Capítulo 7: Guardaespaldas

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Apoyado contra una pared y encendiéndose un cigarro, su tío le esperaba algo confuso por todo aquel numerito que acababa de montar. Sabía de sobra que su sobrino siempre tenía una u otra excusa, que no hacía las cosas sin un sentido, pero ahora mismo... no lo veía claro. Sólo podía esperar a que Itachi le explicase a qué había venido todo aquello.

- ¿Vas a contarme a qué venía eso? – preguntó Madara al ver cómo su sobrino caminaba hacia él.

- ¿Vas a ir a investigarlo o no? – preguntó Itachi.

- Me gustaría tener una ligera idea de qué estoy buscando antes de acercarme a ese vehículo. ¿Qué es lo que te preocupa? Y no me digas que nada... sé que es algo.

- Fue... hace cinco años – comentó Itachi – quizá no sea nada, ¿vale? Pero... no sé... no me quedaré tranquilo hasta que revises ese coche.

- ¿Qué está ocurriendo?

- El chico ese que me sonaba de algo, creo que le vi en el bar donde quedé con Minato hace cinco años, antes de su accidente. No estoy seguro pero... quiero comprobar ese coche.

- De acuerdo, lo miraré a fondo. Aunque no entiendo, si crees que tuvo algo que ver con el accidente, ¿por qué intentaría repetir una jugada tan arriesgada?

- Porque Minato sigue vivo – le aclaró – algo grave tiene que haber ahí, algo que todavía no entiendo, puede que quiera algo de ese chico, o puede que sepa algo que no debería saber, no estoy seguro... pero es muy posible que vayan a por él.

- Pudieron matarle antes si ése era el caso.

- Estaba recluido en su casa. Tras el accidente ha estado cinco años encerrado, sin salir, bajo toda la seguridad de la familia Namikaze. Era un suicidio, pero ahora que está por aquí y con tan sólo un guardaespaldas... tienen una oportunidad de nuevo.

Madara no dijo nada, simplemente... asintió con la cabeza dándose cuenta de que su sobrino tenía sospechas sobre algo, unas sospechas que le llevaban a un tema cada vez más oscuro e intrigante.

- Ten cuidado, Itachi – le advirtió Madara al darse cuenta de en qué temas se estaba metiendo.

- Lo sé.

- Te diría que no jugases en estos campos pero... seguramente no me harías caso, así que sólo... ten cuidado. No quiero que mueras por algo así.

- No pude protegerle aquella vez, ni siquiera le pregunté por qué estaba tan asustado y... creí que no saldría de aquel accidente. No puedo permitir que le ocurra nada otra vez, quiero protegerle.

- A veces no podemos proteger a todos.

- No quiero proteger a todos... sólo mantenerle a él a salvo.

***

El depósito municipal estaba lleno de vehículos, sin embargo, el empleado le había dejado a solas unos instantes mientras tramitaba los papeles del vehículo para su retirada. Quizá llamar a la grúa no había sido el mejor de los sistemas pero... no había encontrado otra forma para impedir que Minato subiera en ese coche.

- ¿Has encontrado algo interesante? – preguntó una profunda voz a su espalda.

Itachi sonrió al reconocer la voz como el guardaespaldas de Minato. Sacó la cabeza del interior del capó del vehículo y dejó las herramientas a un lado antes de girarse. Si le decía la verdad de su movimiento, era muy posible que no le creyese.

Bajo las alas de un samurai (Naruto: Itachi-Minato, Jiraiya- Orochimaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora