El harem de Bakugou [Boku no Hero Academia]

Final Alternativo #3

ADVERTENCIA: Si no te gusta el DekuKatsu, no leas esto. De verdad.

Ah, y también hay un poco de lemon.

[...]

—K-Kacchan… ¿no te duele? ¿Está bien? Si quieres puedo ir más despacio… —murmuraba Izuku en el oído de Katsuki.

—Mierda Deku, solo hazlo de una puta vez —respondió Bakugou con rabia y mientras ocultaba su rostro con su brazo.

¿Cómo habían llegado a esa situación?

[...]

Izuku vio su oportunidad hecha trizas al escuchar aquello, pero aún así, no se iba a rendir. Todavía habían más oportunidades.

—Bakugou —una voz serena llamó la atención de todos y los puso en alerta roja al darse cuenta de quién era.

Todoroki estaba a punto de dar el primer paso.

—Baku…

Pero Shouto no pudo terminar de hablar al escuchar el ruido de la puerta al abrirse a gran velocidad; Aizawa había entrado y las clases iban a comenzar.

—No me hagáis hablar de más —sentenció el profe mirando mal a todos los alumnos—. Cada uno a su sitio —finalizó haciendo que Shouto perdiera su oportunidad y no le quedase otra que sentarse.

Izuku suspiró de tranquilidad, pero aún así le preocupaba el hecho de que Kaminari y Kirishima hubiesen invitado a Katsuki. Seguro perdería su preciada oportunidad de confesarse y entregarle el regalo que le tenía preparado… o eso era lo que creía.

Las clases finalizaron y el joven de cabello verde, al ver cómo Bakugou era rodeado  por varios compañeros de clase, decidió adelantarse y esperar a Katsuki en los casilleros; al menos solo quería entregarle el presente.

—Quizás… ni siquiera vendrá —suspiró algo cabizbajo y con una leve y triste sonrisa al notar que había pasado bastante tiempo y su amigo de la infancia no aparecía.

Pero lo que Izuku no sabía era que Katsuki había sufrido un atentado de secuestro por parte de Todoroki y que se logró impedir gracias a que Kaminari y Kirishima estuvieron ahí. Aquello llevó bastante tiempo porque sucedieron diversos acontecimientos, pero eso era otra historia y lo importante era que Bakugou estaba bien.

—¡Menos mal que estábamos a tu lado! —se pudo oír la voz de Denki.

—No necesitaba vuestra ayuda —chasqueó la lengua Katsuki.

Midoriya se giró en seguida con una sonrisa llena de ilusión al oír aquella voz, pero se fue borrando al ver que su amigo de la infancia ya estaba en compañía de otras personas.