Capítulo 4.

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Después de unos momentos, se secó las lágrimas, y presionó contestar; sabía que era un error, pero su corazón actuó antes que su mente.

―¡¿JIMIN?! Oh Dios mío, contestaste ―  Yoongi estaba bastante alterado. El menor se limitó a guardar silencio. Sólo podía oírse su respiración lenta y pesada ―Mierda, háblame maldita sea, ¿estás ahí?

―S-sí... ¿qué quieres, Yoongi? ―Contuvo sus ganas de llorar, no era el momento.

¿ME ESTÁS DICIENDO LO QUE CREO QUE ME ESTÁS DICIENDO? NO ME JODAS PARK. PRIMERO VIENES HOY Y ME DICES QUE TE GUSTO, QUE ESTUVISTE ENAMORADO DE MI DESDE QUE ERAMOS UNOS MOCOSOS, Y AHORA ME PREGUNTAS QUÉ QUIERO, ¿CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA?

¿En serio Yoongi le acababa de gritar de semejante manera? Un sollozo que intentó acallar escapó de sus labios.

  ― ¿De verdad estás llorando? Tienes que estarme jodiendo.

Jódete, infeliz, ya cruzaste el puto límite.

Se calmó, e intentó forzadamente dejar de llorar ―Sabía que no debía haber contestado, maldición ―Suspiró pesadamente. ―Min Yoongi, me vuelves a gritar de esa manera, y te juro por el mismísimo Dios que mandó todo lo poquito que quede de nuestra amistad por el retrete. Cálmate, ya me tienes harto con tu actitud. Nunca pensé que pudieras llegar a ser tan jodidamente hiriente conmigo. Veo que me equivoqué. Sí algún día decides sentar cabeza y darte cuenta de lo idiota que estás siendo, llámame. O no, mejor no lo hagas, veo que ya simplemente todo acabó aquí. Estoy harto. Llevo toda la maldita tarde llorando y culpándome por ser tan tonto pero veo que a ti simplemente mis sentimientos te dan igual. Discúlpame por haberte entrometido en tu vida. Y... suerte.

Silencio.

―Si no tienes nada que decir, voy a colgar, ¿ok? Adi...

―N-no, espera... ―Interrumpió el de cabellos cenizas, decidiendo finalmente hablar. Su voz sonaba rota ésta vez. Qué bipolar puede llegar a ser, Dios mío, primero me grita y ahora pareciera que estuviera a punto de llorar.  Pensó Jimin –Lo siento, me alteré y mi única solución fue ―se quebró totalmente― Jimin, no tienes por qué disculparte, sé que nada de esto es tu culpa, no te sientas mal por las babosadas que digo, siempre he sido un imbécil ―Hubo un pequeño silencio hasta que se comenzó a escuchar un débil sollozo de parte de Yoongi.

―No llores, por favor. Tranquilízate, por lo que más quieras, respira. No quiero que termines como yo ―Rió amargamente.

¿Cómo puedes ser así conmigo?

―¿Cómo estoy siendo contigo, Yoongi?

¿Cómo puedes siquiera preocuparte conmigo después de toda la mierda que te dije? Eres demasiado bueno para mi, Jimin. No me merezco ni tu más mínimo interés, y... Aun así estás aquí para mi. Yo quiero ayudarte.

―Querer que alguien no pase lo mismo que estoy pasando no me hace bueno ― Dijo sin vacile alguno. ―  Sólo quiero proteger al mayor número de personas posibles. No necesito que me ayuden... Porque a veces uno tiene que ser el héroe para salvar su propio corazón... Yo toqué fondo ― Tomó una fuerte bocanada de aire antes de proseguir ―Y me juré que nunca permitiría que alguien más llegara a ese extremo.

Y otra vez hubo silencio

Éste más doloroso e incómodo que el anterior.

―Y-yo... Lo siento, ¿sí? ―Se escuchó un sollozo seco del lado de Yoongi. El corazón del rubio se estrujó por imaginarse a aquel chico que solía siempre ser alegre e inmutable, roto de esa manera―Desde los inicios siempre fuiste mi salvación, aunque quizás tú lo veas de forma inversa. Tú me sanaste a mí en cierta forma, por más extraño que suene. Antes de ti, no había existido una versión sonriente de Min Yoongi, y probablemente si alguien me hubiese dicho antes de conocerte que terminaría siendo así de expresivo, sin dudarlo terminaría estampando mi puño en su rostro. El día que nos conocimos no había sido por mucho un buen día, y cuando te vi ahí, en serio pensé que estaba siendo egoísta por hacer cosas insignificantes tan grandes. Tú estabas peor, y yo sufriendo por tonterías, ¡de verdad era un idiota!, o aún lo soy, cómo sea ― Suspiró.― Quise acercarme a ti para ayudarte, aunque mi corazón estuviera peor. Siempre me mostré fuerte ante todos, Jimin. Por ti, por ambos, porque sabía que tu mundo se derrumbaría si yo inesperadamente hubiera decidido abandonar mi papel para hacerme un ovillo en mi cama y sólo llorar. No hubieses podido soportarlo. No quería hacerte daño, así que preferí mantenerme siempre imperturbable. Por eso es que soy tan impulsivo, he retenido éstos años tantas cosas dentro de mí que la verdad es que ya no sé cómo continuar así. Encarar a la verdad es un sufrimiento agónico e inimaginable que hace que tu corazón sienta que ya no hay nada más por lo que luchar. Simplemente siento que realmente lo que hice no fue suficiente... no pude evitar ese dolor que estuvo y está permanente en ti desde hace bastante tiempo. No pude verlo, fui realmente ciego, porque ahora analizo todo y en serio era muy claro. "No hay peor ciego que él que no quiere ver" , y yo nunca quise hacerlo. Lo siento. Lo siento. Lo siento tanto... Lamento no poder ser suficiente para ti, ni ser lo que querías que fuera. Lamento destruir tus expectativas y probablemente, tú corazón. Te quiero lo suficiente como para saber que no tiene sentido que sigamos así. Quisiera amarte, quisiera llenarte y hacerte el hombre más feliz del mundo, pero la verdad es que no puedo. No puedo engañarte. No a ti. Y soy el ser más despreciable, eso lo tengo claro, pero no quiero destruirte más de lo que ya lo he hecho. Discúlpame, Jimin― Y luego fuertes sollozos fue lo único que se pudo escuchar en aquella llamada–

  En la vida existen dos tipos de amores; los que tienen finales felices, y los no correspondidos.                   

Normalmente, los seres con los mejores sentimientos terminan quedando en la segunda opción. 

Y Park Jimin, con obviedad, no fue la excepción a ese hecho.

El rubio se deshizo totalmente, su corazón latiendo con un frenesí incontrolable. Pensó en cada una de las palabras de Yoongi, y las lágrimas caían en descontrol por su rostro. Sus ojos ya estaban hinchados y rojizos, ahí estaba lo que más había temido. El fin de la única razón por la cual seguía de pie, por fin había llegado.

Lágrimas.

Se estremeció violentamente aún con el teléfono puesto en su oído.

Intento pensar tranquilamente, pero no tuvo éxito.

A la única conclusión que llegó fue qué, por mucho que le afectara, Yoongi ciertamente tenía razón; ya todo se había ido por la borda y no había vuelta atrás.

Es lo mejor que puedo hacer, no tengo otra opción. Es momento de renunciar y darse por vencido, no puedo seguir luchando en vano, pensó.

―¿S-sigues ahí? ― preguntó Yoongi casi en un susurro. Su voz quebradiza retumbaba en la mente de Jimin sin cesar, el cual no se controló y volvió a llorar con fuerza. ―No llores, por favor. No me gusta cuando lloras. Tú sonrisa que vuelve tus ojos un par de líneas es más bonita ―Intentó reír para aligerar un poco el ambiente, más sin embargo salió un sonido muy lejano a lo que se le puede ser llamado risa.

Park por fin decidió hablar.

―De esto te hablaba, ¿lo ves? Nuevamente llegó el momento de ser mi propio héroe. ―Su voz salió quizás más vulnerable de lo que hubiese querido, pero no le importó. El ambiente de inmediato se volvió a tensar ―Llegó el momento de abrazar a mi corazón lo más que pueda.

Eres tú propio héroe porque no me dejas salvarte, Jimin.

―Soy mi propio héroe porque tú nunca podrás amarme de la manera en que yo a ti. Mi única salvación eres tú, y ahora... ― Respiró pesadamente ― Mi más grande perdición. 

Después de 4 días, i'm here xd.

¡Espero les guste!

Todo el amor del mundo.

Iudih

Unrequited || Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora