Capítulo 11: Encontronazos

769 104 4
                                    

Minato le observaba con detenimiento, sin poder concentrarse en la meditación en la que tanto insistía su nuevo guardaespaldas. Para colmo... Kakashi había decidido marcharse de nuevo con Jiraiya por algún tema que no le había querido contar. Decía que tenía algo urgente que hablar con él, así que ahora... se quedaba bajo la protección de ese moreno frente a él.

- Céntrate – escuchó de ese moreno que mantenía los ojos cerrados.

- Es que...

- Ya lo sé. Sigues dando vueltas a muchas cosas. Estás preocupado porque Kakashi se marcha en un rato, quizá también odias quedarte a solas conmigo y lo entiendo, apenas me conoces.

- Kakashi se fía de ti por alguna extraña razón.

- Me ha investigado a fondo – sonrió Itachi – y sabe que haría lo que fuera por ti.

- ¿Y lo sabe por la última charla contigo?

- ¿Qué puedo decirte? Soy encantador.

Pese a su arrogante sonrisa, sus ojos no podían apartarse de ese rostro angelical que le miraba con sus dudas tras la pronunciación de esas palabras engreídas. Estaba claro que, en parte, bromeaba, pero aun así, Minato se había quedado mudo sin saber qué decirle. Para Itachi, todo era divertido, ese chico era demasiado inocente. Sin embargo... después de que Kakashi le contase sobre su pasado y cómo había vivido en la calle, una pequeña mirada de melancolía y tristeza apareció en su rostro. No podía entender todavía cómo un chico como él podría haber acabado en una situación así.

- ¿Cómo conociste a Jiraiya? – preguntó Itachi, captando la atención de inmediato de ese chico.

- Él... me encontró – intentó disimular lo que Kakashi ya le había contado.

- Vale... cojamos un atajo – se puso serio – Kakashi me ha contado ciertas cosas, entre ellas cómo te conocieron y sinceramente... si tengo que protegerte, voy a necesitar todos los detalles tuyos.

- Soy Minato Namikaze, es todo lo que necesitas saber.

- De acuerdo.

- ¿Y ya está? ¿No vas a preguntar más?

- Veo que no quieres hablar, aunque en algún momento... es posible que tu pasado nos muerda en el trasero y entonces... no podré defenderte como debería por no saber qué ocurrió.

- Podrías investigarme.

- Kakashi ya lo hizo – dijo Itachi – y no hay nada interesante sobre tu pasado. Algunas cosas de tu madre pero ya está...

- Mi madre... supongo que no le interesaron muchas cosas sobre mí – dijo Minato – nunca fui a una escuela, ni parecía tener interés en que aprendiera sobre la vida, constantemente parecía odiarme por cualquier cosa que hiciera. Si me preguntas... te diría que... creo que mi madre me odiaba por algún motivo que desconozco. Nunca tuve amigos, supongo que tampoco los tengo ahora, siempre he estado solo. ¿Quieres la verdad sobre mí? Fui un idiota que me dejé engatusar por las primeras palabras bonitas que me dijeron y que sólo me trajeron problemas. Era inocente, ingenuo y estúpido, pero no volverá a pasar. Las palabras bonitas ya no me afectan, no me creo nada de lo que puedan decirme, no volveré a caer en ninguna trampa de ese estilo.

- ¿Y si te digo que te quiero? ¿Tampoco me crees a mí?

- No – dijo Minato muy seguro – el amor o lo que consideras como tal... sólo es un montón de sustancias químicas que recorren tu cuerpo, unas sustancias que en un tiempo pueden desaparecer y dejarme a mí mal parado por haber confiado en unos sentimientos que no existen.

Bajo las alas de un samurai (Naruto: Itachi-Minato, Jiraiya- Orochimaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora