Algo extraño está pasando

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Era un lunes por la mañana, aproximadamente las 7:30 am, todo se estaba volviendo muy extraño, mis tareas solo dañan a la gente, no los lastimo a ellos, pero si con algo que les duela: me siento muy confundido, desde que mi computadora se descompuso ha sido todo muy raro, sentía que me estaba volviendo loco; desayuné y tomé el bus. llamé a Michael y me dio el número de un psicólogo y su dirección. No lo pensé dos veces y fui a ese lugar, era todo muy extraño, el psicólogo no tenía pacientes en ese momento, así que no tuve que esperar; pasé a su consultorio y me presenté, me empezó a interrogar, algunas de sus preguntas no iban nada con el tema, pero bueno, yo le respondía lo que me preguntaba; así estuvimos un buen rato y al final me dijo que necesitaba despejar mi mente, me invitó a tomar un café después de salir del instituto. 

—Después de esta consulta estaré muy ocupado,  tu tienes que ir a la universidad, ¿que tal a las 9:30? estoy disponible, —me dijo mientras me sonreía— ¿puedes?,

—claro, salgo a las 9:00 pm, no habria problema alguno— le respondí.

Salí del lugar y como era de costumbre se me hacia tarde, tomé el bus y me dirigí hacia la universidad; llegué tarde la primera clase, pero por suerte la maestra me dejó pasar. me senté al lado de Michael y mientras la profesora explicaba, Michael me empezó a interrogar de como me fue con el psicólogo, le conté todo y sobre la cita del café en la noche, Michael me dijo que tal vez le gustaba al psicólogo y subí mi tono de voz un poco y le dije: ¡no digas tonterías esto es serio!, la maestra volteo a verme y me dijo que a pesar de llegar tarde interrumpía la clase, me disculpe instantáneamente y le dije que ya no volvería a pasar; le hice una cara a mi amigo de enojo y ya no le hablé ese día.

Pasaron  las horas y yo solo pensaba ir a tomar un café, estaba muy desconcentrado que no pude aprender nada ese día, lo único que pude rescatar de ese día de clases, fue del profe de artes diciendo la típica frases de los maestros: "Todos tienen 10, de ustedes depende que lo mantengan", no me caía bien ese profe, tenía un bigote que parecía ardilla, parecía un perro pug por su cara, en fin, no pude aprender nada.

Salí del instituto masomenos a las 9:00 pm,  ya estaba demasiado oscuro y todos se iban a sus hogares; la mayoría tenía carro mas sin embargo yo no podía darme ese lujo. Vengo de una familia humilde, somos de un rancho que está a 4 horas de aquí, los visitó dos veces al año, gracias a Dios conservo a toda mi familia, tal vez no tenga tanto dinero, pero tener mi familia completa vale más que todo el dinero del mundo. 

Bueno, ahí estaba yo, saliendo de mi instituto para tomar el bus que ya me estaba esperando, lo abordé y salude al chófer, se me hizo algo raro, nunca lo saludaba,  pero podría volverse un buen habito, siempre es bueno transmitir alegría hacia los demas; fui a sentarme y esperar a que lleguemos al café, pasaron alrededor de 20 minutos y llegue a mi destino, me baje y empecé a caminar, abrí la puerta y mire a la persona que atendía el mostrador, no estaba la joven que conocí en la playa; me acerqué, 

—¿y la muchacha que antes atendía?, ¿que pasó con ella? pregunté.

— fue despedida a causa de pedir un segundo adelanto de su sueldo, esa chica no está bien de la cabeza, ¿pedir un segundo adelanto? ¿enserio?— me respondió

—bueno, solo queria saber de ella,— le dije amablemente—, muchas gracias.

ya no me respondió nada, se me hizo muy grosero de su parte, en fin. No podía creer lo que había hecho, aparte de perder su segundo celular, hice que la despidieran, vaya persona en la que me estaba convirtiendo.

Deje de imaginarme cosas y me puse a buscar al psicólogo con la mirada, efectivamente lo encontré, ahí estaba el esperándome; llegue lo saludé y me senté.

—¿Como ha estado tu día Jack? —me dijo mientras sonreía—, ¿todo bien?.

—Pues, ha sido un dia normal —le respondí un poco sin animos—,  pero gracias por preguntar.

 Llego la camarera y nos dió el menú, pedimos cada quien un café y en menos de 5 minutos regresó la camarera con los dos cafés; empezamos a hablar sobre cómo me he sentido, me contó un poco de como  el café ayuda mucho para despejar la mente, efectivamente estaba en lo cierto, me sentía muy relajado. Noté que traia un maletín, 

—¿que llevas ahí? —pregunte curiosamente—, en tu maletín.

—Llevo cosas muy importantes —respondió gentilmente—, no se que haria sin el.

 se me hizo muy extraño, al instante me dijo que iría al baño que no se tardaba, miré la hora del café y decía que eran las 10:00 pm, sonó mi celular y supuse que sería el tipo de nuevo, me dije a mi mismo, ¿y ahora qué maldad quiere que le haga?, saque mi celular y leí el mensaje, decía:

"Hola, veo que has asistido al psicólogo, muy bien, pero no lo necesitas, no estás loco, él se tardará 6 minutos en salir del baño, toma su maletín y sin que levanten sospechas sal de ahí y toma el bus, dirígete a casa; ya una vez que estés ahí guardalo en tu armario y por ninguna razón lo abras, si lo llegas a abrir ¡despídete de tu computadora!, que tengas buena noche, nos vemos mañana."

Sinceramente no estaba seguro de lo que haría, pero lo tuve que hacer, salí sin que nadie sospechara nada, "me sentía como en una película de detectives", me dije a mi mismo; me deje de pensamientos tontos y regrese a mi casa, lo guardé en mi armario y me fui a dormir.

Jack's ComputerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora