Los rosales están floreciendo, ella puede oler su fragancia. Se acerca lcon confianza, no necesita contar los pasos porque desde hace siete años ha caminado el mismo sendero a diario bajo la misma oscuridad.
El primer año fue difícil pero ya no, su alcoba está en el piso superior de la casa donde vive desde que cruzó la calle sin ver para los lados, había visto a un gatito maullando en medio de ésta y no pensó en otra cosa que no fuera salvarlo.
Sus padres vendieron la inmensa mansión y compraron esa casa práctica para que le fuera fácil vivir sin tantos obstáculos o pasillos. Ella los ama mucho más por eso.
Escucha que Luna ladra emocionada y sonríe al llegarle el aroma de la colonia de su novio
-¿Cuándo tu hermosa Luna dejará que te de una sorpresa? –Yaten Kou la abraza y deposita un beso cariñoso en sus labios antes de inclinarse y acariciar la cabeza dela Golden Retriever compañera de Serena desde que él se la obsequió cinco años atrás. La perra le lame la mano y restriega su hocico en el brazo de él, al hombre no le importa que su adorada luna le demuestre su amor.
-Está enamorada de ti y desea que tus primeras palabras de amor sean para ella –Serena Tsukino le confiesa feliz
-Deberías comportarte como una novia celosa y no como una feliz mujer liberada –Le dice a modo de amonestación pero la verdad es felicidad lo que se refleja en sus palabras –Estás muy hermosa hoy
El joven de cabellos plateados y ojos verdes ve a su eterna novia, ese día la pequeña y delgada joven de ojos azules y cabellos dorados atados en una trenza lleva un hermoso vestido primaveral blanco con flores de color rosa, sus pies están calzados con delicada sandalias fáciles de colocar.
-¿Más que los botones de las rosas?- lo interroga coqueta levantando la cara y sonriéndole como si en realidad pudiera verlo. Un truco que aprendió desde el principio.
Él acerca sus labios al oído de ella y le susurra ronco
-Más no…. Mucho más –Sus palabras la hacen ruborizar
Desde que ella tenía doce años y él catorce y se conocieron el primer día de secundaria de Serena han sido novios. Nueve años después siguen juntos a pesar que Serena le suplicó que la dejara cuando se enteraron que no podría ver más.
Le pidió a su padre que negara su acceso al cuarto de hospital pero Yaten siempre se las ingeniaba para entrar. Y cuando se cambiaron de casa se trepaba por los muros para ingresar a la misma y suplicarle que le permitiera continuar en su vida.
Fue tanta su insistencia de demostrarle que la vida no se terminaba porque no pudiera volver a ver que ella no tuvo corazón para mantenerlo alejado, lo ama por ser él.
Fue él quien la enseñó a caminar con confianza por las habitaciones como si no fuera invidente, quien la animó para que estudiara en una escuela especial para discapacitados visuales después de escaparse varios días de clases para encontrar la adecuada para ella, el que en sus tardes libres tomaba las mismas clases para aprender braille.
