CAPÍTULO 2

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Caigo al suelo desconcertada, mi pecho empieza a quemar, suelto de inmediato la pistola y empiezo a quedarme sin aire, me toco el pecho del lado derecho y empieza a brotar sangre, mis ropas y mi mano rápidamente quedan completamente carmín, trato de respirar de manera controlada pero me es molesto, intento incorporarme con una sola mano y con la otra hago presión en la herida que me saca unas cuantas lágrimas a cada minuto que pasa.

Tengo que buscar un lugar seguro, soy un blanco fácil y no puedo andar con está herida así, posiblemente muera ya que pierdo sangre demasiado rápido. Trato de caminar lo más rápido que puedo hacia una puerta que da a la cubierta inferior, donde duermen la mayoría de los tripulantes, paso por detrás de algunos barriles de manera cuidadosa, a mi alrededor la lucha ya es menor, algunos cuerpos conocidos yacen sin vida en el suelo y trato de no grabarme las dolorosas imágenes en mi cabeza, unos cuantos gemidos de dolor salen disparados con cada movimiento que hago, detrás del último barril, hay una silueta agachada, ¡Dios! es uno de ellos, si me ve es mi fin.

–¿Victoria? –suelta sorprendida una voz muy reconocida, suelto un suspiro de alivio pero doloroso, sin pensarlo se levanta a ayudarme y observa mis ropas de un tono más oscuro–. ¡Dios Santo!, Es demasiada sangre.

–Termina conmigo, por favor, esto duele demasiado, de todas formas moriré, ayudame con eso.

–¿Estás loca?, tú padre es el capitán, si te mato, es mi muerte, vamos, te ayudaré –se levanta de manera cuidadosa, mira a nuestro alrededor y empieza a buscar alguna alternativa para cruzar los últimos barriles sin ser vistos por tres enemigos que están a unos pasos nuestros.

–Ja..cobo, ¡Dios! esto duele –las cosas a mi alrededor empiezan a balancearse muy extraño–. Jacobo, nos estamos moviendo, ¡El barco se está moviendo!

–¿Qué?, Victoria nada se está moviendo –me mira y su ojos se abren expresivos–. ¿Victoria? No, no, no...oye,Vic...

Pone sus manos sobre mis hombros y me zarandea un poco, me da unas cuantas palmadas en la mejilla, pero me cuesta mantenerme despierta.

–Resiste un poco más, ¿de acuerdo?, no tardaremos en llegar... –me toma por las mejillas–...escucha, son tres tipos, yo los atacaré pero necesito que cruces hasta la puerta, ¿de acuerdo?, abajo te ayudaré con esa herida, por favor, resiste un poco más, ¿estás escuchando?

–Sí, solo que...todo se está moviendo demasiado raro.

–Victoria, escucha, nada se está moviendo, ahora, el plan es este –saca su espada–. Yo los ataco por detrás y cuando te diga que corras, corres, ¿me escuchas?

–Aja –mi voz y mis sentidos son tan nulos que apenas y pude poner atención, sus labios se convierten en una delgada línea, respira hondo y al soltar el aire, me mira y hace una pequeña afirmación con la cabeza, se levanta de un solo movimiento y totalmente decidido, los tres tipos se dan cuenta rápidamente de su presencia y empiezan a luchar con él, por mi parte siento que el aire de mis pulmones se va agotando, trato de respirar tranquila, miro mis ropas y la sangre ha llegado a mis pantalones, mis manos están totalmente carmín, siento un escalofrío, mi visión empieza a empeorar, pero intento concentrarme en la señal de Jacobo.

–¡Victoria!,¡Corre, ahora!

El dolor de mi pecho ensordece mis oídos, me paraliza, coloco mis manos en las rodillas para darme impulso y levantarme, respiro hondo y con un gran esfuerzo mis piernas responden.

–¡VICTORIA! –me grita con esfuerzo, mis piernas apenas y pueden responderme, doy unos cuantos pasos y mi visión falla completamente, me sostengo de la pared de madera, doy pasos lentos, miro levemente a Jacobo y antes de que pueda cruzar una mirada con él, siento el impacto de mi cabeza con el suelo y una visión que poco a poco se torna negra de Jacobo siendo sometido por dos de los tres tipos.

VictoriaWhere stories live. Discover now