paralizado, con la mirada fija en algo o alguien a mis espaldas, seguí su mirada lentamente detrás de mi...
Ella le sonreía a Justin de una manera muy íntima y ni siquiera me dirigió una mirada en el tiempo qué pasó, pudo haber sido segundos o minutos, no me di cuenta, hasta el momento en que empezó a caminar hacia nosotros.

- Miren nada más - Por fin me vio, me sonrió y se volteó a Justin de nuevo. Sudor frío empezó a recorrerme por la frente. Me quede sin palabras - Mi amor, ¿Que es todo esto?

Sentí como las lagrimas peleaban por salir de mis ojos, pero no, no iba a llorar en frente de ellos.
Justin parpadeo lentamente.

- Que curioso que lo preguntes Senna, si tu eres su mujer ¿como es que no sabes que es todo esto? - Mantuve lo más firme mi voz.

Vi a Justin. Que seguís sin decir una sola jodida palabra. ¿Que diablos le pasaba? La había traído con él a mi país y fue tan descuidado que dejó que ella se enterara que me traía a una cena.

Ya estaba harta de hacerme la del corazón roto.

- ¿Que... mierda... haces...aquí? - Justin se iba levantando lentamente mientras iba pronunciando palabra por palabra.

No sabía si la comía con la mirada y era solo producto de mi dolor o la estaba fulminando con ella.

Jenna dio un paso atrás.

- Y primero - Volteó a verme, suavizando solo un poco su mirada en la mía, solo un poco - No es mi mujer, ni lo fue, ni lo es y nunca lo será - volvió su mirada a ella, endureciéndola por completo - Lo preguntare una maldita ultima vez ¿Que mierda haces aquí?

Y las náuseas volvieron una vez más.

- Necesito hablar contigo a solas - Jenna dirigió su mirada a mi una vez más, con desprecio y odio.

¿Ella era mi mejor amiga hace apenas unos meses? ¿Como es que llegamos a esto?.

- No - Fue la única respuesta de Justin.

- Bueno, como gustes, estoy segura que a tu queridas ex esposa le encantará enterarse - Volvió a poner su sonrisa petulante, enseñando sus perfectos dientes.

Sus ojos chispearon como los de un niño cuando le dan su dulce favorito.
Justin frunció el seño. Pude notar que él estaba igual de incómodo y confundido como yo.

Me levante lo más rápido que pude ignorando los mareos, malditas náuseas.

- No tenemos nada de que hablar y te pido que te vayas de aquí, ahora - Demando.

Puede que tenia un poco de curiosidad de lo que Jenna tenia que decir. ¿Que podía ser peor de lo que ya era?
Coloque mis manos en mi cadera.

- He venido hacia aquí para decirte lo que necesito con demasiada urgencia que sepas y sabes que me encantará que ______ celebre con nosotros la maravillosa noticia que tengo para darte, mi amor - Mi piel de erizo.

No me iría a gustar ni un poco, nada de lo que saliera de su boca era bueno para mi. Ni para mi ni para mi bebé. Necesitaba salir de ahí.

- Por Dios - Dije en voz baja.

Senna y Justin se desafiaban y se fulminaban con la mirada.

Y yo... bueno, yo no podía sentirme más dolida y más incómoda.

Di un paso hacia la puerta y así alejarme de ellos pero Senna me sostuvo por el brazo impidiéndome dar un paso más.
Me vio directo a los ojos, con un brillo diferente, por lo más raro que sonara, sus ojos eran algún tipo de calidez y contenían mucho amor en ellos.

- Quédate, al fin y al cabo, éramos mejores amigas y desde pequeñas hablábamos de lo increíble que sería cuando nos tocara ser mamás...

- ¿Que...? - Sentí como la sangre abandonaba lentamente mi rostro.

Se volteó a Justin y soltó mi brazo.

- Estoy embarazada, mi amor - Sonrío, realmente sonrió, no para lastimarme, no para fastidiar a Justin, si no por que ella realmente, realmente amaba a su hijo, un hijo que Justin había creado con ella, y ella ya lo amaba por ser de él.

Tenia que estar bromeando, esta vez no contuve las lágrimas que se formaron en mis ojos y no me tragué el nudo que se me hizo en la boca del estómago, sentí mis piernas débiles.

No podía ser, no podía ser, no podía ser.
Tal vez tenia suerte y si lo repetía varias veces se volvía verdad.
¡Porque no podía ser!

Justin nos había dejado embarazadas al mismo tiempo, porque Senna tenia que tener el mismo maldito tiempo de embarazo que yo.

Una discusión se formó a mi alrededor pero no lograba enfocarme en nada, me sostuve el abdomen porque todo se revolvió dentro de mi, mi estómago, mi mente y mi corazón.
Mi mundo se volvía a destruir y esto le quitaba papá a mi hijo o hija, y ahora importaba menos si en algún momento se lo pensaba contar a Justin o no, ahora nada de eso importaba, porque su amante estaba embarazada y eso tenía más sentido en este momento, él me había dejado por ella, la eligió a ella por encima de mi ¿por que iría a ser diferente con mi bebé?.

Matt había tenido toda la razón. Siempre la había tenido y yo no había sabido reconocerlo.
No iba a dejar a mi hijo sin una figura paterna ¿o si?, Matt se había ofrecido para ser el papá de mi hijo ¿Pero me atrevería a hacer algo así? O ¿era mejor crearlo como madre soltera? No sería la primera y tendría la ayuda de mis padres, de Matt...

No sentía mi cuerpo, tenía un molesto zumbido en el tímpano, pero necesitaba alejarme de aquí, de ellos, los necesitaba lo más lejos posible, tenia que ver cómo regresaba sola a casa. Comencé a caminar, me tambaleaba. El shock aun no me dejaba en paz aun lo sentía en cada vena de mi cuerpo, el sonido de su voz retumbando en mi cabeza "Estoy embarazada, mi amor". Estaba perdida... y no sabía que hacer al respecto ¿estaba exagerando? Y es que me dolía, me dolía mucho.

Pude avanzar dos mesas, sosteniéndome en los respaldos de las sillas.

- Quiero un examen de ADN y no quiero... - distinguí a lo lejos la voz de Justin... y pensar en su nombre abría más la herida demasiado fresca. Mi brazo se enfureció debajo de una mano. - ¿A donde crees que vas? - Subí mi mirada al rostro de Justin, un rostro que por primera vez no pude leer.

Aleje de un manotazo su mano de mi brazo.

- No vuelvas a tocarme nunca más - Lo mire fijo a los ojos ¿Que más podía hacer? - No me vuelvas a dirigir la palabra, ni siquiera vuelvas a pensar en mi, joder - Lo empuje con mis manos débiles - ¡Te quiero lejos de nosotros! - Casi grité. Y me puse más roja de lo que ya estaba al sentir la mirada de casi todo el prestigioso restaurante en mi - Si alguna vez pensé en volver contigo, con esto jamás lo vuelvo ni a considerar, tenlo por seguro, olvídate de nosotros.

- _______... - En sus ojos vi dolor, un dolor como el que yo podía saborear - No le puedes creer, confía en mi en esta... -Mi cachetada lo interrumpió.

Y todo en mi se volvió a romper.
Lo hice a un lado y me fui.
Y me dejo ir.
Nos dejó ir.