El se levantó temprano ese día, poniéndose una máscara que cambiaba su rostro. Se trataba de un joven con el cabello marrón azabache llamado Tyler de tan solo diecisiete años. Su día empezaba como todos los demás, lamentándose de su miserable existencia mentalmente y dibujando una falsa sonrisa en su rostro delante de su familia pretendiendo estar bien. No lo estaba. Para nada.
Al bajar, se encontró con toda su familia desayunando en la mesa, el se sentó en la silla que quedaba vacía sin decir y hacer nada, solo mirando el plato aun vacío. Pudo escuchar como su hermana hablaba de la gran victoria, que tuvo su equipo de baloncesto hace unos días atrás,orgullosa. Cada maldita comida igual, todos hablaban de sus victorias orgullosos de sí mismos con los ojos brillantes. El era el único que no hablaba y nadie se daba cuenta, excepto hoy.
-Tyler, ¿Sucede algo, no vas a comer?- Preguntó su madre mirándolo bastante preocupada a la par que seria.
-Eh, no, estoy bien mamá.- respondió mientras agarraba la leche y lo vertía en el bol para después poner los cereales. No quería decir la verdad, no quería que lo abuchearan a preguntas.
Después de desayunar, todos sus hermanos empezaron a salir de casa para ir al instituto a toda velocidad para no perder el autobús escolar. Tyler se olvidó de su mochila en su cuarto, subió a buscarla. Entró en su cuarto apresurado y agarró la mochila colgándola de un hombro. Al levantar la mirada vio los camiones de mudanza, se trataba de los nuevos vecinos. Por lo que había escuchado a sus padres, tenían un hijo de su misma edad llamado Joshua Dum, Dan, Bam... no lo recordaba. También, por lo que sabia iba a ir a su mismo instituto. Vio a un chico de cabellos rojos vivos con unas ropas llamativas de color negro. Entonces se fijó en su rostro, esos delicados ojos color café intenso achinados le llamaron la atención, y sin darse cuenta se encontró a él mirando fijamente a ese chico. El pelirrojo notó una mirada y al subir su rostro se cruzó con la de un chico castaño.
Tyler tan pronto como cruzó su mirada desvió la suya y se dirigió abajo a grandes zancadas y deprisa. Llegó justo a tiempo antes de que el autobús amarillo reprendiera su camino y se subió rápidamente para no volverse a encontrar con el chico de cabellos rojos.
Al llegar por fin al instituto después de que el autobús recogiera a los niños que tenía que llevar a ese mismo instituto. Y ahora empezaban las clases. Al joven de cabello marrón azabache no le hacia mucha gracia esa idea. Se ajustó su beanie rojo con tal de tapar al máximo sus ojos, era su escudo ante este cruel mundo.
Entró en su aula y se sentó al final, donde nadie le pudiera percibir. Era consciente de que eso no funcionaba. Y se confirmó al ver como tres chicos se acercaban a él con paso temerario. Se trataban de Brian, Axel y Edward. Los matones de la clase.
El rápidamente agarró un libro para pretender que leía, pero no sirvió. Nada servia, ellos venian igualmente a manchar todo lo que el hacia o conseguía. Venían a por él, y nunca lo iban a dejar, el era débil y lo sabia, lo sabia perfectamente. Todo el mundo lo sabia.
Tyler era como un fantasma, todos sabían que estaba ahí, pero nadie le hacia caso, para los demás era inexistente. Nadie sabe su verdadero nombre, todos son motes despectivos para hacerle daño, para hacerle ver que no es nadie.
-Hey mugre, ¿Que tal?- Brian le arrancó el libro de las manos y lo estampó en la mesa haciendo que Tyler se sobresaltara y subiera su cara para mirarlo.
-...-
Al no recibir respuesta, Brian enfureció. Miro hacia abajo y vio el libro encima de la mesa, lo agarró sin siquiera preguntar y empezó a leer en voz alta.
-All-my-sons, de Arthur Miller.. uh, parece un libro aburrido. Un libro aburrido para un chico aburrido, mira por donde.- Y sus amigos se rieron ante sus palabras.
-Sabes, las cosas aburridas no merecen estar aquí...- Brian abrió el libro por una página aleatoria y empezó a arrancar las hojas sin miramientos mientras se las tiraba encima suyo. Los tres no paraban de reírse. Tyler por su parte solo pudo bajar la cabeza, era débil y todos lo sabían.
Brian tiró el libro en la mesa y se fue entre carcajadas, sus dos amigos le seguían.
Tyler impotente, levantó su rostro. Entonces lo vio. Era el chico de cabellos rojos, Joshua, mirándole fijamente. Se preguntaba desde cuando lo estaba observando, y si vio la escena. Esperaba que no, pero por su mirada parecía todo lo contrario.
El profesor no tardó en llegar y todos enmudecieron de golpe. El profesor presentó el nuevo alumno. Se llamaba Joshua Dun, conque así era su apellido realmente... El chico añadió que prefería ser llamado Josh solamente.
Josh tuvo que sentarse al lado de Tyler debido a que era el único asiento libre, claro, quien iba a querer sentarse con un mugroso como el...
Tyler miró su libro roto... la verdad estaba apenado, le gustaba ese libro.
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Trapdoor Fic 《Joshler》
FanficEl se levantó temprano ese día, poniéndose una máscara que cambiaba su rostro. Se trataba de un joven con el cabello marrón azabache llamado Tyler de tan solo diecisiete años. Su día empezaba como todos los demás, lamentandose de su miserable existe...