Capítulo 8: "Mal"

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No estaba muy seguro de lo que ocurría con Blaine. Estaba actuando muy extraño y no tenía idea de cómo se supone que deba reaccionar ante eso. Además de ser arrebatadoramente sexy, se empeña en sacarme de quicio, con sus frases ingeniosas y sus respuestas a medias.

Anoche casi me mata con sólo quitarme una jodida gota de leche, y esta mañana me arrebató de las manos mi taza de café, para bebérsela él, dejando un poco sólo para fastidiarme con el hecho de tener que posar mis labios donde estuvo su boca.

Luego, se fue todo el camino al instituto, rozando mi pierna cada vez que pasaba un cambio. Su mano no dejó de tocarme y la sensación de que disfrutaba de una broma interna, no me abandonó en ningún momento.

No sé si es que trama algo o sólo lo hace a modo de diversión. Aunque también he considerado la posibilidad de que sea una venganza.

De todos modos, me arruinó la mañana. Él es el único culpable de que llegara con una erección al instituto, la cual tuve que disimular con mi bolso y tardé un siglo en aplacar.

Fue algo muy cruel.

- ¡Cien por ciento confirmado! – Exclamó Mercedes, llegando a mi taquilla – Blaine y Tina son novios.

- ¿Qué? – yo contuve la risa.

- Acabo de verlos juntos – explicó ella – Son novios. Los rumores eran ciertos.

- Ver para creer, querida – murmuré, perfeccionando mi imagen en el espejo de mi casillero.

- Entonces ve a la taquilla de Blaine y comprobarás lo que te digo.

- ¿Qué te hace pensar que me importa eso? – simulé desinterés – Por mí, como si se le quemara en pelo. Me vale lo que haga. Ahora me voy a clase, nos vemos – me apresuré en decir y salí disparado hacia el salón de Lengua.

Inevitablemente, me desvié en el camino, pasándome por un pasillo que daba directo al locker de Blaine. En efecto, se encontraba allí.

Mi corazón se detuvo por completo, y el aire comenzó a escasear. Un sudor frío me cubrió las manos y tuve que mantener mi consciencia al corriente de que estaba en pleno pasillo, para no caer al suelo.

Él sonreía, luciendo realmente feliz, con su perfecta hilera de dientes resplandeciendo. Sus ojos estaban entrecerrados por la amplitud de su sonrisa, y sus manos, se encontraban aferradas a la cintura de ella.

La chica sonreía tanto como él, compartiendo la misma alegría, mientras sus brazos descansaban alrededor de su cuello.

De improviso, ella se aproximó a su boca, siendo recibida cálidamente por él, quien la besó profundamente y sin inhibiciones. Se besaron prolongadamente, por lo que parecieron horas, mientras yo me encontraba allí, como un mero espectador de aquel encantador espectáculo, con la excepción de que para mí, era todo menos eso... Era repulsivo y más doloroso de lo que estaba dispuesto a reconocer.

No podía creer lo que mis ojos estaban mirando. No era real, no podía serlo... Y lo peor de esto, es que ni siquiera sé por qué es que duele tanto. Es como si me hubieran arrancado una parte del cuerpo de cuajo, sin miramientos, sin contemplaciones.

Se sentía horrible. Quería morir.

Por una breve fracción de segundo, él alzó la mirada, encontrándose con mis ojos, que ardían por el hecho de que ni siquiera había pestañeado. Su expresión varió, pasando por muchas reacciones, desde sorprendido, hasta contrariado, acabando en seriedad absoluta, para regresar sus ojos a la chica.

Love Fool [Klaine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora