Capítulo 5

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Al levantarse lo primero que hizo fue ir a mirar por la ventana si Josh ya se había levantado. Negativo. Aún tenía las persianas cerradas, no podía ver nada. Decidió volver a mirar después. Se preparó, como siempre, para ir al instituto. Pero esta vez con la diferencia de sí querer ir. ¿El motivo? Josh.

Al bajar sus hermanos ya estaban desayunando. Siempre iba tarde así que lo único que él desayunaba era una simple tostada. De hecho al bajar, era tanto la sorpresa de su familia que durante un momento dejaron de hacer todo aquello que estaban haciendo y se lo quedaron mirando.

-¿Qué?- replicó él.

-Nada hijo, es solo que nunca te veo por aquí a estas horas.- respondió su madre - siéntate, te prepararé tu ración.-

Miró a la mesa, esa mañana para comer su madre había preparado huevos fritos con pan y un zumo de naranja.

-No gracias, comeré mis cereales, como siempre.- declinó su propuesta.

Después de desayunar, de una manera bastante incómoda con sus hermanos puesto que no hablaron en todo el rato, se levantó de la mesa bastante animado.

Sus hermanos y su madre se hicieron una mirada cómplice, como queriendo decir “¿Es este el Tyler que conocemos?” pero no dijeron nada al respecto.

Tyler volvió a subir a su habitación para mirar por la ventana. Parte positiva: la persiana  de Josh ya estaba abierta, negativa: no había ni rastro de él en esa habitación. Pero no se iba a dar por vencido tan fácilmente. Esperaría al bus escolar fuera, aunque en realidad estaría esperándolo a él.

Agarró su mochila y bajó. Iba directo a la puerta cuando su madre le llamó desde la sala de estar.

-Tyler ven un momento antes de irte.-

Dio unos pasos hacía atrás y miró a su madre, moviendo un pie nervioso.

-Verás, aprovecho que hoy te has levantado pronto y puedo hablar contigo para decirte que este fin de semana hay la final del campeonato de baloncesto de tu hermana y me haría, nos haría mucha ilusión que vinieras a verla con nosotros.- su madre sabiendo que su hijo iba a replicarle se adelantó- No hace falta que me digas algo ahora, pero por favor piensatelo bien, ¿Vale?- le sonrió. -Bueno,ya te dejo ir.-

-¡De acuerdo mamá nos vemos!-

Tan rápido como acabó de hablar salió corriendo de casa. Ahora estaba demasiado pendiente de su vecino como para pensar en su hermana.

Se sentó en un banco delante de su casa a esperar.

Ya habían pasado cinco minutos y nada. Diez, doce, quince… y llegó el aclamado autobús. Pero Josh no había salido de casa. Tyler no tuvo más opción que subir al autobús sin llegar a ver a su vecino.

Cuando llegó al instituto vio un cabello teñido de rojo rodeado de más cabezas. Era Josh. Seguramente habría salido antes que él. Miró las personas que lo rodeaban, en su mayoría chicas. Parecía tan popular entre las chicas, y eso que hacía poco que había llegado. Y como para no serlo, Josh no es que fuera especialmente feo.

Tyler lo miró por un momento, y Josh también. El castaño se puso rojo por el cruce de miradas y se fue rápido hacia su asiento sin mirar atrás. Josh lo había seguido y se sentó a su lado.

-Te estaba esperando, de hecho, esta mañana también te esperé pero no te vi.- le dijo sonriendo.

Él era tan buena persona. “¿Como pude siquiera sentirme celoso de un puñado de niñas?” pensó Tyler.

-Lo siento, mi madre me entretuvo durante unos minutos…- se disculpó.

-No importa, otro día será.-

“Otro día…” en fin, el estaba dispuesto a esperar todos los días de su vida si hacía falta.

La campana sonó indicando el comienzo de las clases. El profesor entró y todos los alumnos se sentaron en sus respectivos asientos. El profesor iba cargado de un montón de papeles.

-Antes de empezar la clase, voy a daros los exámenes del otro dia con la nota ya puesta.-Comenzó a repartir las hojas.

