8- No le veo futuro

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En cuanto acabaron los exámenes, todo el mundo empezó a prepararse para la graduación, ese acontecimiento que marcaría el final de una etapa. Las chicas se compraron bonitos vestidos de diferentes colores, y los chicos llevaban trajes elegantes que ni de coña iban a volver a usar en mucho tiempo. Era un día especial, y todos estaban emocionados. Era un fin, y también un principio.

La escuela había alquilado un espacio abierto para hacer el catering con los padres de los graduados también, el cual incluía además un escenario sobre el cual algunos alumnos ofrecieron espectáculo. Tocaron instrumentos, bailaron, cantaron, actuaron... todos los padres se sentían orgullosos.

-¿Tú qué has preparado, Jackson?- le preguntó el padre a un despistado hijo que no podía dejar de mirar en dirección a Ryan.

Se estaba sintiendo muy gay en ese momento, pero no podía dejar de mirar lo bien que le quedaba el traje y el pelo peinado hacia un lado, y también esa preciosa sonrisa, y no sabía en qué momento su cerebro se había tomado la libertad de maltratarlo de aquella forma. Seguramente en el momento en el que tuvo su primera "pesadilla".

-Uh... y-ya lo verás.

Su padre no le insistió más, y él lo agradeció. Volvió a mirar hacia Ryan. Tan solo estaba en compañía del padre de Cee y los padres de Laura. Claramente, los suyos no habían acudido. Le sorprendió la facilidad que tenía igualmente para sonreír, cuando en realidad no había sido nunca una persona demasiado expresiva. Seguramente, en su caso, alejarse de su padre le había hecho más bien que cualquier otra cosa.

La alumna que tocaba la guitarra en frente de todo el mundo terminó la canción. Todos aplaudieron hasta que una chica de pelo lila y vestido del mismo color se subió al escenario con cierto rubor, ya que a pesar de que su función era presentar a los alumnos, no se acostumbraba a estar ahí arriba. Jackson, sin dar explicaciones a su familia, salió corriendo en su dirección.

-Y, ahora, Jackson nos deleitará con una canción. Creo que él tiene más palabras que decir que yo, así que, ¡un aplauso para él!

La chica bajó de inmediato y le cogió el hombro con fuerza al chico que estaba más que tenso. Pero no pudo darle muchos más ánimos, ya que su profesora ya estaba esperándole con cara de enfado.

-¿Candy? ¿Qué se supone que significa esto? Jackson no estaba en el orden de actuaciones.

Ella no sabía qué excusa poner. Laura acudió en su ayuda de inmediato al verla en apuros.

-Cee, necesito que vayas a por hielo- le dijo de manera fugaz para luego volver a desaparecer. La chica sonrió con falso apuro.

-¡Vaya! ¡Tengo que ir a por hielo!

Y salió huyendo tras su amiga. La maestra suspiró, pero luego se concentró en el chico que ya había subido al escenario. No se iba a perder al rancio de Jackson cantando delante de todo el mundo ni de broma.

-Uh... hola- rió con nerviosismo-. Bueno ésta... es una canción que voy a dedicar a Ryan.

Pudo ver perfectamente como los ojos del aludido se abrían de par en par, y cómo se ruborizaba también al ver cómo tanta gente se giraba hacia él. Las primeras notas de guitarra sonaron por el altavoz.

-Espero que me perdones por ser un imbécil después de esto.

Si el azabache ya estaba sorprendido por la alusión a él, no sabría cómo describir su estado al escuchar la letra de "This is me", de Camp Rock. Se tapó la boca de inmediato para no reírse. Las chicas pegaron grititos y empezaron a cantarla también, y algunos chicos se carcajearon. Pero él sólo podía escuchar a Jackson. Estaba cantando para él.

No Hay HuevosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora