10:00 AM
(2 días para fin de mes)
-Malas noticias –La voz de un hombre habla por teléfono
-Ya me enteré –Voz de mujer –El jueves estuvieron haciendo preguntas, fueron a casa de los Tsukino y provocaron el accidente de la heredera. ¡Maldigo el día que no pude matarla! Le lancé el auto pero mi torpeza no permitió que se lo pasara por encima.
El hombre suspira enojado al escucharla, le dijo desde el principio que no tocara a la jovencita y ella desobedeció, pero cuando cobren su venganza contra Seiya Kou le cobrará esa.
-Pero como chica Kou podemos acabar de otra manera con ella. Nunca se pondrá el vestido de novia, Yaten Kou jamás tocará la fortuna Tsukino, debió ser mía desde el primer día
-Seré feliz escuchando como grita al ser despedazada –La mujer ríe malévola –Jamás debió nacer, tiene a los hombres enamorados, hasta a ti y eso que no te habla casi.
-A esa la dejaremos de postre, cuando Seiya Kou esté en nuestro poder con la culpa atenazándolo por usar a las mujeres a su antojo. Me vengaré de Serena Tsukino por haber aceptado la proposición de matrimonio de ese insignificante, por haberlo aceptado a él.
-Y eso que te has desvivido por ella desde que quedó ciega. Ahora, ¿Qué haremos con Kitty?
-Ella fue solo una distracción. La dejaremos en paz. Por ahora nos concentraremos…
-¡Pero quiero jugar con ella! –Suplicante le pide –Hacerla sufrir, que no sienta paz ni en su cama.
-Pero nada de rasguños o golpes. La quiero ilesa y deseosa que yo la proteja, que se sienta segura solo conmigo, que sepa que soy el más confiable de los hombres
-¿Y la secretaria de Kou?
- A esa la dejaremos en paz por los momentos.
-¡Ah! Olvidé que también te trae fascinado, que gustos tan malos los tuyos
- Guarda silencio y escucha, adelantaremos el plan del mes. Te espero esta noche en…
Casa Tsukino
Serena baja las escaleras seguida de Luna. La inflamación del rostro cedió completamente y solo le queda un ligero moretón en la frente que cubre con el flequillo. Se ha vestido para salir a pasear pero sus planes son otros.
-Mamá voy a pasear al parque con luna –Con el brazo ileso le coloca el arnés a la perra y toma su bastón con cuatro puntos de plegados
-¿Te sientes bien para salir? ¿Está segura que puedes moverte sin problemas con ese yeso?
-Si, estoy deseando estirar mis articulaciones y Luna necesita ejercitarse
-Está bien hija –La abraza y besa su frente –Cuídate
-Lo haré –Le sonríe y se coloca unas gafas oscuras antes de voltear hacia la puerta y tomar el arnés de la perra –Vamos Luna bonita
Sale confiada en dirección al parque pero a dos cuadras lejos de la casa da vuelta a la izquierda y espera en la esquina. Escucha junto a ella el sonido conocido de una bocina de auto
-¡Hermosa princesa de pie de ciruela! ¿Necesita un caballero que la lleve a algún lado?
-Hola Sammy, te tardaste dos minutos –Le sonríe y permite que su primo le abra la puerta
-Atrás luna -Sammy le da la orden a la perra y ella se sube al asiento trasero –Ahora usted princesa
Serena dobla el bastón y se lo entrega a su primo, tanteando la puerta del convertible se sube al asiento del copiloto y busca el cinturón de seguridad que Sammy le abrocha
