Distrito Policial Número Uno
En la oficina del comisionado del Distrito uno de la policía ubicado en el centro de Tokio dos hombres y una mujer hablan a puerta cerrada.
La mujer de veintiséis años, rubia usa el cabello corto para evitar arreglos excesivos, es alta con un cuerpo envidiable a pesar de tener una hija de cuatro años está enfundada en un jeans ajustado, una sudadera color ocre y botas planas del mismo color, sin más maquillaje que un labial rosa, escucha hastiada las exigencias del alcalde
-Desearía que alguien de tu equipo protegiera a mi hermano
Taiki Kou, un alto y delgado hombre de cabello castaño, es el hombre más joven elegido como alcalde la ciudad.
Con apenas veintiocho años ha podido sortear todos los problemas urbanísticos, ahora tiene un grave problema de que su hermano menor es perseguido por un psicópata.
No es que a la mujer le disguste que su hermano se salve, eso no es. Lo que la molesta es que ya tiene la idea del por qué está reunida en la oficina de su jefe desde hace seis meses y su peor enemigo desde hace tres años.
-Entiendo tu preocupación por tu hermano –El rubio serio le dice al alcalde y su mejor amigo mientras le da vueltas a un bolígrafo que tiene en la mano.
Ese gesto le dice a la mujer que está nervioso por la decisión que tomará. Andrew Furuhata, comisionado del distrito tiene cerca a los mejores, y no acepta la renuncia de ninguno ya que sabe que a pesar de sus diferencias todos trabajan unidos como las piezas de un reloj.
-¿Cuándo puede tu equipo comenzar a investigar? –Taiki espera sentado impaciente.
Lo espera una rueda de prensa para acallar los rumores y se le está haciendo tarde
Andrew toma una nota protegida en una bolsa plástica transparente
-Comenzaremos ahora. Mi mejor oficial, la detective Haruka Tenoh…
-No necesitas ser tan diplomático con tu compañero de juerga Andrew –La rubia habla por vez primera desde que entró a la oficina –Ya me conoce y me vio la cara mientras te prestaba su apartamento para que hicieras cochinadas con tu golfa en su cama
Taiki se ruboriza ante las palabras venenosas de la mujer. Se ganó su odio cuando le prestó su apartamento a Andrew sin saber que era para serle infiel a su esposa.
Por desgracia ella sospechaba desde meses atrás que el rubio la estaba engañando con la que era su secretaria para ese entonces y los encontró en la cama en su apartamento.
-Detective Tenoh… -El rubio se floja la corbata incómodo y suelta el botón del cuello de su camisa
-Déjala, me lo merezco –El castaño se levanta mirando el reloj –Te dejo todo allí, el tiempo corre y faltan diez días para fin de mes. Ya que mi hermano no vino envíalos a su oficina, debe comprender que esto no es un juego
