CAPÍTULO 9. SECRETOS

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- ¿todo bajo control allá adentro? -Horacio estaba ansioso en cuanto me vio salir del bar.

-Nada que no pueda manejar -miré a los alrededores para asegurarme que Víctor se había ido-. Y... ¿todo bajo control aquí afuera? -Recordé lo que Tobías había dicho sobre cierto problema en la entrada.

-Nada que no pueda manejar -relajado regresó a su trabajo.

Los viernes por la noche no eran para nada desiertos y menos en Washington D.C, la calle era un caos, personas, autos y taxis tratando de entrar y salir a todos los bares y restaurantes de la calle, una noche agitada y con buenas propinas, pero esta noche, a pesar del olor a cigarrillo y alcohol en el ambiente, era un descanso merecido. No tenía que servir bebidas, ni cobrar, no había necesidad de llamar a taxis o amigos para recoger a los borrachos que se quedaban dormidos en la barra.

- ¿Ahora qué? -El tono de llamada irrumpía mi "momento feliz". Dudé en responder a "desconocido" hasta que cedí ante la insistencia-. ¿Hola?

-Veo que aún estás en forma...-se escuchó una voz gruesa y tan profunda como un abismo que todos... todos, excepto yo, temían. Yo ya no- ¡Qué hermosa estás!

- ¿Qué hace un "Free Soul" en mi bar? -Buscaba alguna señal de "él" por los alrededores, le gustaba observar de lejos-. Está claro que no miento -bajé la voz cuando no hubo respuesta-, no todo el mundo lleva tatuado la palabra "SOUL" en su nuca.

-Culpable -se dijo a sí mismo el hombre en la otra línea-. Se suponía que solo sería una vigilancia de rutina, no creí que hubiera riñas entre esos dos. -carcajeó de manera divertida.

- ¿Desde cuándo necesito supervisión? -Deduje que el objetivo principal de Víctor no era Evan-. Me pudo haber metido en problemas -impaciente dije la verdad

-No mi niña -ese estúpido modo de hablarme me enfurecía aún más-. No hay por qué exagerar...

- Muy temprano para llamar ¿no? -dije, no esperaba escucharlo en una semana o tal vez en dos.

-Hay un adelanto de fecha -hizo una pausa para escuchar mis reclamos, protestas, quejas o cualquier cosa típica de mí, pero no fue así, tal vez los tacones me estaban haciendo sumisa-. ¡¿No estas emocionada?! -era extraño imaginarse esa voz, que estremecía a cualquiera, sonar exaltado.

-Solo dame la lista. Me encargaré del resto -dije enojada mientras abría el maletero-, no necesitas mandar a tus matones a vigilarme -pero intuía algo, definitivamente había algo más...el aniversario de "El Círculo" no ameritaba que llamara personalmente para decirme que debía hacer.... ya sabía que hacer.

-Recuerda que "si el tiempo es lo más valioso... -inició.

-La pérdida de tiempo es el mayor de los derroches" -completé la cita de Benjamín Franklin, que siempre usaba para referirse que cada acción en esta vida llevaba consigo un propósito.

- ¡Hermoso! -gritó-. Porqué estarás dentro...-paró su emoción y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Ser un espectador me había salvado la vida muchas veces e iba a regresar a...pelear....

-No -dije a secas-. Eso no fue el trato - ¿Qué estaba tramando?

-Te lo compensaré -no sonó a suplica ni muchos menos a arrepentimiento por romper las condiciones acordadas 6 meses antes.

- ¿Y si me niego? -una pregunta tonta cuya respuesta había escuchado antes. Negarse no era una opción, estaba entre la espada y la pared y no iba a perder-. ¡Quiero el doble! -dije fríamente y pude imaginar una curvatura en su rostro: aceptación.

-Digno de mi Valentine -como si fuera un orgullo expresó esas palabras -4 minutos... Por cierto, escuchar conversaciones ajenas es de muy mal gusto. -terminó diciendo y finalmente colgó.

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