Era un examen de física. Para el cual obviamente no había estudiado nada. Y se veía reflejado en la nota, un 3. Miró la de Josh, un 9.

-Wow, tu primer examen y ya sacas una nota tan alta…- comentó Tyler sin querer pensando en alto.

-Bueno, es que a mi este tema me interesa mucho y…- intentó como casi disculparse Josh. -¿Tú qué nota has sacado?-

-Muy baja, tan baja que hasta me da vergüenza decirlo.-

-Lo entiendo, pero que sepas que normalmente no saco notas tan altas eh.-

-Jaja, vale, supongo que así me quedo más tranquilo.(?)-

Tyler tuvo una agradable conversación con su ya no tan desconocido compañero de mesa durante toda la clase, y todo el día. Hasta hubo varias veces que les llamaron la atención por hablar en clase.


En su casa mientras tomaba un vaso de zumo, su madre entró a la cocina para hablar con el.

-Tyler, ¿Ya has pensado lo del partido de tu hermana?-

-No.- fue conciso.

-¿Pero tienes intención de venir o no?-

-No.-

Hubo un día en el que se hartó de ir a sus partidos. Había mucha gente, le aburría mirar a su hermana jugar y se agobiaba mucho, además no se lo pasaba bien. Para eso prefería estar en casa solo o en el fuerte.

-Pero Tyler, hace tiempo que no nos acompañas a nosotros cuando salimos, es malo para ti estar tan recluido en casa, estamos empezando a preocupar…-

-¡Ya basta mamá! Déjame en paz.- le quitó la palabra antes de que terminara su discursito.

Y se fue de la cocina dejando a su madre sin terminar la frase. Se dirigió al lugar de siempre, su fuerte. Al llegar allí se encontró una agradable sorpresa, Josh estaba allí mísmo tumbado, mirando al techo y con los ojos cerrados.

Tyler aprovechó eso para acercarse sigilosamente a su lado. Entonces se acercó a su oído y gritó en un tono no muy alto “¡Hola Josh!” El contrario se levantó de repente de un susto y el castaño simplemente se le quedó observando con una sonrisa maliciosa.

-Me cago en… no lo había visto venir, casi me muero.-

Tyler se rió por lo bajo mirando a Josh, este le respondió con una sonrisita. El de cabellos rojos se acomodó sentándose para dejar un espacio al castaño en ese sitio tan pequeño.

-¿Las canciones que cantas son tuyas?- preguntó Josh con curiosidad de repente.

Tyler se sonrojó levemente y se puso un poco nervioso, ese tema era como un secreto para él y que alguien hablase tan… directamente sobre eso no se le hacía cómodo. Ya que las canciones eran todos los pensamientos, sensaciones, sentimientos que tenía él y que no contaba a nadie.

-Si, las escribo yo, hago la música… todo mío y de mi imaginación.-

-Pues eres impresionante, lo poco que escuché hace tiempo era hermoso. ¿Y podría escuchar más canciones tuyas?-

Tyler mirando hacia otro lado para no mirar fijamente a Josh negó con la cabeza con un movimiento lento y pausado.

-Puede que algún día sí…- comentó aún mirando hacía sus desordenadas partituras.

-¿Y sabes si algún día me podrías dedicar una canción? Nunca me han dedicado una.-

Tyler desvió su mirada repentinamente hacía la de Josh sorprendido y ruborizado. No le salían las palabras. Sentía como su corazón latía con fuerza y no podía dejar de mirarlo. ¿Dedicarle una canción a él? ¿Que tipo de canción? ¿Que letra?

Ambos se quedaron mirándose durante varios segundos, una mirada intensa.

-Ehh...sí sí….-

El pelirrojo sonrió satisfecho. Le parecían muy tierna la manera de ser y de reaccionar de Tyler.

¿Que había sido eso? ¿Porqué se sentía así cuando estaba cerca de él y por qué no podía dejar de mirarlo?

Trapdoor Fic 《Joshler》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora