Kurobe
Seiya aún no puede creer que Haruka lo acusara de ser el responsable directo de todas las muertes…
Pesaroso mueve la cabeza. Hace más de seis horas desde que se marchara y no lo ha llamado una sola vez. Cierra los ojos. Los párpados le arden por las lágrimas no derramadas.
Por eso le temía al matrimonio, a dar su corazón. El que la mujer que amas no crea en ti y te vea como un monstruo es terrible, no puede haber futuro para ellos si Haruka siempre lo mirará como un ser despreciable que no es digno de confianza acusándolo de asesino cada vez que se enoje
Los esposos Aratake regresaron a las siete de la noche y enseguida Hibiki se ocupó de las niñas permaneciendo silenciosa cuando Seiya se negó a cenar y abandonar el estudio.
Encendieron la chimenea del salón donde las niñas jugaron hasta las nueve llevándolas a dormir entre un mar de protestas y llanto debido a que Haruka no estaba para hacer el ritual de cantar y aplaudir antes de dormir. Levantándose camina hacia la ventana, la oscuridad de fuera es la misma que siente en su corazón
-“Haruka” –Suspira tembloroso mirando la alianza de su mano izquierda –“Te juro que puse de mi parte, al parecer no fue suficiente mi amor por ti.”
Abandona el estudio y sube a revisar a las niñas antes de encerrarse en su alcoba. Ambas duermen profundamente arropándolas y sonriendo al ver como patean las cobijas desarropándose en el acto. Amy Ling se voltea con el pecho al colchón encogiéndose en posición fetal.
Seiya toca su mejilla, ama a su hija y no se separará jamás de ella, besa a ambas niñas y entra al tocador infantil a recoger todo el tiradero cuando lo ve…
-¡Rayos! –Toma una bolsa y colocándosela en la mano saca del retrete su celular, esa travesura tiene la firma de Amy Ling que está en la etapa de arrojar todo lo que halle por la ventana o en el retrete para luego intentar apretar el botón de desagüe – ¡Esta hija mía tuvo que heredar mis travesuras y no la paciencia y paz de Marce!
El teléfono está inservible. ¿Cuánto tiempo estuvo “ahogándose”? No lo sabe con certeza, pero está claro que fueron horas ¿Y si Haruka lo llamó y él no lo supo? Baja las escaleras corriendo hacia el apartamento fuera de la casa que ocupan los Aratake
-Sinishi –Toca la puerta impaciente –Hibiki, ¡necesito un favor de ustedes! ¡Sinishi por favor!
-¿Sucede algo señor Kou? -Sinishi abre la puerta
-Mi hija pequeña ahogó mi celular en el retrete y no se si mi esposa ha intentado comunicarse conmigo, présteme su teléfono por favor
-En seguida -Hibiki va por el celular
-No comprendo por qué la compañía telefónica se ha tardado en activar la línea de la casa –Se queja el hombre –Desde que me dijo que vendrían a vivir hice la solicitud y no han llegado
-Conoce como es la burocracia de esas compañías
Hibiki regresa con el celular de Azumi
-Acá está el de la pequeña Azumi, lo encontré hace rato debajo de la ventana del cuarto de juegos –Seiya lo enciende y revisa –Si no sirve está el mío
-Parece que Amy Ling no logró acabarlo –Marca el número de Haruka, el teléfono repica pero no es atendido por nadie. Pasando su mano por el cabello sale a la noche fría volviendo a marcar teniendo la misma suerte
Bajo la mirada preocupada de sus empleados busca la agenda encontrando el número de Andrew y de Mina, decide por el primero, como comisionado del distrito debe estar al tanto de lo que sucede
